César Román, conocido como el Rey del Cachopo y acusado de matar y descuartizar a Heidi Paz, tenía en su móvil audios en los que decía a mujeres que le gustaba "la sumisión y la dominación" y "castigar a la mujer cuando se porta mal para que sepa quién manda", además de mensajes amenazantes a su exnovia.
La Audiencia Provincial de Madrid celebra este jueves la novena sesión del juicio a Román, en la que han declarado tres testigos y varios policías, entre ellos un responsable del grupo de Homicidios que estuvo en todos los registros y tomó varias declaraciones tras el hallazgo del tronco atribuido a Heidi el 13 de agosto de 2018.
El relato de este agente ha provocado que el procesado gesticulara contrariado, diciendo que no con la cabeza, por lo que su letrada, Asa Isabel Peña, le ha pedido calma, a pesar de lo cual ha llegado a decir en voz alta: "Es que está mintiendo". Entonces la presidenta de la Sala le ha recriminado su actitud: "Tiene que estar en silencio y, si no, puede ser expulsado de la sala".
La presidenta ha tenido que llamarle la atención más adelante y ha recordado al acusado que "tiene que estar callado".
El agente que ha provocado este reacción es el secretario del atestado sobre la investigación llevada a cabo en Madrid e instructor de las diligencias practicadas en Zaragoza, y ha relatado que tras la detención de César Román el 16 de noviembre de 2018 en Zaragoza se analizaron sus teléfonos móviles y uno de Heidi que quedó acreditado que se usó por última vez el 5 de agosto para precisamente hablar con éste.
En uno de los móviles del acusado había una búsqueda en internet titulada "descuartizado Usera" en la que le salieron unas fotos de la nave donde apareció el tronco atribuido a Heidi Paz, y varias fotos en las que se le vía con un aspecto muy cambiado sobre su imagen de tres meses antes, ha relatado el policía.
La aplicación de WhastApp estaba desactivada por lo que no pudieron rescatar textos, pero si imágenes y audios, ha precisado el agente, que ha detallado que el acusado había visto desde Zaragoza, donde estaba presuntamente huido, varias páginas de citas y había contactado con varias mujeres.
Entre los audios enviados a estas mujeres había uno que decía: "Me gusta la sumisión y la dominación. Me gusta castiga a la mujer cuando se porta mal para que sepa quién manda". En otro grabado antes de la desaparición de Heidi -el 1 de agoto- se escucha cómo Román exige a la que era su novia que "coja el puto teléfono" porque se está "calentando" y añade: "Llámame que vamos a tener un problema y serio".
El agente de Homicidios ha explicado cómo gracias a la información aportada por las compañías telefónicas se concluyó que Heidi usó su móvil por última vez el 5 de agosto de 2018 a la 05.52 para llamar a César desde la zona de Legazpi, y el del acusado dejó de funcionar el día 14 de agosto a medianoche en la zona de la calle Hermosilla de Madrid.
ADN del rey del Cachopo en la maleta
Los registros también muestran que Heidi Paz estuvo en al casa de César Román la noche del 3 al 4 de agosto, que luego fue a trabajar y que, tras desconectarse su móvil, éste siguió recibiendo llamadas que se desviaban al buzón de voz, pero que nunca se contestaron.
El agente ha precisado que se hallaron huellas del procesado en las tapas de los dos botes de sosa caústica que se hallaron en la nave donde apareció el cadáver, y que una de las anillas de estos botes se encontró luego dentro de la maleta que contenía el tronco.
Ha relatado, como ya hicieron en días previos otros agentes, que el ADN de César Román estaba en ese maleta, cómo se investigaron todas las líneas posibles hasta confluir en el procesado y que la víctima no estaba relacionada con la droga ni la prostitución.
La defensa de Román ha preguntado al agente sobre si es posible que Heidi estuviera la madrugada del 5 de agosto en la nave en la que apareció el cuerpo, ya que la antena de telefonía que la sitúa en la zona de Legazpi es la misma, y el agente ha reconocido que sí. Las cámaras de Legazpi no se revisaron porque, cuando la investigación avanzó hasta ese punto, ya estaban borradas.
Otro testimonio de este jueves ha sido el de una cocinera de César Román de origen chino, quien ha relatado que ella no tuvo problemas con él, aunque al final no le pagó porque tuvo que cerrar el local; al ser preguntada sobre si era violento, ha dicho que no, que era "demasiado melosito".
Otro testigo, llamado Miguel Ángel y encargado de dos de las sidrerías de César Román, ha relatado que le conoce desde hace unos seis años y es "una persona agradable" de "trato cordial con todos" y al que no vio agresivo "en ningún momento", aunque le vio discutir una vez con su exmujer Natividad.
El juicio sigue mañana viernes con la declaración de un testigo y varios policías.