Los compañeros de Nuria López, la cocinera asesinada en la cárcel de Mas d'Enric (Tarragona), ya no pueden ocultar más su enfado con la consejera de Justicia Gemma Ubasart. Los funcionarios han detallado en una carta, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, todas las irregularidades que provocaron que Odriste Uilian Sebastian matara a su compañera. "El sistema se basa en unos principios que en Mas d’Enric se han saltado a la torera", lamentan en esta misiva que busca desvelar la verdad de este homicidio, cuando se cumplen más de dos meses.
El manuscrito de los compañeros de Nuria comienza de forma desgarradora: "Odriste y los demás responsables". Una descripción que pone en valor que este asesino pudo matar a Nuria por una "cadena de errores". "Hay ciertos destinos de trabajo dentro de la cárcel que suponen cierta confianza en los internos que los ocupan. Entre ellos, se encuentra el de encargado de cocina que ostentaba el asesino de Núria", explican.
"Son destinos de trabajo a los que se debe llegar tras una buena trayectoria penitenciaria. Allí es donde debe estar el interno ejemplar. Nuestro sistema penitenciario actual está basado en medidas orientadas a la reeducación y reinserción social. El tratamiento consiste en el conjunto de actividades que el interno debe realizar para dicha reinserción", detallan.
"Seguía siendo un peligro"
Los funcionarios subrayan que el asesino de la cocinera "seguía siendo un peligro desde su entrada a prisión por negarse desde el inicio a realizar cualquier programa de tratamiento o actividad que supusiera o indicara su itinerario rehabilitador". "No hizo programas de violencia relacionados con el delito que había cometido. No realizó ningún esfuerzo reparador. No pagaba la responsabilidad civil derivada del delito a los familiares de la asesinada en 2016", recalcan.
De este modo, los trabajadores subrayan que los profesionales del equipo de tratamiento del CP Mas d’Enric hace tiempo que ponen de manifiesto su disconformidad con que se cubran estos puestos de confianza por personas que rechazan realizar programas. Odriste ostentaba este cargo sin realizar ningún tipo de medida.
"Parece que ahora les está dando la razón a los equipos, pues actualmente sí que se están revisando los citados criterios. A día de hoy, un interno como Odriste no podría estar trabajando en cocina", lamentan. El puesto del asesino de Nuria era uno de los que más retribución tenía en la cárcel con un salario de "500 euros limpios".
"No sólo evitaba los programas de tratamiento sino que tampoco cumplía con la buena conducta que se le exige al interno ejemplar, que intentó describir la Consellera desde el inicio de su condena, tuvo un incidente con otros internos mientras trabajaba en el economato del módulo (tipo de supermercado)", resaltan.
En ese informe que se realizó antes del asesinato de Nuria, se destacó que su asesino "no se entiende con el resto de internos y se discute con ellos". El 30 de octubre de 2023, trabajando ya como encargado de cocina discutió con un interno en la cocina al que agredió al día siguiente entrando en su celda, propinándole un puñetazo porque dijo, textualmente: "Me tiene harto".
No se revisó el protocolo tras una agresión
Después de este suceso no se aplicó el Reglamento Penitenciario ya que el asesino de Nuria estuvo sancionado en un módulo tan solo tres horas cuando una falta muy grave conlleva un periodo de entre 6 y 14 días. "¿Quién tomó esas decisiones? ¿De quién es la culpa de que el interno fuese a trabajar al día siguiente como si nada hubiese pasado?", se preguntan los funcionarios.
Los compañeros de Nuria resaltan en la carta que Odriste debió ser expulsado de su puesto de trabajo tras la agresión pero siguió al día siguiente como encargado de cocina "como si nada hubiese pasado". "El propio exdirector después del asesinato de la cocinera confesó que 'lo reclamaron desde cocina y él accedió a que volviera'", desvelan.
Los funcionarios admiten que en el sistema penitenciaria se aplica el protocolo RisCanvi, una herramienta profesional que sirve para la toma de decisiones y mejorar las predicciones del riesgo de violencia futura. "En el caso de Odriste, se está justificando que era correcto su trabajo en cocina porque el RisCanvi daba riesgo bajo. Después de la agresión al otro interno, se debería haber hecho una revisión de este protocolo", critican.
Continuando con la historia del asesino de Nuria, en diciembre, la Comisión disciplinaria le impuso una sanción de 11 días que jamás llegó a cumplir. "Los demás internos eran conscientes del trato de favor que Odriste recibía por parte de la dirección del centro y por el jefe de cocina. No hacía los descansos ni comía con sus compañeros", detallan.
El asesino de la cocinera no tenía informes favorables
Los compañeros de la cocinera desvelan que no existe el informe obligatorio favorable del equipo de Tratamiento para que Odriste volviera a trabajar en la cocina. Tampoco el análisis para acceder a este cargo después de haber recibido una sanción. "Quizá la Subdirectora de Tratamiento (porque el Director ya ha dimitido y ha sido reubicado) debería dar una respuesta a la altura del cargo que ostenta y explicar a la plantilla, a los familiares de Núria y a la opinión pública qué procedimientos y criterios se han saltado y quiénes han intervenido en saltárselos hasta que ha llegado la muerte de nuestra compañera", exigen.
Y es que Paco Romero, el director de la cárcel donde ocurrió el asesinato, dimitió ese mismo día. Lejos de quedar relevado, este hombre asumió otra responsabilidad dentro de Justicia como coordinador del Área de Información y Seguridad, que dirige Amand Calderó.
En último lugar, los funcionarios también arremeten contra la consejera de Justicia Gemma Ubasart. "Apareció después de la tragedia haciendo unas declaraciones afirmando que el sistema no había fallado. El sistema se basa en unos principios que en Mas d’Enric se han saltado a la torera", señalan.
Sobre este punto, sus afirmaciones son contundentes: "Si Odriste cometió el mismo delito 8 años más tarde es, precisamente, porque el sistema ha fallado". Los compañeros de la cocinera son tajantes: "Ha habido demasiadas irregularidades y sólo un responsable que ha sido destituido (exdirector) aún quedan muchas responsabilidades por depurar".
Salmanasar
Sería de desear que se depuraran las responsabilidades penales que, como todo parece indicar, se han producido en este caso. No solo las del asesino, sino también las de todos esos cargos, políticos y administrativos que, con su negligencia o connivencia, han llevado a este crimen.