El abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, ha exigido este lunes que la amnistía le incluya a él como caso de 'lawfare'. Su caso, como el del jefe de la oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay, el el exconseller de Interior Miquel Buch y la presidenta de Junts y expresidenta del Parlament, Laura Borràs, serían los principales escollos que están retrasando la negociación por el alcance del 'perdón' en la ley de la amnistía. Se trataría de casos que han sido juzgados por asuntos ajenos al 'procés' pero que han caído en 'persecución judicial' en lugar de ser procedimientos libres de intereses políticos, tal y como defiende el líder de Junts.
La ‘lawfare’ ha d’entrar en la llei d’amnistia, no pels noms sinó per allò que implica políticament per a Espanya https://t.co/QDhWtv7uYT
— Gonzalo Boye (@boye_g) November 6, 2023
Este lunes Gonzalo Boye, que ha defendido a Sito Miñanco y Valtònyc, a parte de a Carles Puigdemont, se ha referido a una opinión del director de Vilaweb en la que hace hincapié en que el 'lawfare' tiene el propósito de alejar de la vida política a personas que "molestan a un determinado poder", llegando a citar incluso el caso de Laura Borràs, actualmente procesada por fraccionar pagos en la Institución de las Letras Catalanas.
Cabe recordar que el PSOE ya firmó el pasado jueves un acuerdo con ERC -que incluye una ley de amnistía aún no detallada- y, aunque ese mismo día se esperaba también el acuerdo con Junts, no pudo ser y los negociadores siguen reunidos en Bruselas. Con el término 'lawfare' o 'guerra judicial' los dirigentes independentistas se refieren a lo que consideran una persecución por parte de jueces y magistrados por motivos políticos.
Como víctimas de este 'lawfare' señalan al propio Boye, el clan Pujol o a la presidenta de Junts, Laura Borràs. Sin embargo, este mismo lunes el portavoz de los comuns, Joan Mena, ha rechazado que el caso de Borràs, pueda incluirse en la ley de amnistía.
Condenados, encausados e imputados
La Audiencia Nacional ha enviado a juicio a Boye por un presunto delito de blanqueo de capitales, junto al narcotraficante gallego José Ramón Prado Bugallo, conocido como 'Sito Miñanco', por su presunta implicación en la 'Operación Mito'. Antidroga le pide 9 años y 9 meses de cárcel. Por su parte, el ex presidente catalán Jordi Pujol y sus hijos también están a la espera de juicio en la Audiencia Nacional por el presunto origen ilegal del patrimonio familiar. Anticorrupción pide 9 años de cárcel para el ex president y hasta 29 para su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola.
En cuanto a Borràs, fue condenada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) a 4 años y medio de cárcel y 13 de inhabilitación por fraccionar contratos para adjudicarlos a dedo a un amigo cuando dirigía la Institución de las Letras Catalanas (ILC) entre 2013 y 2018.
En el universo de posibles beneficiados, si se acepta la teoría del 'lawfare', estaría Josep Lluís Alay, jefe de la oficina de Puigdemont, por el 'caso Voloh', donde se investiga el presunto desvío de fondos públicos para actividades vinculadas al 'procés'.
Ansurez
Otro ejemplo de omisión de la dictablanda chilena
Pontevedresa
Eres un terrorista repugnante, condenado por secuestro, abogado de narcos, es decir la basura del derecho, y tendrás que pagar por tus culpas y no meterse en este infecto vagón lleno de delincuentes de toda laya que pretenden salvarse de pasar ante la Justicia, cuando todos los que pretenden salvarse sois unos ¡malditos bastardos¡