Los funcionarios de prisiones han acudido este miércoles a las 11:30 de la mañana a la sede de ERC en la calle Calàbria de Barcelona para presentar 2.611 firmas en mano en contra de las políticas penitenciarias que defiende el Govern y, específicamente, en contra de las declaraciones que hizo Oriol Junqueras el pasado marzo cuando dijo que la mayoría de los funcionarios pensaban que era un modelo de éxito. Francina, una trabajadora de la cárcel de Tarragona donde la cocinera Núria fue asesinada a manos de un preso, ha expresado ante los medios y frente a la sede que se plantan ante Junqueras y que esas firmas suponen un 70% del personal en activo que se muestra en contra de la gestión del Govern y denuncia que no se han depurado responsabilidades.
"No hemos entrado ni a la secretaria, nos han dejado en un pasillo. Teníamos una reunión con Junqueras y la ha cancelado. Queríamos decirle a la cara lo que pensamos, pero una vez más nos cierran la puerta. Nosotros continuaremos por la muerte de una compañera, esto nace del duelo". Por su parte, el otro compañero con el que acudía, Gabriel, también ha declarado que el Govern no puede sacar pecho de las políticas penitenciarias y que lo que ocurrió con Núria no era un caso asilado, como ha defendido la consellera de Justicia, sino que llevaban mucho tiempo advirtiendo de la falta de seguridad. "Padecemos agresiones cada vez más exponenciales, somos un colectivo agredido. Son más de 600 agresiones en 2023, eso son casi 3 agresiones diarias. Hacemos de la excepción algo habitual, desde que Gobierna ERC se han incrementado un 300%", ha dicho.
Los representantes de prisiones han criticado duramente la omisión del Govern y que sigan defendiendo su modelo de éxito cuando la "única medalla es haberse colgado la primera muerte de una funcionaria penitenciaria a manos de un asesino". Critican que el Govern está inhabilitado para conocer la realidad penitenciaria: "Se saltan un montón de reglamento penitenciario. Queremos llegar vivos a casa", han declarado. No comprenden además, la necesidad de enviar BRIMOS o ARROS a las convocatorias que celebran como si fueran "alteradores públicos". En la entrega de firmas, de hecho, había al menos 3 furgones de la BRIMO y los agentes, que había por lo menos 5, han acordonado la zona al llegar ambos funcionarios a entregar las firmas.
"Nosotros somos quienes mantenimos el orden, no vamos a alterar, ni somos violentos", ha declarado, "no entendemos que ERC nos vea como unos alteradores del orden". En esta línea han vuelto a reclamar una mayor seriedad por parte del Govern después de que un miembro de la seguridad personal de Oriol Junqueras agrediera a un funcionario den un mintin en Manresa este martes. El trabajador interrumpió un mitín de ERC en Manresa para pedir explicaciones al político y fue expulsado del recinto por parte de los vigilantes. La víctima, que resultó herido por la agresividad de estos hombres, acudió a un centro de salud para ser tratado de las lesiones y con el parte médico fue a denunciar la situación ante los Mossos d'Esquadra.
Norne Gaest
Los delincuentes de la vida pública de parte de los delincuentes de las prisiones, y contra los agentes. Nada de que extrañarse. Junqueras y sus compañeros no debían estar libre sino en prisión, por delitos de rebelión y malversación, como mínimo. Y su partido ilegalizado.