Aunque el conflicto por el control del PP madrileño sigue abierto y las posiciones permanecen estáticas, los populares buscan dejar la crisis en un segundo plano y este lunes, el líder del PP, Pablo Casado, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se han dejado ver conversando en el acto por el 43 aniversario de la Constitución.
En el acto celebrado a las puertas del Congreso -la covid-19 ha impedido hacerlo en el interior- ha reunido a Casado y a varios presidentes autonómicos del PP pues además de Ayuso han acudido a la Carrera de San Jerónimo los presidentes de Galicia, Castilla y León y la Región de Murcia, Alberto Núñez Feijóo, Alfonso Fernández Mañueco y Fernando López Miras.
Casado y Díaz Ayuso han estado sentado juntos -con la distancia impuesta por las medidas de seguridad- y al finalizar el acto se les ha visto conversando. La presidenta madrileña ha compartido también conversación con su homólogo de Murcia y ha recibido además un saludo afectuoso por parte del presidente de la Xunta.
El conflicto interno ha copado los corrillos, aunque tras meses de lucha interna, los populares han optado por un perfil bajo, cuando los sondeos muestran un retroceso que coincide con la pugna.
El líder de los populares ha restado importancia a encuestas como la que publica este lunes El Mundo, que tras meses en los que vaticinaba una mayoría absoluta de PP y Vox aleja ahora esta posibilidad, al quedarse el PP con 126 escaños y Vox con 47, a tres de poder formar Gobierno.
Casado ha puesto el acento en que el PP es el primero en intención de voto y adelanta en 20 escaños a los socialistas, "algo que hace muy pocos meses nadie habría anticipado". Cree que el cambio es "imparable" y ha argumentado que el PP aspira a gobernar en solitario y "no depender de otros partidos". Y ha evitado hablar del PP de Madrid.
Ayuso sí se ha referido al choque en el partido, al ser preguntada por los periodistas. La presidenta madrileña ha dicho no saber si el retroceso en las encuestas se debe a esta pugna, pero en todo caso ha abogado por pasar "pronto página".
El conflicto tiene sin embargo un nuevo capítulo en la posibilidad de que un adelanto electoral en Castilla y León o en Andalucía pueda obligar a posponer el congreso del PP madrileño, un escenario que no descarta Génova, que lo estudiará en caso de que se confirmen estas convocatorias electorales, que siguen en el aire.
La presidenta madrileña ha sido tajante al desvincular ambos procesos. "En principio no tendría una cosa que ver con la otra, se circunscribe a diferentes autonomías y órganos distintos. Cada uno llevará su propio calendario", ha afirmado.
Congresos de 2022
Otras voces en el PP sí relacionan los distintos eventos y creen que las urnas afectarían no sólo al de Madrid, si no al resto de congresos previstos en el primer semestre de 2022.
En todo caso, la presidenta madrileña no va a confrontar. Fuentes cercanas a Díaz Ayuso sostienen que un adelanto electoral no debería influir porque el congreso ya se vio retrasado por las elecciones madrileñas y de ser así todos los territorios estarían en la interinidad. Pero aún así, y pese a que la presidenta ve necesario celebrar el cónclave cuanto antes porque lo contrario perjudica a todos, Díaz Ayuso mantendrá el perfil bajo.
Mientras tanto, la cena de Navidad del PP madrileño está en el aire, aunque desde la formación insisten en que el motivo es el incremento de los casos de coronavirus, que pone en riesgo un evento que suele contar hasta con un millar de asistentes.
Desde otros territorios ven el conflicto entre Génova y Díaz Ayuso más calmado. Creen que se habrán entrado en razón y constatado que no se podía seguir así y restan importancia al impacto de la lucha interna en las encuestas: cuando se está mucho tiempo en cabeza el desgaste puede venir de múltiples variables, sostienen.
El del PP de Madrid es un conflicto local, que no protagonizaría titulares de darse en otro territorio, señalan también otros dirigentes.