Al Gobierno de Junts pel Sí en Cataluña le llueven los problemas. Ahora en el terreno lingüístico, un conjunto de 280 profesores, intelectuales, académicos y políticos han presentado un manifiesto en la Universidad de Barcelona, en el que carga contra el bilingüismo y exige un nuevo país donde solo sea oficial el catalán.
"Uno de los grandes problemas de la nueva República, quizás el más importante, será el problema lingüístico, porque afecta a la base misma de la cohesión social", apunta el escrito, que ha sido firmado por próximos a Junts pel Sí como Salvador Cardús, Vicenç Villatorio o Jaume Cabré. Otros de los firmantes del texto son el exlíder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, y el diputado de la CUP Juliá Jórdar.
El colectivo, agrupado en el grupo Koiné, argumenta que el bilingüismo sitúa el catalán en una posición de igualdad ficticia respecto del castellano. "La ideología bilingüista no es nada más que una forma de encubrir y legitimar la subordinación de una lengua a la otra y el consiguiente proceso de sustitución lingüística que sufre la sociedad catalana". Asimismo, el texto añade que "la lengua de la inmigración (no sólo la española) toma a todos los efectos el rol de lengua del país y lengua nacional y, contrariamente, la lengua del país se va reduciendo y acabará desapareciendo".
El polémico manifiesto, bajo el título Per un veritable procés de normalització lingüística a la Catalunya independent, explica que con la llegada de la democracia el catalán se recuperó en algunos aspectos, pero con fuerza insuficiente. "En las zonas más pobladas lo conocen, pero lo usan mínimamente", hasta el punto que va camino de "convertirse en una especie de dialecto del castellano", que no es más que una "lengua impuesta por el Estado".
Así, bajo este argumento denuncia que "algunos grupos políticos, bajo la capa de la ideología bilingüista, proponen para la futura República catalana que la anormalidad lingüística actual se siga garantizando y se vuelva falsa normalidad". Y es que el programa electoral de Junts pel Sí establece que en una Cataluña independiente "la lengua castellana seguirá siendo oficial".