La familia de la exmujer de Fernando ha dicho basta. Tras semanas de recibir amenazas por privado y por redes sociales han decidido denunciar su situación y ponerla en conocimiento de la Policía Nacional. Ya tuvieron que marcharse de la casa okupa de Toledo por miedo a represalias y ahora se encuentran escondidos en la geografía española, según fuentes de la investigación a Vozpópuli.
Este grupo recorre distintas partes de la península ante el miedo a posibles venganzas. En todo momento dicen que están colaborando con los investigadores que buscan respuestas: ¿Cómo murieron los primos en Toledo?. Sus nombres y fotografías han circulado durante los últimos días por las redes sociales. Están señalados por un suceso que aún no está aclarado.
Creían que los primos estaban secuestrados
Por ello, esta familia ha interpuesto una denuncia ante la Policía Nacional, ya que sienten que están siendo acusados "de ser responsables de la muerte de Fernando y Ángel". En el texto admiten que han huido de la casa de Toledo por el "fuerte temor" a que "tomen represalias" contra ellos y sus seres queridos.
Además, subrayan que, tras la desaparición de los dos menores, acudieron a su domicilio "todos sus familiares" para obtener información y les culparon de su ausencia. Según el testimonio que dijeron a la Policía Nacional los allegados de los primos "se creían que los teníamos escondidos en nuestro piso y en otro inmueble de su propiedad secuestrados".
Pruebas de un posible homicidio
Asimismo, reafirman que este grupo de personas dijo que tenían pruebas de que les habían ahorcado y estrangulado. Por todo ello añaden que en los últimos días están recibiendo amenazas de muerte en caso de que la Policía Nacional no les detenga por este suceso.
Cabe recordar que esta familia ya difundió varios audios en los que defendían su inocencia y denunciaron estas actitudes. Unos mensajes que no han terminado de convencer al círculo de los primos que no creen esta versión y piensan que los menores fueron asesinados.
Para aclarar las circunstancias de las muertes, la familia tiene el respaldo del detective privado Carlos García Barrett. Este investigador forma parte de un equipo de profesionales que cuenta con otroa nombres ilustres como el del forense Francisco Etxeberria y el abogado Marcos García Montes. "Vamos a hacer todo lo posible para que se esclarezca la verdad", remarcó en una entrevista con Vozpópuli.
Un posible ajuste de cuentas
La principal hipótesis sobre la que trabajan es que detrás de la muerte de los primos podría haber un ajuste de cuentas por temas familiares, presumen los allegados de los primos. Desde el entorno de los fallecidos se investiga si hay testigos que constatan que los dos menores llegaron a estar en el piso okupa donde vivía Lucía, la expareja del mayor de ellos.
Los dos primos llegaron a Toledo sin sus teléfonos móviles. Se dejaron sus dispositivos en casa de una forma supuestamente intencionada a requerimiento de la persona con la que habían quedado.
La exnovia de Fernando ha declarado hasta cuatro veces ante los investigadores de la Policía Nacional. Los agentes han registrado en dos ocasiones la casa okupa. Este inmueble fue pintado y limpiado con lejía antes de ser abandonado. La Policía Científica estuvo en el lugar recogiendo pruebas.
Esta joven, que es menor de edad, afirma que llevaba cinco o seis meses sin ver a Fernando. Los agentes de la Policía Nacional trabajan para corroborar esta versión. Esta familia se marchó de su casa pero los investigadores saben su paradero y están colaborando con las diligencias.
¿Accidente u homicidio involuntario?
El detective tampoco descarta que finalmente la causa de la muerte de los primos sea un accidente fortuito o un homicidio involuntario. En ese caso, los familiares de los jóvenes podrían seguir peleando por la petición de una segunda autopsia que podría dar más datos de la investigación. Esta diligencia aún está siendo pensada por los allegados de Fernando y Ángel que parece que no lo tienen claro.
La Policía Nacional mantiene todas las hipótesis abiertas en torno a la desaparición y posterior muerte de los dos primos, Ángel y Fernando, en el vertedero de Toledo. Por el momento, no hay indicios de criminalidad pero los agentes apuran todas las pesquisas.