Las paredes de la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) retienen a los peores criminales de la historia de España. Los inquilinos de este recinto penitenciario son la personificación del mal sobre la tierra. Psicópatas que están a gusto conviviendo entre ellos. "No se muerden entre los de su especie", relata a Vozpópuli Alicia Redondo, la abogada de la familia de Álex, el niño de 9 años de Lardero (La Rioja), asesinado por Francisco Javier Almeida. Este delincuente reincidente ha solicitado seguir en esta prisión donde tiene 'ilustres' compañeros como el Chicle, Miguel Carcaño, Tony King o José Bretón.

Esta semana la Audiencia Provincial de La Rioja condenó a Almeida a prisión permanente revisable por el asesinato de Álex. Una decisión que el delincuente ha anunciado que recurrirá a pesar de las ingentes pruebas que existen contra él. Desde la misma noche del homicidio, este hombre permanece preso. En un primer momento, estuvo en la prisión de Segovia, pero fue traslado por seguridad a Herrera de la Mancha, donde encontró su nuevo hogar. Un punto donde la Policía Nacional y la Guardia Civil han conseguido encerrar a lo peor de la sociedad española.

Una cárcel de máxima seguridad

Este recinto penitenciario es una cárcel de máxima seguridad con 297 celdas (260 normales y 37 complementarias). Se inauguró el 22 de junio de 1979 y está ubicada en el término municipal de Manzanares, en Ciudad Real. En sus primeros años de vida los condenados eran miembros de la organización terrorista ETA y de los GRAPO. Se encuentra en el centro de una llanura con una superficie de 20.000 metros cuadrados.

En sus dependencias estuvo durante años uno de los asesinos más conocidos de España: Miguel Ricart. El condenado por el crimen de las niñas de Alcasser se benefició de la derogación de la doctrina Parot y abandonó el recinto el 29 de noviembre de 2013. Estuvo 21 años de su vida entre estas paredes.

Almeida quería volver a esta cárcel

Una de las curiosidades de este centro es que no cuenta con un área de aislamiento como tal. "Ellos no se muerden entre los de su especie", explica la abogada de la familia de Álex. Una de las preocupaciones de Almeida cuando fue condenado era volver a esta cárcel y no ser trasladado. Lleva un año en estas instalaciones donde se encuentra cómodo y sin ver peligrar su vida. No tiene miedo al resto de presos.

El elenco de delincuentes de este recinto podría perfectamente firmar el reparto de las peores películas o series de terror. La sola mención de sus nombres hacen temblar a la sociedad española que ha vivido en primera persona sus actos macabros a lo largo de los años. En Herrera permanecen totalmente controlados y no hay casi visitas al exterior.

El día a día de esta cárcel es el cotidiano en los recintos penitenciarios españoles. Zonas comunes, gimnasio, comedor... no hay distinciones a pesar del nombre de sus residentes. Los funcionarios vigilan de cerca que no se produzcan incidentes entre los reclusos. Tampoco son habituales las peleas. La tranquilidad es la nota predominante en esta prisión.

Bretón, Carcaño, El Chicle....

Almeida tiene entre sus compañeros a Miguel Carcaño, condenado por el asesinato de Marta del Castillo, o Tony King, el 'ejecutor' de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes. También comparte celdas con Sergio Morate, que mató a su exnovia Marina Okarynska y a su amiga Laura del Hoyo en Cuenca. Otro de los reclusos de este centro es el que muchos han denominado la "personificación" del mal: José Bretón. Fue condenado por matar a sus dos hijos, Ruth y José. No saldrá de Herrara de la Mancha hasta 2036.

 José Enriquez Abuín, El Chicle, conocido por el asesinato de Diana Quer también vive entre sus paredes. Este delincuente entra y sale de la cárcel por los numerosos casos pendientes que aún tiene sobre sus espaldas. No solo hay asesinos en el recinto y una gran parte de los presos están condenados por violaciones. Es el caso del conocido Antonio Ángel Martín Rodríguez, el denominado pederasta de Ciudad Lineal.

Psicópatas con psicópatas

¿Es bueno juntar a psicópatas con psicópatas? Los especialistas han escrito muchos estudios sobre la población reclusa que tiene diagnosticado "diversos trastornos de la personalidad, entre ellos la psicopatía", según explica a Vozpópuli Oscar Tarruella, analista experto en conductas criminales violentas.

Muchos de ellos destacan la "inconveniencia de que dicha población reclusa mantenga contacto con sujetos psicópatas", pero el hecho de "mantener un aislamiento de estos con el resto de reclusos no psicópatas, también plantea un conflicto difícil de solucionar, al menos, con la política penitenciaria actual". La solución a esta pregunta puede estar en un estudio vanguardista que se viene realizando en España desde hace más de cinco años y "arroja datos bastante alentadores".

Este análisis, según Tarruella, refleja que "el 20% de los reclusos psicópatas violentos que se comprometieron a participar voluntariamente en el programa, siguiéndolo hasta su finalización, no ha vuelto a reincidir". No obstante, este experto analista insiste que es un "tema complejo" y aún "estamos en el inicio del exhaustivo estudio que requiere este tipo de sujetos cuando ingresan en prisión". Existe una fecha para poder obtener resultados convincentes: diez años.

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