El Partido Popular se prepara para el primer choque entre Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida por el control de la formación madrileña, la más importante en el partido que lidera Pablo Casado. Las posiciones de partida de ambos dirigentes están muy alejadas y todo apunta a que tendrá que ser Génova el que tome la decisión definitiva en unos meses.
El PP madrileño cuenta con un presidente interino desde hace casi dos años y medio en la figura de Pío García Escudero, quien fue colocado por Mariano Rajoy de forma provisional tras la precipitada dimisión de Cristina Cifuentes. Era principios de mayo de 2018, cuando nada hacía prever que en unas semanas iba a haber una moción de censura que sacaría a Rajoy del poder y que, dos meses después, el PP tendría un nuevo líder en Casado tras un proceso interno de primarias y un congreso extraordinario.
Aquella gestora sigue formalmente en pie al frente del PP madrileño. En el equipo de Almeida creen que el congreso regional se celebrará en el primer trimestre del próximo año, mientras que en la Puerta del Sol, sede de la Presidencia madrileña, apuntan a finales de 2021 ya que por lógica debería convocarse primero el congreso nacional ordinario.
El calendario sigue por tanto abierto pero, en uno u otro caso, el problema para los populares es que Ayuso y Almeida divergen por completo sobre quién debe dirigir el PP madrileño. La presidenta defiende que tiene que ser ella, como ocurrió en las últimas legislaturas madrileñas de Esperanza Aguirre y en el breve reinado de Cifuentes. Además, es la práctica habitual del PP en todo el país con sus barones territoriales.
El alcalde, sin embargo, guarda muy mal recuerdo de la irrespirable bicefalia entre Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón, por lo que prefiere que se busque una figura de consenso para presidir el PP de Madrid que no sea ni la presidenta ni el primer edil de la capital.
La opción de Ana Camins
En esa ecuación aparece la senadora y diputada autonómica Ana Camins, actual número dos de García Escudero en el PP madrileño y amiga personal del líder nacional. Cuando ella estuvo en las Nuevas Generaciones ya fue secretaria general del PP madrileño a las órdenes del propio Casado, de ahí que nadie ponga en duda la buena sintonía entre ambos.
A Almeida le parece que Camins es la persona perfecta para salir de la prolongada interinidad. Además, recela del papel de Miguel Ángel Rodríguez, quien fuera portavoz de José María Aznar en los noventa y que en la pasada campaña electoral regresó a la política para dar impulso a la candidatura de una Ayuso que era completamente desconocida para los madrileños.
Cuando la presidenta llevaba cuatro meses en el poder, dio un golpe de mano al elegir a Rodríguez como su jefe de Gabinete en la Puerta del Sol, provocando un enorme enojo en Ciudadanos, su socio de gobierno y que guardaba reproches contra él desde la campaña. En el equipo de Almeida tampoco se fían de él. "No queremos que MAR -el acrónimo por el que se le conoce en los cenáculos de poder- se ponga a hacer las listas para el congreso", advierte una persona de confianza del alcalde a Vozpópuli.
Ayuso cuestiona la idoneidad de la solución Camins. En la sede de la Presidencia madrileña recuerdan, por ejemplo, que Aznar ya impuso esa fórmula salomónica precisamente con García-Escudero durante 11 años, de 1993 a 2004. Primero para mediar entre Rodrigo Rato y un ambicioso Gallardón, y luego como dique de contención entre una Aguirre que asumía galones como representante del ala más conservadora y un Gallardón que buscaba la imagen de ser el más moderado dentro del PP.
Pero aquella operación pacificadora de García-Escudero acabó con duros reproches en 2004, una vez perdidas las elecciones generales del 14-M y con el ascenso a la presidencia del PP madrileño de Aguirre. Lo peor de aquella situación es que dejó a Rajoy una enconada rivalidad entre la entonces presidenta de la región y el alcalde de Madrid, con muchas víctimas colaterales y episodios como 'Gürtel' o el espionaje de la 'Gestapillo' que marcaron toda la etapa del gallego como presidente del PP.
"Excesivo" otro 'premio' a Almeida
En la Puerta del Sol advierten, además, que Almeida acaba de ser nombrado portavoz de la Ejecutiva nacional del PP y ven "excesivo" darle otro 'premio' con su idea de una presidenta de consenso para dirigir a los populares madrileños. Por ello, planten que hay que equilibrar la balanza colocando a Ayuso al frente del PP de Madrid.
Casado, por tanto, se encuentra en la disyuntiva de dar a Ayuso el mismo poder político y orgánico que tuvo Aguirre en sus mejores tiempos o, por el contrario, hacer caso a su alcalde de Madrid, una figura emergente dentro del nuevo PP gracias a su papel durante la primera ola del coronavirus, en la que logró cerrar acuerdos entre todos los portavoces, desde Vox hasta las formaciones de izquierda -PSOE, Podemos y Más Madrid-.