El cerebro de la trama Púnica, David Marjaliza, ha salido de la prisión de Aranjuez después de que la Audiencia Nacional haya notificado este miércoles su puesta en libertad. Según han adelantado fuentes jurídicas a Vozpópuli, la escritura de la finca que Marjaliza presentó como aval de esa fianza ha sido validada por el tribunal aunque las mismas fuentes precisan que se ha tenido que sumar a esa tasación la cuantía de 11.600 euros para que el imputado pueda abandonar la cárcel.
A partir de ahora tendrá que comparecer cada quince días en el juzgado, se le retirará el pasaporte y se le ha prohibido la salida del territorio nacional
Dicha finca es un chalé propiedad de una sobrina del ex socio de Granados, de Paula Pinto Marjaliza, hija de su hermana Ana María, imputada esta última en el Juzgado Central de Instrucción Número 6 de la Audiencia. La joven, de dieciocho años de edad, apareció en el sumario de la trama Púnica al levantar las sospechas de la Guardia civil por figurar como titular de 14 inmuebles valorados en cerca de 600.000 euros pese a su juventud. Ahora, ha sido la principal avalista de su tío. Por su parte, los 11.600 euros restantes han sido aportados por Alfonso Luna, administrador de la empresa Comienza en Blanco SLU.
El pasado día 16 de diciembre el juez Velasco acordó la puesta en libertad para el ex socio de Granados siempre que abonase primero una fianza de 100.000 euros. El imputado, que tiene bloqueadas sus cuentas y embargados sus bienes, ha presentado la escritura de una finca en Valdemoro (Madrid) en la Audiencia Nacional -que está siendo tasada- para ver si con ella puede afrontar la fianza. Según han informado fuentes jurídicas, el valor de ese terreno debe ser del doble de la cuantía de la fianza para que sirva como caución.
A partir de ahora, David Marjaliza tendrá como medidas cautelares la obligación de comparecer cada quince días en el juzgado, se le retirará el pasaporte y se le ha prohibido la salida del territorio naconal. El imputado deberá, además, facilitar un teléfono y domicilio al juzgado y avisar de cualquier cambio a la justicia. El juez modificó su situación procesal porque entiende que el imputado ha colaborado de forma positiva con la investigación y podría ver rebajada una hipotética condena, por lo que disminuye el riesgo de fuga.
