España

Casado intenta amortiguar la salida de Álvarez de Toledo con la promesa de una oposición más dura

El PP reniega de un posible giro moderado tras la destitución de Álvarez de Toledo y descarta negociar los Presupuestos o los órganos del Poder Judicial con el Gobierno 

  • Pedro Sánchez y Pablo Casado en Moncloa

No hay cambio de rumbo. El líder del PP, Pablo Casado, ha tratado en las últimas horas de amortiguar la destitución de Cayetana Álvarez de Toledo con la promesa de una oposición igual de dura o más con el Gobierno de Pedro Sánchez

No habrá negociación presupuestaria. Y la renovación del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional siguen en punto muerto. Es el mensaje que traslada la cúpula de Génova. El entorno de Casado asegura que el nombramiento de Cuca Gamarra como portavoz en el Congreso no abre una etapa de diálogo con Sánchez, sino todo lo contrario.

Casado está muy molesto con la rueda de prensa que dio Álvarez de Toledo a las puertas del Congreso. Asegura que le ha faltado elegancia y que no puede estar saliendo a desmentir cada coma de su versión, dicen fuentes próximas al presidente popular. La dirección del PP esgrime que una de las razones que ha provocado su salida es la defensa que ha hecho de un Gobierno de concentración.

"Si ella dice que hay que pactar con Sánchez un Gobierno de coalición, ¿qué diría de los Presupuestos?", dicen fuentes próximas a Casado.

Álvarez de Toledo, sin apoyo del PP

El silencio se ha instalado en el PP tras el cese de la portavoz en el Congreso. Pocas voces con peso en la actual dirección del PP han tenido palabras de reconocimiento hacia Álvarez de Toledo. Apenas el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, y exdirigentes del pasado como Esperanza Aguirre han lamentado su salida.

Es la prueba, dicen fuentes populares, del escaso predicamento de su figura dentro del partido. Hay territorios que no han ocultado en privado su satisfacción por su relevo. El más destacado es Galicia. Alberto Núñez Feijóo y Álvarez de Toledo se han mostrado abiertamente incompatibles desde el principio.

Pero las dudas se han instalado entre los cuadros del PP. La mayoría de principales dirigentes populares ha optado por esconderse hasta escuchar a Casado en la Junta Directiva del jueves, que ratificará los nombramientos de Gamarra como portavoz en el Congreso; del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, como portavoz nacional; y de Ana Pastor como vicesecretaria de Política Social.

Casado: "No hay giro moderado"

Ese discurso, dicen, marcará la estrategia del principal partido de la oposición de cara al nuevo curso político. El perfil de Gamarra, sorayista que peleó contra los postulados de Casado en las primarias del PP, nada tiene que ver con el de Álvarez de Toledo.

Pero Génova se afana en trasladar que no hay giro "moderado", ni acercamiento al PSOE. Y que el PP no tiene previsto negociar nada con Sánchez y Pablo Iglesias. El Gobierno, por su parte, ha optado por saludar el relevo. Y las ministras de Defensa, Margarita Robles; y de Política Territorial, Carolina Darias, han confiado en que sea un paso hacia el "entendimiento".

Hay una cierta división de opiniones sobre la estrategia que seguirá el PP a partir de ahora. Hay quien piensa que Casado ha reforzado a su secretario general, Teodoro García Egea, y que ha dado un golpe de mano en el partido para reforzar su autoridad. Otros, sin embargo, creen que este gesto debilita su liderazgo, precisamente porque fue Casado quien impuso a Álvarez de Toledo en la portavocía parlamentaria contra viento y marea.

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