Cataluña

El 'mutis por el foro' de Rufián tras la defenestración de Junqueras delata su soledad en Madrid

Rufián aguarda en silencio en el Congreso a medida que aumentan las voces críticas internas contra su portavocia. Cobra 113.468,60 euros (8.104,90 euros al mes) y se había reincorporado a la actividad política en abril

  • Gabriel Rufián, portavoz de ERC / -

La cúpula de ERC da un paso atrás pero su portavoz en el Congreso, Gabril Rufián guarda un silencio ensordecedor teniendo en cuenta su asiduidad en opinar públicamente. Un 'mutis por el foro' que ha acabado de delatar su soledad en Madrid mientras el partido se desmorona en Cataluña tras el 12-M con la pérdida de 13 escaños. Pero su caída en desgracia ha ido por fases a ritmo electoral. Rufián, criado en Santa Coloma de Gramanet, esperaba poder asaltar la alcaldía de la localidad de Barcelona en las municipales de mayo, donde viven 119.862 habitantes.

Un enclave estratégico que habría dado oxígeno a los republicanos en su arraigo local para las autonómicas que quedó en 'agua de borrajas' para los republicanos por la reelección de la socialista Nuria Parlon como alcaldesa de la ciudad, con hasta 17 concejales. Los socialistas ya empezaban así a aventajarse en posiciones que luego en las autonómicas han sido decisivas para la victoria de Salvador Illa. Y Rufián había perdido el asalto, evidenciando que su influencia en el electorado catalán empezaba a quedarse entre las paredes del Congreso. No en vano Salvador Illa ha 'atado' a la cúpula directiva a Parlon en campaña y le ha entregado la portavocia del PSC. Además, es la secretaria del Área de Seguridad y Convivencia del PSC y futura consellera de Interior si el candidato socialista llega a convertirse presidente de la Generalitat.

Del bando 'junquerista'

La soledad de Rufián ha acabado de hacerse efectiva esta semana, en plena implosión de ERC por renovar liderazgos y la dimisión de Pere Aragonés, que ha sumido al partido en un profunda reflexión interna sobre los errores cometidos a la hora de explicar la estrategia en campaña. Una parte de los republicanos piden el sacrificio de más 'cabezas' en la dirección, algo que también incluye a Rufián. La parte más crítica pide un viraje a las proclamas del 1-O e incluso se muestra a favor de investir a Carles Puigdemont.

Con Junqueras fuera de juego después de las europeas y su tándem resquebrajado con Rovira, le corresponde a ésta última marcar el ritmo de las decisiones importantes para reencauzar el partido. Rovira, desde Ginebra, ya ha apostado por que las bases decidan qué posición debe tomar ERC en la investidura del próximo presidente de la Generalitat. Un movimiento que marca la línea asamblearia y de consenso que quiere seguir el partido después del varapalo republicano. Es decir, todo está en el aire a falta de ver cuáles son las opiniones mayoritarias dentro de la militancia para redirigir el proyecto. Poca o ninguna voz ha tenido Rufián en este proceso que se abre en el partido a partir de ahora.

Y además se le suma que el portavoz del ERC es uno de los grandes apoyos que tiene Oriol Junqueras en el partido, cuya credibilidad está en duda y que ha sido defenestrado a nivel interno por falta de avales. Igualmente Junqueras no se rinde y ha hecho un amago de irse de forma temporal para ganar tiempo. Busca 'reconquistar' apoyos de cara al Congreso extraordinario que se celebra el 30 de noviembre. El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, cuya gestión del Departament también ha sido muy polémica por sacarse de la chistera una plaza pública para blindar a su jefe de los Mossos y por el aumento de la inseguridad en Cataluña (espolio de Rodalies mediante), también es uno de los grandes garantes de Junqueras.

Ausencia presencial en el partido durante la crisis

A la espera por saberse qué nuevas decisiones toma el partido a nivel interno, Rufián aguarda en silencio en el Congreso a medida que aumentan las voces críticas en su contra. El portavoz del partido, que cobra 113.468,60 euros (8.104,90 euros al mes) y que se había reincorporado a la actividad política después de su baja de paternidad, no ha expresado por ahora su intención de, ni dar paso atrás, ni dejar su cargo de portavoz. Ya ha habido gestos que le han delatado en su desconexión con la sede del partido en Calabria 166. No estuvo presente en el momento en que Pere Aragonés anunció su dimisión en Barcelona, como sí lo estuvo la diputada republicana en el Congreso y exconsellera de Acció Climàtica Teresa Jordà, que luego fue remplazada por David Mascort. Tampoco se le vio la noche en que el partido estuvo reunido en la Ejecutiva del miércoles, donde Junqueras anunció que dejaba la presidencia.

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