La Audiencia Nacional ha confirmado la condena de 6 años de prisión a un marroquí, detenido en Valencia en 2016, por participar en la denominada "yihad de la palabra", constituyéndose él mismo en una célula autónoma dedicada a difundir vídeos, mensajes e imágenes yihadistas como propaganda del Dáesh.
En su sentencia, la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional desestima el recurso de Abdelah Lachiri, contra la resolución de la Sección Primera que le condenó por un delito de colaboración y no de participación activa en organización terrorista como sostenía la Fiscalía, que pidió para él 10 años de cárcel.
Lachiri funcionaba como instrumento colaborador del Dáesh, favoreciendo sus postulados y justificando sus acciones "por muy atroces que parezcan y con un compromiso personal evidente ya que, como dice el procesado, no se opondría a que sus hijos reventaran Francia, tras los atentados sufridos en dicho país".
Según el relato de hechos probados, el 18 de junio de 2015, como consecuencia de un profundo proceso de radicalización, Lachiri publicó en redes sociales su rendida lealtad al Estado Islámico.
Difusión "extraordinariamente activa"
A través de varios perfiles en Facebook, el condenado desarrolló una difusión "extraordinariamente activa" de mensajes en los que no solo se posiciona a favor de su ideario, sino que aplica técnicas de enaltecimiento y justificación pública de la violencia, al tiempo que, mediante la retórica, pretende convencer a sus interlocutores para que interioricen los postulados del Estado Islámico.
De esta forma ha venido desarrollando de manera sostenida en el tiempo la estrategia y las acciones terroristas de Dáesh a través de acciones de propaganda, selección y reclutamiento de futuros adeptos", relata la sentencia, que destaca también que mantenía contactos con miembros localizados en zonas de conflicto.
Además, "aprovechaba los debates que suscitaba en sus intercambios en la red para ojear potenciales candidatos, además de realizar tareas de propaganda, elaboración y difusión de mensajes antisemitas, de incitación al odio, de justificación y enaltecimiento de la yihad, la violencia y el sacrificio total llegando al martirio terrorista, incluyendo el menosprecio o humillación de las víctimas de los atentados".
"Luchadores-activistas informativos"
La actividad del condenado se encuadra entre los autodenominados "luchadores-activistas informativos" de Dáesh y, como ejemplo, entre octubre de 2015 y junio de 2016, utilizó al menos 13 perfiles que llegaron a contar con más de 22.597 amigos y seguidores.
La sentencia afirma que Lachiri constituía en sí mismo un célula local autónoma creada bajo los dictados de esa organización, de la que asumía su ideario hasta el punto de resultar un referente para los simpatizantes y adeptos, por lo que constituía una prolongación de este grupo en España.