La multitudinaria manifestación del 'Onze de Septembre' por las calles de Barcelona pidiendo la independencia de Cataluña no ha pasado desapercibida para la prensa internacional, que destaca cómo a la gigantesca crisis económica española se suma ahora un problema de identidad, manifestado en una parte del Estado que exige separarse del resto. Desde la British Broadcasting Corporation (BBC), radiotelevisión pública británica, se recuerda que se habló de 2 millones de personas (convocantes), de 1,5 (Mossos) o de 600.000 (Policía y Guardia Civil), lo que "si separamos la propaganda, constituiría en cualquier caso una considerable parte de la población catalana". La BBC asegura que "aunque las encuestas hablan de que la mayoría no votaría "sí" en un referendum sobre la independencia, la crisis económica española, que se siente con fuerza en Cataluña, ha espoleado a aquellos que luchan por la independencia de Madrid.
En 'Financial Times' hablan con Jordi Pujol, expresident de la Generalitat, quien asegura no tener "argumentos contra la independencia, porque España está haciendo a nuestro país inviable y no podemos aceptar más esta situación". En palabras a este diario, Pujol pone en valor la colaboración de Cataluña para la estabilidad de España en estos 30 años de democracia, pero asegura que la región se siente perjudicada por el reparto de fondos del Estado. También asegura que "hay poca probabilidad de que Rajoy escuche las peticiones fiscales catalanas".
Por su parte, 'The Guardian' describe la manifestación de este martes en Barcelona como “un mar rojo y amarillo de banderas catalanas” y destaca que se trata de un hito histórico para el movimiento de independencia. El artículo asegura que el “profundo resentimiento” que tienen los catalanes por no gozar de un pacto fiscal se ha visto avivado por los problemas económicos de España, hasta el punto de que el apoyo a la independencia se ha duplicado en las encuestas desde 2008.
Asimismo, destaca que la desmesurada muestra de apoyo al independentismo ha pillado desprevenido al gobierno nacionalista de CiU, “que siempre ha optado por aumentar la autonomía pero sin aspirar a la indepencia”.
Cabe destacar que la cobertura mediática de este acontecimiento por parte de la prensa anglosajona ha sido mucho más destacable que la de las regiones que mantienen sus propios debates separatistas, como Bélgica, Québec o Escocia.