El Ministerio de Sanidad estudia la fórmula para sustituir las bajas médicas por declaraciones responsables de los propios pacientes mediante la "autojustificación de las bajas laborales de tres días para aquellos que tengan una enfermedad leve". Así lo confirmó la propia ministra Mónica García, aludiendo y englobando en su discurso a todos los procesos banales que no requieran asistencia sanitaria pero que impidan trabajar durante tres días o menos.
La propuesta del Ministerio que se ciñe a la ejecución de la política del Gobierno en materia de salud, de planificación y asistencia sanitaria, sin embargo, no ha sido aplaudida por todo el mundo. Médicos y médicas ven viable las intenciones de Sanidad, mucho más tras los picos de virus respiratorios que se están dando en España durante las últimas semanas. En cambio, los sindicatos mantienen cautela a la par que líderes políticos, como Isabel Díaz Ayuso o Fernando López Miras, se muestran críticos con la decisión.
García ha insistido en que aún se está valorando la medida y que la decisión final "no depende exclusivamente de Sanidad", sino que hay otros Ministerios, como el de Seguridad Social, que también deben intervenir en el asunto. Esta misma afirma que es una "demanda histórica de los profesionales de Atención Primaria", respaldando sus motivos en otros países que ya cuentan con este sistema.
La propuesta de Sanidad: el camino hacia la autonomía de las bajas médicas
Sanidad expone que considera ineficiente que se pida a los ciudadanos no acudir a la Atención Primaria por una gripe leve, pero sí para recoger un justificante de baja y presentarlo en el trabajo. Aunque no hay una cifra exacta ni pública sobre el número de incapacidades temporales de tres o menos días concedidas a los trabajadores, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) estima que la medida podría ahorrar hasta un 20% de estas consultas "leves". Su estudio llega, además, en un momento en el que los centros de salud vuelven a estar saturados.
De esta manera, la nueva medida de Sanidad supondría el ahorro potencial de cientos de miles de consultas al año. Con las autobajas se busca que los pacientes puedan, a través de una declaración responsable, justificar una enfermedad leve durante los tres primeros días y obtener así un descanso sin tener que pasar por la consulta del médico. La duración de la exención: tres días, pero no parece casual. Según la legislación española, este es el periodo de carencia durante el que no existe prestación económica, por lo que el coste de la baja es asumido íntegramente por todo tipo de trabajador.
Sin embargo, la medida de Sanidad no es nueva: ya se aplica en varios países europeos y se puso en marcha, con matices, durante algunos periodos de la pandemia. Vigente en Reino Unido, Suecia o Portugal, por ejemplo, el impacto de este tipo de autobajas ha demostrado su eficacia en descongestionar la Atención Primaria. En ello se apoya Mónica García, quien argumenta que agilizar el proceso de bajas para casos leves es una necesidad urgente, especialmente ante el aumento de infecciones respiratorias.
La labor de muchos médicos, catalogadas a veces como "actos de fe", se han intensificado, sobre todo, entre las consultas de familia. Estas dan el alta y el baja normalmente a la vez, con un periodo entre medias de tres o cuatro días, pero, ¿qué ocurre si el trabajador se encuentra mejor a la mañana siguiente o a los dos días? Esto es lo que se apunta desde los sindicatos y diferentes partidos políticos, preocupados estos por el absentismo laboral y prácticas abusivas.
Tensión entre sindicatos y sanitarios
La UGT ha afirmado que "no puede pronunciarse" sobre las autobajas de tres días propuesta por el Ministerio de Sanidad al haber conocido la medida "por los medios de comunicación", lamentando a la par una "falta de información y de relación" por parte del Gobierno. "Una vez más, el Gobierno y, en este caso, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha preferido dar la noticia antes de realizar la consulta pertinente a los agentes sociales", ha informado el propio sindicato en un comunicado posterior.
Además de presentar cautela, los sindicatos se encuentran, al parecer, fuera de los planes de consulta de Sanidad, con quienes aún no ha mostrado interés en acordar términos. "Sanidad no nos ha trasladado nada en relación a este tema y, por lo tanto, no sabemos cómo ni de qué manera van a proceder a llevar a cabo dicha cuestión", recalcan desde UGT. Fuentes del sindicato también se posicionan en contra: "no es el procedimiento adecuado", ya que "trata temas sensibles y que necesitan matizaciones".
Por otro lado, cabe recordar que el periodo de baja laboral por incapacidad temporal (IT) comienza con la baja del médico. Los primeros tres días de baja no están cubiertos por la prestación por IT de la seguridad social, aunque muchos sectores han ido estableciendo en sus convenios colectivos que la empresa pague el salario, o parte del mismo desde el primer día de baja. Desde el día cuatro hasta el 20 de la baja, el empleado recibirá un 60% de la base reguladora de la prestación por IT. A partir del día 21 recibirá un 75% de la base reguladora pagada por la Seguridad Social o la mutua.
"En ambos casos, nuevamente, muchos sectores y empresas han ido estableciendo en sus convenios colectivos porcentajes mayores complementarios (a cargo de las empresas) a los reconocidos por Sanidad", destacan al respecto los sindicatos.
Más presión en las empresas
Contentar a todo el mundo es muy difícil, incluso imposible en la mayoría de casos, pero los datos avalan una realidad preocupante. Los cálculos de Randstad Research, teniendo en cuenta las últimas cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), apuntan a que las horas perdidas en un mes como consecuencia de las bajas médicas entre los asalariados ascienden a 130,5 millones, en referencia al tercer trimestre este último año. En término relativos, esto representa el 4,8% de todas las horas pactadas. Casi nada.
La cuestión a estudiar en este caso es cuántas de esas bajas podrían considerarse fraudulentas o abusivas, un asunto sobre el que no hay registros ni datos oficiales. Desde Adecco Group Institute aseguran que las empresas identifican un fraude próximo al 10% de estas.
Este incremento de las bajas por enfermedad es un factor que aviva el problema de la productividad que tiene España desde hace años y empieza a sufrir también la Eurozona, se suma a la falta de mano de obra y "posiblemente está haciendo que muchas empresas se lo piensen todavía más a la hora de despedir a trabajadores porque les pueden necesitar para sustituir a compañeros", destaca al respecto el director general de Economía del Banco Central Europeo, Oscar Arce.