Mariano Rajoy, Cristóbal Montoro, Luis de Guindos y su secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, han ido transmitiendo mensajes a Cataluña en la misma dirección durante las últimas semanas: si la Generalitat no abandona el proceso soberanista, se arriesga a perder la liquidez que mana del Estado desde el arranque de la legislatura. La amenaza ha provocado cierta alarma en las entidades financieras tenedoras de bonos catalanes, ante la posibilidad de que el Gobierno autonómico no pueda afrontar por sí solo unos vencimientos de deuda que durante este año han superado los 7.600 millones de euros. BBVA y Santander, dos de los bancos que se verían más afectados por esta situación, no en vano cuenta con poco más de 5.000 millones en vencimiento de deuda catalana durante este ejercicio, ya han transmitido al equipo económico del Gobierno su preocupación para intentar conocer qué hay de cierto en estas advertencias. La inquietud de estas entidades, más limitada porque se da por descontado la actuación del Constitucional, deriva también de la resolución que el lunes será votada en el Parlamento catalán, donde la Generalitat se compromete a renegociar la deuda, bien con el Gobierno español bien con los bancos, para liberar dinero con el que dotar el plan de choque social.
La entidad presidida por Francisco González, más expuesta al mercado catalán que el banco 'rojo', cuenta con 4.000 millones en vencimientos de deuda catalana a lo largo de este ejercicio. Es la principal entidad afectada, por encima de Caixabank, que suma 3.500 millones en títulos de deuda de la Generalitat, tras la integración de Catalunya Caixa. Mientras, Santander, que apenas alcanza el 10% de la cuota de negocio en el territorio Mas, tiene 1.500 millones en deuda catalana.
Los vencimientos de deuda en Cataluña cubiertos por el Tesoro han superado este año los 7.600 millones
El riesgo de que el Gobierno ponga fin a la respiración asistida y deje de suministrar liquidez a Cataluña si la Generalitat sigue adelante con el plan soberanista ha hecho que numerosos inversores extranjeros hayan deshecho posiciones en los llamados bonos patrióticos ante el escenario evidente de tener que afrontar una situación de default.
Según fuentes del equipo económico, Artur Mas siempre ha librado este pulso con una “enorme frivolidad”, en la creencia de que el Estado juega de farol y nunca dejará de financiar a la administración catalana por el temor a provocar alarma en los mercados internacionales. “Que una de las comunidades autónomas más ricas de España caiga en default es algo que no nos podemos permitir, pero si la Generalitat especula, como lo ha hecho, con no hacer frente a su deuda si el Gobierno no asume la independencia de Cataluña, es obligado advertirle de que hasta ahora todos los vencimientos los ha asumido el Tesoro”, aseguran en el Gobierno.
Precisamente, uno de los vencimientos más elevados lo tuvo Cataluña poco antes de las elecciones autonómicas de septiembre, derivados de la emisión de títulos por un importe cercano a los 1.100 millones de euros.
El territorio más endeudado de España
Cataluña es la comunidad autónoma más endeudada en términos absolutos -64.792 millones de euros-, y la tercera en términos relativos, al suponer más del 32% del PIB regional, cuando la media del resto de los territorios no llega al 23%. Hasta ahora, ha podido hacer frente al pago de intereses gracias al auxilio que le ha prestado el Tesoro y el Ministerio de Hacienda, a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Desde su creación en 2012, este Fondo ha destinado a esta comunidad más de 32.000 millones de euros, el 33% del total transferido al conjunto de España, y la mayor parte del mismo, casi 21.500 millones, lo ha dedicado a afrontar los vencimientos de deuda. Gracias al respaldo del Estado, éste ahora es tenedor de más del 50% de la deuda de Cataluña, uno de los porcentajes más altos si se compara con la situación del resto de los territorios, ya que al finalizar este ejercicio superará los 40.000 millones.
Sumando todos los mecanismos de financiación, Cataluña ha recibido desde 2012 más de 49.000 millones
Incluyendo todos los mecanismos de financiación, entre 2012 y este año, el Estado ha trasladado al Gobierno de Artur Mas y a sus ayuntamientos 49.377 millones para garantizar su funcionamiento, el pago a los funcionarios y las deudas con los proveedores, oxígeno que ha compensado la imposibilidad de Cataluña de acceder a los mercados. Mediante estas vías, la Generalitat puede financiarse al 0% y Mas ha ahorrado 8.000 millones en intereses, 1.612 de los cuales corresponden a este ejercicio.
El pasado jueves, Hacienda emitió un comunicado en el que niega la acusación de la administración catalana de haber dejado en suspenso los pagos a través del FLA. El Ministerio que dirige Cristóbal Montoro ha recordado que el abono se realiza a los proveedores y a los acreedores financieros por los vencimientos de deuda.