La coalición entre Convergència (CDC) y Unió Democrática de Cataluña (UDC) atraviesa su momento más delicado raíz del desafío separatista de Artur Mas. La distancia entre ambas fuerzas se acentúa a medida que se acerca la fecha de la consulta de independencia. Los planes del líder convergente, dispuesto a acometer un proceso de secesión a toda costa, no son compartidos por representantes del partido que encabeza Josep Antoni Duran Lleida, portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados.
Esta discrepancia les ha llevado, según ha podido saber Vozpópuli, a transmitir su "solidaridad" a los promotores de la recién presentada Societat Civil de Cataluña (SCC), que llama a plantar cara a quienes pretender romper España. La asociación, surgida para impulsar la movilización de las personas que "en Cataluña consideran positivo el mantenimiento de un vínculo sólido con el resto de España y Europa", ha recibido el apoyo de cargos de Unió en conversaciones privadas.
La plataforma guarda el anonimato de los nombres de estos democristianos por razones obvias, pero no oculta el sentido de sus muestras de ánimo. El presidente de la junta provisional de Societat Civil de Cataluña, Josep Rosiñol, revela a este diario que miembros de la formación de Duran Lleida "se solidarizan con una asociación como la nuestra que promueve la pluralidad de Cataluña y que cree que el proceso independentista es más un problema que una solución".
Miembros de Unió tienen palabras de ánimo para Societat Civil Catalana (SCC) por "promover la pluralidad de Cataluña" entre la ciudadanía
Al acto de presentación de SCC en Barcelona, celebrado el pasado miércoles en el Teatro Victoria ante más de 1.200 simpatizantes, asistieron dirigientes de diferentes formaciones políticas como Sergio Santamaría, Àngels Esteller, José Antonio Coto y Andrea Levy (PPC); el diputado del PSC en el Congreso y exdelegado del Gobierno en Cataluña Joan Rangel; Matías Alonso, Carina Mejías y Carmen de Rivera (Ciutadans); Ramón de Veciana (UPyD); y Santiago Abascal (Vox).
No acudió ningún responsable de Unió a esta puesta de largo, pero los promotores de la plataforma cívica creen que ya es un paso el haber obtenido gestos de complacencia de cargos democristianos descontentos con la aventura separatista del presidente de la Generalitat. El partido de Mas se ha limitado a recibir a una delegación de SCC en el Parlament (les atendió el diputado convergente David Bonvehí). En cambio, ERC fue la única formación que se negó a ofrecer esta recepción (la CUP sí escuchó a la plataforma).
El secretario general de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, apostó este fin de semana por una "tercera vía" entre la independencia propugnada por Mas y el "inmovilismo" que defiende el Gobierno de Mariano Rajoy. En cualquier caso, el portavoz parlamentario aseguró en una entrevista en La Vanguardia que de ningún modo apoyará una declaración unilateral de secesión.
División entre los constitucionalistas
La irrupción de Societat Civil Catalana (SCC) no ha sido acogida con especial agrado por parte de otra organización que apuesta por la defensa de la Constitución desde la movilización ciudadana. El Movimiento Cívico 12-O, uno de los grupos que participó en la manifestación del último Día de la Hispanidad --convocada por la plataforma Som Catalunya, somos España y que reunió a miles de personas en la plaza Cataluña de Barcelona--, se ha desmarcado de la nueva asociación por no integrar al "nacionalismo demócrata".
Si bien desde Movimiento 12-O ven "útil" que nuevos sectores ideológicos de la sociedad catalana "salgan del armario" y se incorporen "a la oposición al separatismo", destacan, por contra, que no pueden coincidir con SCC en la "equidistancia entre el actual catalanismo y el actual españolismo". Para ellos, "el nacionalismo español actual es fundamentalmente constitucionalista democrático, en oposición al proceso dictatorial del catalanismo del gobierno y la Assemblea Nacional Catalana (ANC)".
En declaraciones a Vozpópuli sobre esta reacción de Movimiento 12-O, Josep Rosiñol, presidente provisional de SCC, replica que "hay mucha asociaciones en Cataluña y nosotros respetamos a todas ellas". Tras ello, este portavoz se reafirma en que "nosotros no participamos de ningún tipo de nacionalismo, sino que respondemos a tres máximas: respeto a la ley, al estado de derecho y a la democracia". "No nos llamamos nacionalistas porque no lo somos. En nuestra asociación participa gente tan diversa, que esa etiqueta sobrepasa mucho nuestros principios", sentencia.