El pasado miércoles la agente de Policía Municipal de Madrid Carmen Muñoz, de 62 años, fallecía en acto de servicio cuando interceptaba la furgoneta en la que dos asaltantes de una oficina de Correos huían. Su compañero, Santiago Lozano, de 52 años y que también resultó herido, intentaba en los días posteriores arrojar más luz al asunto desde el hospital donde permanece ingresado. El suceso ha servido para que muchos vuelvan a reabrir el debate: ¿Debe seguir patrullando un policía hasta la misma edad de jubilación que otros colectivos?
En este caso la policía fallecida había confesado estar 'en la calle' por petición propia, era una agente por vocación y tanto su edad como la de su compañero son datos accesorios a la hora de valorar lo ocurrido. El propio superviviente explicaba que ni siquiera les había entrado el aviso por la emisora, sino que les había alertado un ciudadano en plena calle. No les dio tiempo ni a colocarse los chalecos antibalas, y el infortunio quiso que su coche se cruzara en la huída de los delincuentes, que abrieron fuego sin pensárselo dos veces. Les podría haber pasado igual a dos policías de 30 años.
"No tiene sentido que una persona de 62 años esté en este tipo de puestos cuando podría tener mejores condiciones", explican desde el sindicato CPPM
Pero incluso en el supuesto de que les hubiera dado tiempo a prepararse y estar prevenidos, la peripecia para solventar una situación similar depende de diferentes circunstancias. Los policías son considerados como 'expertos tiradores', pese a que en un año pueden acudir apenas en dos ocasiones a las galerías de tiro, disparando no más de 40 cartuchos, algo de lo que los propios agentes se quejan. Además son muchos los policías que han resultado condenados por un juez que entendió que utilizar su arma no era un 'uso proporcional de la fuerza' en circunstancias de peligro.
Pese a todo, el desafortunado incidente del miércoles ha servido para que los sindicatos de Policía Municipal hayan vuelto a reclamar mejoras en lo que a edad de jubilación se refiere. Julián Leal, secretario de Difusión y Prensa del Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM) en la sección sindical madrileña, explica que ésta es su principal batalla. "No tiene sentido que una persona con 62 años esté en este tipo de puestos, aunque sea por voluntad propia. Nosotros llevamos tiempo pidiendo algo tan sencillo como que se nos equipare con el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad".
Puestos menos peligrosos a cierta edad
Y es que existe una unificación de criterio para el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), Guardia Civil, Bomberos, Ertzaintza y en breve también para los Mossos d´esquadra que les permite retirarse de los puestos más peligrosos cuando han cumplido 55 años. Según explican desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP, representante del CNP), dependiendo de cuándo hayas entrado al cuerpo, puedes pasar con 55 años (o 58 si entraste a partir de 2001) a lo que llaman "segunda actividad". En ella, no se presta servicio activo y se pierden entre 500 y 600 euros de nómina, pero a cambio dejan las tareas más peligrosas de los agentes. Es el equivalente a entrar a 'la reserva' para los militares.
Al menos para el Cuerpo Nacional de Policía, hace tiempo se podía pasar a una situación de "segunda actividad" teniendo o no puesto de trabajo. Ahora es siempre sin puesto, de manera que o permaneces en activo normalmente hasta los 65 años o te pasas a 'la reserva' a partir de los 55 años. Fuentes del SUP añaden también que tienen sobre la mesa un borrador de la Ley de Personal que de aprobarse, permitiría a los agentes a partir de los 58 años optar por seguir en activo pero en un puesto más cómodo, si las características del servicio lo permiten. Si no se aprueba la ley, la decisión quedará en manos del superior jerárquico.
En otros cuerpos existe la posibilidad de pasar a "segunda actividad" a partir de los 55 años, una especie de prejubilación equiparable a la 'reserva' de los militares
Los efectivos escasean
Precisamente esos jefes de unidad o superiores serían los que, según CPPM, estarían presionando a los agentes para 'hacer calle', dando más facilidades para vacaciones o días libres a quienes se mantengan patrullando. Esto se debe a la progresiva escasez de efectivos que empiezan a acusar los diferentes Cuerpos. Julián Leal apuntaba que en Policía Municipal están en niveles de agentes de 2003, no se está respetando siquiera la tasa de reposición de efectivos (cubrir las plazas de quienes se jubilan) al mismo tiempo que crece el índice de criminalidad.
En la Comunidad de Madrid, además, el convenio para la creación de la Bescam finaliza en apenas 3 años, retirándose la financiación en 2015, lo que puede suponer muchos agentes menos trabajando. Además, las últimas medidas del Gobierno que afectan a los funcionarios están suponiendo que muchos policías hayan decidido no trabajar con la misma entrega que meses atrás.
Cabría recordar además que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad tienen también los 65 años como edad de jubilación, ampliable a los 67 según las pretensiones del Ejecutivo. De llevarse a cabo sin excepciones, la pregunta queda en el aire: Si muchos se han llevado las manos a la cabeza al saber que Carmen Muñoz patrullaba con normalidad a los 62 años, ¿qué pasaría si cualquiera lo hiciera con 66?