Nuevo jarro de agua fría a los presuntos cabecillas de la trama Gürtel. Los expertos de la Sección de Acústica Forense de la Policía Científica han hecho llegar al titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz, un detallado informe en el que descartan definitivamente que estén manipuladas las 20 horas de grabaciones que en 2008 el exconcejal de Majadahonda José Luis Peñas aportó junto a su denuncia y que permitieron iniciar la investigación. Según este documento, "no se observan indicios asociados a una alteración posterior al proceso de grabación de los archivos de audio". Sólo en uno de los documentos sonoros, los especialistas de criminalísticas observan una distorsión, aunque descartan que sea fruto de "una manipulación voluntaria" y lo achacan a un "fallo del dispositivo grabador" o a un error de ilegibilidad fruto del paso del tiempo desde que se realizaron. Este informe echa por tierra de modo definitivo la última esperanza de los principales dirigentes de la red de Francisco Correa de anular judicialmente la primera prueba de cargo contra ellos y, de paso, todo el proceso. En estos archivos se escuchaba, entre otras cosas, al presunto cabecilla decir: "Yo he llevado a Bárcenas mil millones de pesetas".
Los expertos policiales sólo detectan alteraciones en un archivo sonoro, pero descartan que sea "voluntario" y lo achacan al paso del tiempo o un error de la grabadora
Según revela una providencia del juez Ruz emitida ayer y a la que ha tenido acceso Vozpópuli, la elaboración del concluyente informe se ha retrasado más de un año por la batería de recursos y más recursos que los abogados defensores de la principales implicados presentaron para conseguir la anulación judicial de las grabaciones. De hecho, el magistrado lo encargó el 10 de diciembre de 2012, después de que uno de los imputados, el constructor Alfonso García Pozuelo, pidiera la práctica de dicha pericial fonográfica sobre el sorporte original de los documentos sonoros que aportó en su día Peñas. Dos semanas después, los agentes de la Sección de Acústica Forense ya habían pedido al magistrado diferentes elementos que consideraban necesarios para hacer un análisis en profundidad y sin margen de error, entre ellos "el conjunto de elementos de registro utilizados en el acto de grabación", ya fueran micrófonos, equipos grabadores e, incluso, los cables de conexión.
Sin embargo, la batalla judicial que se libraba ya entonces sobre la licitud de los documentos sonoros llevó al juez Ruz a paralizar la prueba hasta que sus compañeros de la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional se pronunciaran sobre este aspecto jurídico. Esto se produjo el pasado mes de junio con un auto en la que tres magistrados rechazaban la pretensión de Correa y otros imputados de anular las grabaciones. Un mes después, el magistrado reactivaba la realización de dicha prueba y solicitaba al concejal de Majadahonda que llevase al juzgado los elementos técnicos que utilizó para recoger las conversaciones. Finalmente, el pasado 5 de diciembre, Peñas y su abogado, Ángel Galindo, llevaban al juzgado dichos dispositivos: una 'pen drive' marca Woxter modelo 50 con el logotipo del Ayuntamiento de la localidad madrileña donde era edil, y una grabadora marca Olimpus modelo WX-300M.
Un archivo con errores
Finalmente, el pasado 14 de febrero, los agentes presentaron en el Juzgado un "Informe sobre autentificación de grabaciones digitales" en el que concluyen que en la considerada prueba clave del caso Gürtel "no se observan indicios asociados a una alteración posterior al proceso de grabación de los archivos de audio en cuanto a sus caraterísticas acústicas, espectrográficas y sonográficas" salvo en un archivo concreto. Sobre éste, identificado como "grabación número 1 registrada en el CD1 con el nombre '12.12.07' correa.WMA", los expertos de la Policía señalan que la posible alteración que observan en él no es "voluntaria" y añaden como origen de la misma tres "posibles causas asociadas".
En primer lugar, "un fallo en el dispositivo grabador durante las funciones de grabación, conversación o digitalización o bien, al efectuar la grabación e los soportes [CD] aportados". En segundo lugar, a "daños físicos en la capa de almacenamiento de datos del soporte". Y, en tercer lugar, a la "volatibilidad de los datos almacenados". En este sentido, los agentes destacan que estudios técnicos realizados sobre los soportes de grabación en formato CD "revelan que a partir del tercer año desde la grabación aproximadamente el 15% de los mismos presentan este tipo de error de ilegibilidad de los datos". Finalmente, el documento policial analiza también "las características y desarrollo" que presentan tanto las voces como "otros sonidos no vocales asociados a las mismas" para concluir finalmente que tampoco en este caso se "observan inidicios que puedan vincularse a una alteración posterior al proceso de grabación del total de los archivos de audio objeto de estudio".