De concretarse, se trataría de uno de los más generosos préstamos concedidos por el BEI a un proyecto español desde que Álvarez ocupa un puesto relevante en el organismo.
Pero bajo la capa de ayuda al ámbito de la Universidad, realmente se presenta todo un plan de obra pública, puesto que la principal partida del préstamo se destinaría a la construcción de nuevos edificios y las reformas de los ya existentes correspondientes a diez universidades públicas de la comunidad autónoma de Andalucía.
Para este plan, la Junta acaba de presupuestar algo más de 600 millones de euros, de los que la mitad serían financiados por el BEI en el caso de que finalmente apruebe el crédito.
Desde que se incorporó a la entidad, en julio de 2010, Magdalena Álvarez tiene el cometido, entre otros, de ser responsable de las operaciones de financiación en España y Portugal. A partir de entonces, hasta la mesa del BEI han llegado algunos proyectos como la licitación del tramo final de la Autovía de La Plata (A-66, entre Benavente y Zamora, bajo el esquema de proyecto público-privado), la reconstrucción de la localidad de Lorca tras el terremoto que la asoló la pasada primavera y determinados capítulos de la interconexión energética entre España y Francia.
Ninguno de ellos alcanza la cuantía del que promueve actualmente la Junta de Andalucía.
En concreto el proyecto contempla la ampliación del espacio para profesores y alumnos de los centros docentes, la mejora de la enseñanza con un incremento y refuerzo de las infraestructuras. También se presenta como un apoyo para la innovación en este ámbito. No obstante, la mayoría de las actuaciones contempladas están relacionadas con la construcción.
Andalucía es una de las comunidades autónomas en las que más se ha recortado la licitación de obra pública. Los presupuestos para el año que viene, presentados durante esta semana por el Gobierno autonómico, no contemplaban ni un euro de inversión para la ampliación del metro de Sevilla, una de las principales obras de infraestructuras de la región, que apenas podrá avanzar en 2012 después de numerosos retrasos.
Magdalena Álvarez ocupa una de las ocho vicepresidencias del Comité de Dirección del BEI, que es realmente su órgano ejecutivo, por delante del Consejo de Administración, para el que prepara las decisiones a las que éste da el definitivo visto bueno y posteriormente se encarga de su ejecución y supervisión.
El puesto que ocupa España en este organismo es compartido con Portugal. De hecho, la ex ministra de Fomento ocupó el cargo que dejó el luso Carlos da Silva Costa, que abandonó el BEI cuando fue nombrado gobernador del Banco de Portugal.