Han tenido que pasar 9 meses para que Silvia Guillén concejal de ERC en Molins de Rei (Barcelona) no solo diera a conocer su historia, sino para que ERC abra un expediente para esclarecer la denuncia interna de agresión machista. Lo que le ocurrió ha sido publicado en el periódico “Viu Molins de Rei” y es la propia concejal la que nos relata su agresión machista.
Todo empezó a finales de marzo de 2018. Ese día Silvia Guillén sufrió una agresión machista por parte de un compañero. Como relata: “Una tarde, a la entrada del Ayuntamiento, me abordó. Me agarró de los brazos con fuerza. "¡Ahora me oirás!", me dijo chillando. Me arrinconó. Seguía chillándome. "¡Me hablarás por cojones!". Me apretaba los brazos con fuerza. Le pedí que se detuviera. "Déjame, por favor". No me hacía caso. "Me estás haciendo daño", le advertí. Hasta tres veces. "Por favor, déjame ir", le insistía. Pero la única salida que me quedó fue librarme de él. Y me fui corriendo”.
Aquella escena la vieron varias personas que no hicieron nada. Silvia Guillén aterrorizada por lo que acababa de vivir, decidió callar y no contar esa agresión machista “porque es un compañero. Porque ha perdido los nervios. Porque tal vez no es para tanto. Y dejas pasar un día, dos, tres ... y por la noche no duermes. Te despiertas continuamente. Y lloras a escondidas”.
La única reacción del agresor fue decir que “perdió los nervios y pide perdón”
Explica lo ocurrido
Cansada de callar, cierto día se atrevió a decir lo ocurrido en una reunión de la ejecutiva local de ERC. En aquella reunión también estaba el agresor. La única reacción del agresor fue decir que “perdió los nervios y pide perdón. Y aceptas las disculpas, porque crees que así lo tienes que hacer. Porque mejor tarde que nunca. Pero claro, tienes un mínimo de dignidad, guste o no, y entiendes que lo más legal es dejar las cosas claras. Y les dices que la relación al grupo municipal ya no será la misma. Y que hay que explicar lo que ha pasado”.
Según Silvia ese fue su error, pedir a sus compañeros que la agresión machista se hiciera pública. La respuesta de sus compañeros fue que “todo el mundo puede tener un día malo”, “ya te ha pedido perdón”. Toda una serie de excusas para dejar en nada una cosa vital para Silvia Guillén. Ahí empezó su peor pesadilla. Algunos compañeros se rieron de ella al considerar que había exagerado, que no era para tanto. Silvia no daba crédito. El machismo se imponía y otorgaba “al hombre el monopolio de la razón, por el simple hecho de serlo”.
Ante tal situación y la falta de apoyo por parte de sus compañeros de ERC, Silvia Guillén decidió que en las elecciones municipales de 2019 no se presentaría. Este anuncio lo hizo en una radio local, afirmando que los motivos los daría después de las vacaciones de verano.
Ni el agresor, ni sus compañeros de partido consideran que Silvia Guillén sufriera ningún tipo de agresión machista
El partido no le hace caso
En julio de 2018 se organizó un encuentro con miembros de la ejecutiva local para, como le dijeron "los trapos sucios se lavan en casa y, si puede ser, en silencio". Sus compañeros le piden que deje de ir a las asambleas y que salga de los grupos de whatsapp. Y concluyen diciéndole "sigue haciendo tu trabajo en el Ayuntamiento, que la estás haciendo muy bien, y termina este mandato como puedas".
Ni el agresor, ni sus compañeros de partido consideran que Silvia Guillén sufriera ningún tipo de agresión machista. Guillén les replicó que "si llevas días girándose la cara por la calle, alguna reacción debo tener. Es la reacción, mala reacción, en tu actitud ".
Teniendo en cuenta lo ocurrido en la ejecutiva local de ERC se plantea denunciar lo ocurrido. “Pero no lo hago. Tengo miedo a sus posibles represalias y a las del partido. Temo que afrontar un juicio -también social- que quizás me cuestionará y me estigmatizará como ha hecho con otras mujeres. Se me hace una montaña denunciar un compañero, que vive en la misma ciudad y con los que comparto espacios de convivencia”, asegura.
Si decidía hacer público lo ocurrido, el agresor la denunciaría por calumnias y el partido también podría hacerlo, porque estaba ensuciando el buen nombre de ERC
Denuncia pública
En el mes de noviembre el hecho llegó a ERC a nivel nacional. Silvia Guillén se reúne con un diputado. Teniendo en cuenta el inminente eco mediático le pide que no hable. Le ofreció un pacto en nombre del partido. Si no dice nada reunirán una comisión interna que decidirá internamente si lo que sufrió eso no una agresión. En caso de que así se considere, le abrirían un expediente informativo interno. Ahora bien, si Silvia Guillén decidía hacerlo público, el agresor la denunciaría por calumnias y el partido también podría hacerlo, porque estaba ensuciando el buen nombre de ERC. Silvia decidió no callar.
A raíz de esta denuncia pública, ERC ha emitido un comunicado en el que señala que esta mañana ha abierto un "expediente informativo" en cumplimento del código de conducta interno del partido, para "aclarar los hechos denunciados y, posteriormente, tomar las decisiones necesarias y oportunas para resolver la cuestión" y "mantener la integridad y la reputación" de la formación.
ERC expresa además su "preocupación por los hechos denunciados, con voluntad de escuchar a todas las partes", muestra "el máximo respeto a la concejal Silvia Guillén" y asegura que resolverá el expediente "con la máxima urgencia posible".