España

Bárcenas sitúa en años diferentes la cita en la que Rajoy destruyó pruebas de la 'caja B'

En su último escrito ubica la escena a principios de 2009 pero en su declaración ante el juez Ruz dijo que fue en marzo de 2010. El expresidente lo negó al declarar como testigo, obligado a decir verdad

  • El extesorero del PP Luis Bárcenas. -

El extesorero del PP Luis Bárcenas ha irrumpido en escena con un escrito desde prisión en el que se ofrece a colaborar con la Justicia. Da por roto el pacto de no agresión alcanzado con el partido una vez que su mujer ha ingresado en la cárcel por la trama Gürtel. Reitera a la Fiscalía anticorrupción que existía una caja B y denuncia que el propio expresidente del Gobierno Mariano Rajoy destruyó las pruebas en una máquina trituradora. Es un hecho que ya confesó en su día ante la Audiencia Nacional aunque lo situó en un año diferente. 

En su escrito remitido hace unos días a los investigadores cuenta que Rajoy era “perfecto conocedor” de la financiación irregular de la formación. “Hasta el punto de que a principios del 2009 tuvimos una reunión en su despacho, en el que le mostré los papeles de esta contabilidad B. Terminó destruyéndola en la máquina destructora de papeles”, dice Bárcenas en este documento que ve la luz a pocos días de volverse a sentar en el banquillo de los acusados por la corrupción de la formación.

Hace siete años, el extesorero prestó declaración como imputado ante el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz. Fue el 15 de julio de 2013 y pasó cuatro horas contestando preguntas del magistrado y las acusaciones. Solo la transcripción de aquella declaración abarca más de un centenar de folios del sumario. Aproximadamente en el ecuador de su testimonio, contó la escena de la destrucción de pruebas, pero en aquel caso la ubicó en “marzo de 2010”.

Su primera versión

Dijo que en aquellas fechas habló con el entonces dirigente del partido Javier Arenas para preguntarle qué hacer con 4.900 euros que le quedaban en la caja antes de dejar su puesto como senador. Según su primera versión, Arenas le contestó que los metiera en un sobre y se los dejara “al presidente”. “Y eso fue lo que hice, los metí en un sobre, se los dejé, subí una copia del listado, una fotocopia que él destruyó luego en la destructora de papeles, y le dejé el sobre en su despacho”.

El juez Ruz quiso aclarar este punto y le repreguntó por ello: “También le subió un listado de las anotaciones o eso no lo he entendido muy bien”. Bárcenas insistió en ello y explicó que le que subió a Rajoy lo referente al periodo de 2008, que había sido el año que él había dispuesto “en solitario de los fondos” tras sustituir al anterior tesorero, Álvaro Lapuerta, ya fallecido. 

Según dijo, fue una fotocopia que Rajoy “metió en la destructora de papeles y destruyó” en su presencia. “¿Y eso fue en 2009?”, la preguntó el juez. “Marzo del 2010”, precisó Bárcenas, que insistió en esa fecha minutos después. Uno de los abogados de la acusación popular quiso saber quién había tenido acceso a ese listado con la contabilidad B del partido. Bárcenas dijo que solo él, su antecesor Lapuerta “y en el último momento, un folio en concreto, Mariano Rajoy, cuando se destruye el último folio, la fotocopia del folio”.

Rajoy lo negó en el juicio

Esto contradice lo que declaró Rajoy en el juicio por la trama Gürtel en la Audiencia Nacional el 26 de julio de 2017, cuando declaró que no conocía esa contabilidad porque él se dedicaba a la gestión política. Incluso se atribuyó el mérito de haber apartado al empresario Francisco Correa, cabecilla de la trama. Rajoy declaró como testigo, es decir, con la obligación legal de decir la verdad bajo el riesgo de ser acusado por falso testimonio. En esa comparecencia, el expresidente del Gobierno también negó gestiones en favor de su extesorero.  

Bárcenas no dijo en 2013 al juez Ruz lo que ha dicho ahora en su escrito ante la Fiscalía anticorrupción. Cuenta que se guardó una copia de esa contabilidad que, según denuncia, había destruido Rajoy. Sobre el paradero de la copia, el extesorero lamenta que se la robaron los policías implicados en el operativo de la llamada operación Kitchen, todavía bajo investigación en la Audiencia Nacional. Se indaga sobre el dispositivo de seguimiento a su familia que estableció la cúpula de la Policía durante el Gobierno del PP para arrebatarle información sensible sobre la corrupción del partido.

Tras esas declaraciones que comprometían a Rajoy y a otros dirigentes del PP, Bárcenas pactó con el partido, según reconoce ahora por primera vez. Fue una tregua que le llevó, por ejemplo, a retirar la acusación contra la formación por destruir sus discos duros. Lo hizo poco antes del juicio en el que el PP acabó absuelto. El extesorero alegó entonces el extraordinario coste de sus abogados. Ahora dice sentirse un ingenuo por haber creído en las promesas que le hicieron sus excompañeros. 

“El sentimiento de culpabilidad de haber podido provocar que mi mujer estuviese en riesgo de perder la libertad y entrar en prisión me hizo creer inocentemente en la promesa -por parte del Partido Popular- que unos meses después esta primera declaración de 15 de julio se me hizo llegar sobre que Rosa no entraría en prisión gracias a las gestiones que ya se habían iniciado”, explica el escrito remitido a la Fiscalía en el que alude a esa declaración de 2013.

La oferta en prisión

Este periódico informó de que el extesorero del PP informó al juez que investiga el caso Kitchen en la Audiencia Nacional que, estando en prisión, le hicieron llegar una oferta de pacto para obtener la libertad provisional a cambio de "condiciones". Esta versión viene recogida en un documento que Bárcenas le entregó al magistrado Manuel García Castellón el día que fue a declarar como víctima del presunto espionaje al que fue sometido.

Este cambio de estrategia se produce pocas semanas después de que Bárcenas haya cambiado de abogado. Ese cambio se ha producido solo en lo que afecta al caso Gürtel y sus derivadas ya que en su condición de víctima de la trama Kitchen mantiene a su misma abogada. En los próximos días Bárcenas se enfrenta a otra condena de cinco años de cárcel por la reforma de la sede del PP de Génova.

Se dilucidará si el partido pagó las obras de la sede con el dinero procedente de las donaciones de empresarios que luego se beneficiaban de contratos públicos. Ese dinero que entraba luego se distribuía presuntamente en gastos como el de la sede o sobresueldos entre los dirigentes. Bárcenas se encuentra desde hace cuatro años en la cárcel donde cumple 29 años de condena por su papel en la trama Gürtel.

El Código Penal, en su artículo 21, contempla atenuantes de pena para aquellos que colaboren con la Justicia. Sin embargo, las fuentes jurídicas consultadas advierten de que en caso de que eso acabase siendo así, apenas tendría repercusión en su estancia en prisión. Si acaso, podría tenerse en cuenta de cara a la solicitud de beneficios penitenciarios a la hora de valorar su evolución.

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