Los peritos de la Guardia Civil datan la carta entre los meses de noviembre y diciembre de 1995. La misiva, firmada por Anboto -María Soledad Iparraguirre-, fue intervenida en el registro de una vivienda en Pasajes de San Pedro, en el País Vasco, en febrero de 1996. "No se trata de un mero papel, ni de una carta personal, sino de un documento orgánico proveniente de ETA, en el que se efectúan referencias a entregas de material, facilitación de fondos, infraestructura y a las acciones violentas realizadas o pendiente de realizar, entre las que se identifican la que había sido realizada en 10 de noviembre de 1995 en Salamanca y la que se iba a ejecutar de manera inminente en León [el 22 de diciembre de 1995]".
La comunicación, según aseguró en sentencia la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, constituyó un "indicio incriminatorio especialmente relevante" en el juicio contra el etarra Sergio Polo, quien fue condenado a 110 años de cárcel al considerarse acreditado que colocó una bomba lapa en el coche del comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo. Ahora servirá de evidencia para juzgar a Anboto, la histórica dirigente de ETA que, según adelantó El País, será entregada a España la próxima semana por las autoridades francesas.
No será una entrega temporal. Este agosto, la etarra termina de cumplir la condena por la que está recluida en Francia. Una vez en suelo español ingresará en prisión a la espera del juicio por el asesinato de Cortizo y una vez culminada la vista oral se enfrentará al resto de causas que tiene pendientes en la Audiencia Nacional.
"Instrucciones concretas"
Según el auto de procesamiento con fecha 5 de octubre de 2015, Anboto habría facilitado el material explosivo a Polo y además le habría dado "instrucciones concretas" para cometer el atentado. Aquel 22 de diciembre de 1995, sobre las 13.25 horas, explotó el coche en el que viajaban el comandante Cortizo y su hija -de entonces 18 años-. Él falleció; ella y otras cinco personas resultaron heridas.
"Necesitamos saber si has colocado los petardos que te mandamos o si tienes idea de colocarlos, que nos hagamos una idea de lo que puede venir. O si sigues detrás del de León. Ya sabes para que vayan preparando un comunicado majo", se lee en la carta incautada por la Policía Judicial y reproducida, a trozos, en la sentencia a la que ha tenido acceso Vozpópuli.
La autenticidad de dicho documento, explicaron los jueces en la sentencia del 19 de marzo de 2018, "no ofrece lugar a dudas, tanto por la firma que aparece en la misma, Anboto, como por su estructura y contenido, por la semejanza con otras comunicaciones procedentes de la misma persona y dirigidas a comandos de los que era responsable". Los magistrados también destacaron las referencias a atentados terroristas concretos y el hecho de que la carta se recuperara en un piso "en el que residía una persona condenada por delitos de terrorismo y en el que se encontraron un gran número de explosivos"
En aquella comunicación, Anboto dio respuestas a varias dudas planteadas por Polo: "Nos preguntas también sobre el campo magnético que generan los imanes. Los imanes no tienen fuerza para hacer estallar el explosivo, de todos modos está bien tomar todas las medidas de seguridad". Y también contestó a los requerimientos de dinero que hacía a la banda terrorista. "Se nos ha acabado el presupuesto de este año, por tanto, esta vez no te hemos enviado más dinero", escribió la histórica dirigente.
A juicio de los magistrados que condenaron a Polo, los elementos incriminatorios que resultan del contenido de la comunicación orgánica remitida por Anboto "se ven corroborados por otro sólido indicio, a saber, los materiales y efectos intervenidos en el piso alquilado y en el que vivía el acusado".
Declaraciones y periciales
Al "indicio incriminatorio especialmente relevante" que supone la carta se suman las declaraciones de otros dos integrantes de ETA que relataron las instrucciones emitidas por Anboto y el "adiestramiento llevado a cabo por esta para la fabricación de los explosivos, la entrega de los mismos y las órdenes para cometer los atentados", según consta en la sentencia.
Los peritos de la Guardia Civil también aseguraron en sede judicial que la dirigente etarra era quien transmitía "las órdenes del Comité Ejecutivo sobre los objetivos contra los que atentar", quien "aprobaba los propuestos", quien facilitaba los cursos de adiestramiento, quien "proporcionaba los enlaces para las entregas de material y fijaba o aprobada los objetivos".
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional deberá determinar ahora la participación de Anboto en los hechos. Tras pedir la reapertura del procedimiento en 2015, la Fiscalía solicitó para Polo -autor directo de los hechos- un total de 122 años de prisión por delitos de asesinato terrorista contra miembro de las Fuerzas Armadas, por delitos de asesinato frustrado y por tenencia de explosivos.