Pablo Crespo, el presunto número 2 de la trama Gürtel, ha comparecido este miércoles ante el juez Pablo Ruz con una estrategia clara: contestar a pocas preguntas, negar cualquier irregularidad en las actividades de la red de Francisco Correa y echar una mano a algunos de los dirigentes del PP colocados contra las cuerdas por las investigaciones. En su breve declaración de poco más de cuarenta minutos, Crespo negó que 'P.A.C.' fuera el exministro de Fomento Francisco Álvarez Cascos y aseguró que esas tres letras se referían realmente a Paco Correa, su jefe. "Se columpiaron los que frívolamente acusaron a Cascos", añadió a la prensa. También rechazó que 'Luis el Cabrón' fuera Bárcenas, como sostienen los investigadores, e insistió que con ese alias ellos aludían a un personaje ajeno al PP que no está imputado en la causa y al cuál se negó a identificar.
Crespo ha calificado las diversas dádivas que la trama entregaba a políticos como simples obsequios navideños sin relación con las adjudicaciones
Incluso descartó que 'J.M.' fuera el exdiputado 'popular' Jesús Merino, e ironizó que el único Merino que conocía era alguien "relacionado con los grammy latino". Lo único que admitió sobre los acrónimos es que 'PC' era él, Pablo Crespo, "y no el Partido Comunista", como ha comentado en tono jocoso a los periodistas a la salida de la Audiencia Nacional., Entre las pocas novedades aportadas durante su testimonio, la mención a la actual ministra de Sanidad, Ana Mato, de la que aseguró que se reunió con ella en una ocasión para abordar los preparativos de una de las campañas electorales ahora bajo sospecha, aunque sin referencias a los viajes y otros regalos que la trama supuestamente les entregó a ella y su marido.
Poco más de una comparecencia ante el juez que se había iniciado con una advertencia de su abogado, Miguel Durán, en el que éste ya se anticipaba que el testimonio iba a ser muy breve. De hecho, al final sólo contestó a una quincena de preguntas. El motivo alegado fue que Crespo consideraba que aún no sabía de qué se le acusaba concretamente y que, por tanto, sólo iba a responder a unas pocas cuestiones, entre ellas ninguna de la Fiscalía Anticorrupción ni de las acusaciones. Eso sí, gran parte de sus respuestas se convirtieron en una auténtica diatriba contra los informes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía que le incriminan y a los que calificó de simples "novelas" con "un déficit de credibilidad" del "70%".
La agenda sí es suya
Ante la prensa, incluso criticó que al inspector que ha elaborado éstos y que dirige la investigación desde sus inicios se le hubiera concedido recientemente "una medallita" por parte del Ministerio del Interior. Y volvió a echar mano de la ironía para asegurar que en los documentos policiales le habían ido ascendiendo en la trama y que "pronto voy a ser el número 1". En este sentido, su letrado anunció que iba a reclamar la comparecencia de los agentes que los han elaborado para poder interrogarles sobre algunas de las conclusiones a las que llegan y que Crespo calificó de falsas. No obstante, el lugarteniente de Correa sí ha admitido que la agenda manuscrita que ha permitido a la Policía elaborar un extenso informe con detalles sobre el funcionamiento de la trama era realmente suya.
El número 2 de la Gürtel ha asegurado que se reunió con Ana Mato para tratar aspectos de una campaña electoral del PP ahora bajo sospecha
Crespo, que admitió haber enviado a Mariano Rajoy una carta en 2003 para felicitarle por su nombramiento como candidato del PP a las elecciones generales del año siguiente, también reconoció que conocía a Ana Mato, actual ministra de Sanidad y esposa de uno de los imputados, Jesús Sepúlveda, de una reunión que celebró con ella como representante de una de las empresas de la trama, Spinaker. En este encuentro se abordaron los preparativos de las campañas electorales de aquellos años, ahora bajo sospecha tras uno de los últimos informes de la UDEF. Fuentes de las acusaciones reconocen a este diario que la mención de Mato ha sorprendido a todos los presentes ya que la pregunta del juez Ruz que ha dado pie a ella no incluía ninguna referencia a la integrante del Gobierno de Rajoy.
No obstante, Crespo negó cualquier irregularidad en aquel negocio que reportó a la trama cientos de miles de euros de beneficios que se repartieron supuestamente entre sus integrantes y varios altos cargos de Genova 13. También rechazó ninguna ilegalidad en las adjudicaciones públicas que conseguió durante años las empresas de la red y justificó los regalos que entregaban a políticos como simples obsequios por Navidad sin ninguna intencionalidad. Incluso tuvo tiempo de echar una mano a su jefe para negar que la mujer de éste, Carmen Rodríguez Quijano, también imputada, tuviera ningún tipo de relación con las mercantiles de la trama.
Sobre el domicilio de la madrileña calle General Martínez Campos en el que la Policía intervino abundante documentación, entre ella su agenda, y que la Policía ha calificado de 'piso franco' donde la trama intentó ocultar 'información sensible' cuando empezaron a sospechar que eran investigados, el número 2 de la trama aseguró que era un simple piso que prestaban a algunos empleados para dormir cuando viajaban a Madrid porque era "más barato que un hotel" y que también les servía para guardar documentación "confidencial" que no querían que estuviese al alcance de todos los trabajadores. Cuando el juez Ruz quiso incidir en algún aspecto más de sus actividades, Crespo, por indicación de su abogado, decidió dar por finalizada su declaración con un "ya no voy a contestar más". Mañana será el turno de Álvaro Pérez, 'El Bigotes', y Francisco Correa.