El Gobierno quiere armar a sus funcionarios de 'resiliencia emocional'. La inteligencia emocional, aquel concepto que puso de moda hace años Daniel Goleman y que ha servido a unos cuantos para forrarse a costa de vender libros de autoayuda, uno de los géneros de nuestro tiempo, está de moda en Moncloa. Como ha podido comprobar Vozpópuli, el Ministerio de Presidencia ha contratado por 1.260 euros un curso de 'Resiliencia y gestión emocional' con Creatia Business.
Fuentes de Presidencia aseguran que los destinatarios de este curso no son ni Pedro Sánchez, ni Félix Bolaños, ni el resto de ministros. Al parecer está destinado a los funcionarios de Moncloa. "El objetivo es ofrecer a los alumnos la posibilidad de desarrollar la capacidad de adaptación a los cambios identificando las cualidades personales y competencias profesionales para poder utilizarlas en dicho proceso repercutiendo de una forma positiva en el ámbito laboral", explican.
Además, Presidencia subraya que "forma parte del Plan de Formación para empleados públicos" y que, "desde hace ya unos años", es un curso habitual en departamentos ministeriales del Ejecutivo de Sánchez.
En el manual del curso de resiliencia emocional de Creatia Business se afirma que "la inteligencia emocional se entiende como un conjunto de habilidades que nos permite, entre otras cosas, tomar las riendas de nuestros impulsos emocionales, comprender los sentimientos más profundos de nuestros semejantes y manejar amablemente nuestras relaciones".
"Enfadarse con la persona adecuada"
Otra de las virtudes de las que presume este centro de la inteligencia emocional es que desarrolla la habilidad de "dominar esa capacidad que señaló Aristóteles de enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto".
Las habilidades que desarrollarían los funcionarios que acudan a esta formación son:
- Reconocer emociones propias.
- Reconocer las emociones de los demás.
- Identificar y nombrar correctamente a las emociones.
- Incrementar el nivel de tolerancia a la frustración.
- Identificar de manera anticipada los efectos nocivos de las emociones negativas.
- Ser capaz de construir emociones positivas.
- Ser capaz de lograr la automotivación.
- Tener una actitud positiva ante la vida.
- Desarrollar la capacidad de avanzar.
"Reconocer emociones", "nombrar emociones", "desarrollar la capacidad de avanzar", son algunas de las competencias que en Moncloa consideran imprescindibles para seguir adelante. En el apartado comunicativo, los alumnos desarrollarán "los Cinco Secretos de una Comunicación Eficaz" o "Las Diez Distorsiones que desencadenan los conflictos personales".
La inteligencia emocional ha recibido diversas críticas del mundo de la Psiquiatría por la endeblez de sus argumentos. Rafael Manrique, psiquiatra, escribe en la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría: "Una las características de la madurez humana es la capacidad de gestionar de manera creativa, actual y eficaz los propios deseos. Y eso no es nunca fácil. Nada que ver con la expresividad o transparencia de la que nos habla la Inteligencia Emocional. La gestión del deseo, de la pasión, es lo que nos hace seres cultos. Es la cultura un proceso de ocultación, de marginación de elementos naturales, de simbolización, etc., eso es lo propio de los humanos. Las emociones no, esas las compartimos con las bestias, esas sí que actúan emocionalmente. Los diversos modelos de comprensión psicológica basados en la aceptación y el compromiso con el inevitable sufrimiento y renuncia de la existencia son, sin duda, un procedimiento de crecimiento personal mucho más rico".
Resiliencia emocional para negociar los PGE
El ministro de Presidencia va a tener que armarse de 'resiliencia emocional' para negociar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) con el resto de socios de Gobierno una vez que se ha llegado a un acuerdo con Podemos. Según confirman fuentes socialistas, Félix Bolaños va a formar el equipo que lidere estas negociaciones junto a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López.
Birmania
Si no saben controlar sus emociones, no deben trabajar en Moncloa, España no está para que la gobiernen niñatos incapaces de aguantar la presión.