El Gobierno de la Generalitat y los partidos con representación parlamentaria se han reunido este lunes para abordar la logística de las elecciones, previstas para el 14 de febrero. En la reunión se ha presentado un informe de la Consejería de Salud, liderada por Alba Vergès (ERC), en el que sitúa el pico epidémico de la covid-19 poco antes del inicio de la campaña electoral -29 de enero- y el pico de la presión asistencial antes de la apertura de los colegios electorales.
El documento, elaborado por el BIOCOMSC y el Instituto Catalán de Salud (ICS), no hace ninguna recomendación respecto a si se deben o no celebrar los comicios, pero vislumbra un escenario poco favorable a mantener los comicios el 14-F.
Como informó Vozpópuli, algunos de los expertos en la pandemia alertaron de que con los datos actuales podrían haber hasta 80.000 catalanes en riesgo de ejercer su derecho al sufragio. Este lunes, otros médicos y científicos como Bonaventura Clotet, Magda Campins, Daniel Prieto-Alhambra, Antoni Trilla y Josep Maria Jansà han pedido en la emisora Rac1 aplazar las elecciones hasta que se estabilice la situación sanitaria.
Dos escenarios
El Ejecutivo catalán, sin embargo, asegura que se garantizará que se pueda votar de forma segura y solo abren la puerta a un aplazamiento si así lo reflejan los datos sanitarios. Según el informe, el primer escenario prevé llegar al máximo de contagios el 20 de enero, con cerca de 4.500 o 5.000, y el pico de ocupación de las camas UCI el 4 de febrero, con 640 pacientes. Esta proyección significa que se llegaría a la fecha de las elecciones con 3.000 casos diarios y 610 pacientes ingresados en terapia intensiva.
El segundo escenario que prevé el informe de Salud dibuja que los positivos podrían llegar a los 6.000 casos diarios y que el 10 de febrero la presión hospitalaria en las plantas UCI alcanzaría los 850 pacientes. Es decir, el 14-F se habrían producido entre 4.500 y 5.000 contagios.
