Los responsables de la red Gürtel compraron voluntades a golpe de coches de lujo. El lujoso Jaguar que recibió Jesús Sepúlveda cuando era el marido de Ana Mato no fue el único coche que la trama de Francisco Correa regaló, sino que las 'visitas' al concesionario aumentaron a medida que creció el fraude. Según detalla el juez Pablo Ruz en el auto con el que da por conclusa la investigación sobre la primera parte de la red de corrupción, el esposo de la ya ex ministra de Sanidad recibió un Jaguar de 52.070 euros que se pagó mediante cheque bancario por valor de más de 8,6 millones de pesetas de una sociedad de la trama, FCS Travel Group. Además, la pareja recibió un Range Rover 4.4 Vogue por valor de otros 83.000,02 euros. En total, el matrimonio Mato-Sepúlveda recibió coches por valor de 135.070 euros. Es decir, una quinta parte del total de 732.000 euros los fondos recibidos por Sepúlveda en concepto de 'mordidas' iban sobre ruedas, según el escrito de Ruz.
La flota de la corrupción se completó con vehículos de lujo a otros cargos públicos con el fin de obtener adjudicaciones. Guillermo Ortega Alonso, 'Willy', fue otro alcalde agraciado con un Jaguar. Ortega fue regidor del ayuntamiento de Majadahonda desde 2001 a 2005 y presidente del Organismo Autónomo del Ayuntamiento de Majadahonda. Además fue presidente local del PP y --según detalla el auto del juez Ruz-- responsable de recaudar fondos a cambio de supuestas adjudicaciones irregulares. Como contrapartida, el magistrado asegura que recibió coches de regalo, en concreto, un Jaguar S-Type que fue adquirido a un precio de 45.000 euros y que fue abonado por Correa y la mujer de éste, Carmen Rodríguez Quijano, que entregaron al concesionario, como parte de la operación, un vehículo Lincoln Town Car Cartier valorado en 31.000 euros.
Se regalaban coches "para crear una relación estable con estas personas ganando su confianza a la vez que favorece la obtención de negocio", dice Ruz
El magistrado describe la motivación que hay tras semejante regalo: “Francisco Correa se encargaba de dádivas (desde dinero en efectivo a regalos de lujo, coches u otros objetos o servicios) en contraprestación a los funcionarios y autoridades intervinientes. De esta forma consigue crear una relación estable con estas personas ganando su confianza a la vez que favorece la obtención de negocio para sus empresas”. Penalmente, se trataría de una supuesta compra de voluntades, que encaja en la figura del delito de cohecho pasivo propio por el que se contemplan penas de prisión de hasta 6 años de cárcel y multas que podrían duplicar el beneficio obtenido.
El juez insinúa que los tres coches de los primeros años de la Gürtel (el auto judicial se refiere exclusivamente al periodo 1999-2005 y a las comunidades de Castilla y León y Madrid) no fueron los únicos y apunta que la entrega de "coches u otros objetos o servicios" se convirtió en práctica común de la trama en los años siguientes.
Coches de alquiler
No obstante, los regalos de coches de lujo no eran la única dádiva 'con cuatro ruedas'. La trama también pagó, a través de la empresa Special Events, alquileres de vehículos para los desplazamientos privados de los políticos en sus vacaciones. Según describe el magistrado, la trama abonó en este concepto 1.995 euros a nombre de Ana Mato. Esa cifra es parte de los 17.998,28 euros que desembolsó la trama Gürtel a la ex ministra de Sanidad como beneficiaria para viajar ella sola. Si a esa cuantía se suman los fondos recibidos para desplazamientos de sus hijos, la cifra asciende hasta los 36.000 euros, y hasta los 55.000 euros si se incluyen los que también disfrutó su marido.
El auto del magistrado llega hasta el año 2005. La trama extendió sus actividades hasta su desarticulación, en febrero de 2009, por lo que el juez Ruz adelanta en su escrito judicial que hay más entregas de coches en los últimos cuatro años de vida de la red Gürtel.
