Para Alfredo Pérez Rubalcaba, que era ministro del Interior cuando se profundizó en la investigación del ‘caso Gürtel’, la sombra de la trama es tan alargada que envuelve también a la contabilidad del PP y, por supuesto, al cobro de los presuntos sobresueldos por parte de los integrantes de las ocho ejecutivas que convivieron con Luis Bárcenas como tesorero. En cambio, para el PP son dos piezas separadas que no tienen vinculación entre sí, ya que no reconoce la existencia de estos sobresueldos ni, como es obvio, la relación de los 22 millones que Bárcenas consiguió acumular en Suiza con su financiación. “Conocimos la existencia de 22 millones de euros en una cuenta particular de un banco suizo. No tiene nada que ver con el Partido Popular…”, dijo el sábado Mariano Rajoy en la sede central de su partido.
A juicio del PP, el caso de los falsos sobresueldos y el de la trama Gürtel son dos asuntos que no guardan entre sí relación alguna, al contrario de lo que defienden los socialistas
Quien arbitrará en breve esta pugna política es, ni más ni menos, que el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, en magnífica sintonía con el ministro Alberto Ruiz-Gallardón. Primero, tiene que supervisar si la Fiscalía Anticorrupción observa indicios de delito en las cuentas preñadas de dinero negro a las que el PP niega cualquier veracidad. En segundo lugar, debe decidir si se instruye como pieza separada o dentro de la indagación que la Audiencia Nacional conduce desde hace cinco años sobre la trama Gürtel. En el primer supuesto, es muy probable que el caso quedara fuera del radar del juez Pablo Ruz, como desea el PP y en el segundo, supondría una victoria para el PSOE, que busca mezclar en una especie de cóctel explosivo ambas investigaciones. De hecho, los socialistas presentarán este martes un escrito a la Audiencia Nacional para que reclame el cuaderno de 14 páginas publicado por El País donde se resume la supuesta contabilidad de 18 años del PP con el registro de los receptores de dinero negro.
Si la Fiscalía opina que se investigue como pieza separada la supuesta contabilidad del PP, el caso quedaría, probablemente, fuera del radar del juez de la Audiencia Pablo Ruz
De momento, la pelota está en la Fiscalía Anticorrupción, el primer estadio donde se valora si los presuntos sobresueldos deberían ser investigados o no junto a la trama Gürtel al proceder, como defiende Rubalcaba, del cobro de comisiones ilegales por parte de Bárcenas y de su lugarteniente en la red, Francisco Correa. Torres Dulce penetró hace unos días en este dilema como un toro miura al opinar que, con lo ya conocido, hay materia suficiente para que la fiscalía actúe de oficio e, incluso, si resulta oportuno, llame a declarar “a toda la cúpula del PP”, incluido el presidente del Gobierno. Este embestida causó malestar y nerviosismo en la sede de Génova, 13, donde en algún momento se escucharon algunos comentarios inflamados sobre las intenciones del fiscal y, por extensión, del ministro de Justicia. “Si nosotros llegamos a la conclusión de que su testimonio [el de la cúpula del PP] es esencial para esclarecer los hechos, hechos de naturaleza delictiva, no dude de que serán llamados a declarar”, insistió Torres-Dulce en declaraciones a 13TV.
Eduardo Torres-Dulce ha advertido recientemente que no le gusta que los políticos se metan en su trabajo como fiscal
El fiscal, que ha declarado que no le gusta que los políticos se metan en su trabajo, tiene ante sí una papeleta difícil, aseguran fuentes del PP, pues si se decanta por desvincular la investigación sobre los supuestos sobresueldos de la trama Gürtel será vilipendiado por los socialistas y si defiende el criterio contrario corre el riesgo de comprometer a Gallardón, ya que los movimientos del ministro de Justicia y de sus terminales son examinados con lupa tanto en el Gobierno como en el partido desde el reciente revival del ‘caso Bárcenas’.