La Guardia Civil limpia su 'casa'. Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) han detenido este miércoles por la mañana a uno de sus propios integrantes. El motivo: es sospechoso de haber alertado a Francisco Granados, exsecretario general del PP en Madrid y uno de los principales implicados en la trama de corrupción desmantelada en la 'Operación Púnica', de que estaba siendo investigado, según han confirmado a Vozpópuli fuentes del Instituto armado. El arrestado, que pasará mañana a disposición judicial, está acusado de un delito de revelación de secretos. Según estas fuentes, el guardia civil detenido no pertenece al Grupo de Delitos contra la Administración, encargada de la investigación, sino a otro ajeno a las pesquisas que se siguen sobre el que fuera alcalde de Valdemoro y consejero en los Ejecutivos de Esperanza Aguirre.
El 'soplo' se produjo en los primeros días de septiembre, durante las fiestas patronales de Valdemoro. El guardia civil y el político coincidieron en un local de copas
La existencia de un 'chivatazo' en el caso era conocida por los responsables de la investigación desde primeros de septiembre, cuando los agentes que vigilaban a Granados detectaron conversaciones de éste en las que aseguraba que un guardia civil le había alertado de que le seguían la pista. Desde ese momento, la identificación del autor del soplo se había convertido en una de las prioridades de la UCO. En un primer momento se sospechó como posible origen del mismo de algún integrante de la plantilla del Cuartel de Valdemoro que mantuviera una estrecha relación de amistad con el antiguo regidor y hubiera conocido la existencia de las pesquisas pese al secretismo con el que se llevaban. Sin embargo, el origen de la fuga de información estaba mucho más cerca, como han terminado comprobando los agentes. Había sido un compañero de la UCO el que, presuntamente, se había puesto en contacto con Francisco Granados para informarle de que era sometido a una investigación dentro de una operación contra la corrupción.
Residía también en Valdemoro
El agente, que reside precisamente en la localidad madrileña donde fue alcalde Granados, está destinado en el Grupo de Apoyo Técnico de la unidad, dedicado a facilitar respaldo en los 'pinchazos' de las investigaciones de otros equipos. Sin embargo, el guardia civil ahora detenido no intervino en ningún momento en el estrecho control al que se ha sometido en los últimos meses a los principales implicados de la trama, entre ellos el político ahora detenido, pero sí vio documentos internos de su grupo en los que se señalaba la instalación de una camara de vigilancia cerca de la sede empresarial de David Marjaliza, el empresario amigo de Granados. Por ello, en los primeros días de septiembre, coincidiendo con la celebración en Valdemoro de las fiestas patronales de Nuestra Señora del Rosario, el agente aprovechó que se encontró con el político en un local nocturno para decirle que se estaba investigando a su amigo, aunque sin dar más detalles, según las fuentes consultadas. Después de aquello, el propio Granados y un amigo común de ambos, exguardia civil, pidieron al agente que obtuviera más información sobre aquellas pesquisas.
El autor del 'chivatazo' fue identificado poco después por los investigadores que, sin embargo, decidieron no realizar la detención del agente el mismo día que la del resto de implicados ya que comprobaron que su compañero no tenía nada que ver con las corruptelas de la trama. También se descarta que cobrara por la misma. Ni siquiera la filtración de que había un guardia civil implicado el mismo lunes hizo cambiar sus planes. Al final, este miércoles por la mañana el miembro de la UCO fue arrestado por sus propios compañeros, quienes, tras tomarle declaración, le pondrán este jueves a disposición del titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Eloy Velasco. El mismo día, precisamente, en el que el magistrado tiene previsto interrogar al beneficiado del 'chivatazo', el exsecretario general del PP en Madrid.
