La familia de la niña de 11 años que sufrió una agresión sexual en el centro comercial Màgic de Badalona (Barcelona) abandonará la ciudad, en la que actualmente residen, entre esta semana y la que viene. Según han confirmado fuentes municipales, los servicios sociales del Ayuntamiento de Badalona están ayudando a los padres de la niña para poder hacer todos los trámites y facilitar su traslado a otra ciudad.
Todos los presuntos agresores -menores de edad- de la joven están en libertad, después de que un juzgado de menores liberara al único internado por esta causa. La madre de la víctima ha tenido que dejar el trabajo para estar en los trámites judiciales, acompañar a su hija a recibir atención psiquiátrica y poder recibir ella misma también ayuda.
La menor declarará el próximo mes de junio en Fiscalía, testimonio que se grabará y que se considerará prueba preconstituida. Además de la presunta violación, un hermano de la víctima recibió amenazas de muerte por parte de personas del entorno de los supuestos violadores de la menor, detonante que motivó a la familia a abandonar Badalona.
(Habrá ampliación)
Norne Gaest
Esta breve crónica es un ejemplo de la situación de la seguridad en España, y sobre todo de las víctimas, según quien sea el infractor o delincuente, que en este caso creo que es gitano, aunque los medios suelen ocultarlo escrupulosamente (decirlo no supone criminalizar o estigmatizar en general, sino dar información y corroborar extendidas conductas, no precisamente ejemplares, entre miembros de esa etnia) La víctima y la familia amenazadas, en tratamiento siquiátrico o sicológico y abandonando la ciudad. Los agresores en libertad y con práctica (el mayor de 14 años) o total impunidad. Esto debería ser un tema mayor de debate en las tertulias y los análisis, y no para perorar inanemente, sino para presionar a los partidos y a promover en la sociedad para que exija la modificación urgente, de momento, de una Ley del Menor estúpidamente buenista, que protege más a los delincuentes que a las víctimas.
Antonio Rosa Heredia
Si la hubieran violado algunos deportistas - famosos o no -, empresarios o estudiantes de colegios "pijos", en vez de gitanos, moros, políticos de izquierda o inmigrantes ilegales, seguirían encerrados.