La marcha de Manuel Valls del Ayuntamiento de Barcelona ha ido acompañado de nuevos fichajes en su partido, Barcelona pel Canvi. La formación, ahora liderada por Eva Parera, no quiere perder su papel relevante en la política municipal después de que ser clave para que ERC no accediera a la alcaldía y preparan la época post-Valls con la mirada puesta en 2023. Su intención es unir a todo el constitucionalismo en las próximas elecciones a la capital catalana con el fin de dejar atrás las "dos caras del procés". Es decir, el "independentismo" de ERC, JxCAT y la CUP, y el "populismo" de Ada Colau, explican las fuentes consultadas.
Barcelona pel Canvi ha empezado a pescar en distintos partidos y en entidades del constitucionalismo cívico. Si la concejal de Ciudadanos Marilén Barceló fue de las primeras en anunciar su incorporación, el último ha sido Joan Castelló, procedente del PP. También el presidente de la asociación universitaria S'ha Acabat, Yeray Mellado, decidió dar el salto como consejero de distrito de Nou Barris.
"Nuestra voluntad, como hizo Manuel [Valls] y Alejandro [Fernández], es trabajar para construir la reagrupación del constitucionalismo", explican fuentes del partido a Vozpópuli. Y es que esta mención al líder del PP catalán no es baladí. Tanto Fernández como Pablo Casado, según estas fuentes, ven con buenos ojos este acercamiento. Piden, sin embargo, cautela ya que todavía es pronto para elucubrar sobre posibles coaliciones electorales: "está muy verde, hay intención de sumar y que el constitucionalismo se implique, pero aún no está definido".
En la actualidad, Barcelona pel Canvi cuenta con tres concejales en el Ayuntamiento de Barcelona y diez consejeros de distrito. Parera es también diputada en el Parlament, tras formar parte de la candidatura del PP como independiente. Es decir, el contacto con el PP a nivel autonómico es diario y el objetivo más inmediato del partido municipalista es sumar nuevas incorporaciones para reforzarse tras la marcha del ex primer ministro francés: "Hay más gente en cartera", avanzan.
Otra fuente consultada no excluye que de cara a 2023 pueda variar el nombre del partido si logra reunir la mayor transversalidad en el espacio del constitucionalismo catalán.
Convención nacional del PP
El hecho de que la propia Parera haya asistido a la Convención nacional del PP se interpreta como un ejemplo de que los contactos son fluidos y constructivos. El nuevo consejero de distrito, Joan Castelló, explica a instancias de este medio que su fichaje ha sido avalado por su partido, el PP. "Este fin de semana la Convención servirá para que a nivel nacional se defina una estrategia de cómo hacer las cosas", abunda.
Castelló ha decidido sumarse a Barcelona pel Canvi tras más de 18 años trabajando en el mundo municipal, en diversos cargos de responsabilidad en el ámbito de comunicación del PP de Barcelona. Las discrepancias con Josep Bou, concejal del PP en el consistorio, han sido notorias. Como informó este medio, el también empresario catalán abrió una crisis en el partido tras el cese de Eduardo Bolaños, el jefe de Gabinete de Alejandro Fernández, y de los concejales de distrito de Las Corts y Sarrià, Isaac Martín y Xavi Cañigueral.
Sin líder en Barcelona
Cuadros del PP tampoco descartan la posibilidad de que su partido y Barcelona pel Canvi vayan unidos. En especial si, como ha sucedido en el pasado, no se logra la unidad del constitucionalismo. "Ahora mismo la dirección provincial liderada por Manu Reye está cerrando los candidatos en todos los municipios, pero Barcelona es la gran incógnita", relatan.
Hay que ver también el papel que juega Ciudadanos, sobre todo después de que en las últimas elecciones no obtuvieran un gran resultado. Las fuentes consultadas creen que la situación en la que se encuentra Barcelona, con Ada Colau al frente, propicia una entente entre todos aquellos que quieren dejar atrás el procés y que Barcelona vuelva a ser uno de los principales motores económicos de España. La operación que se tiene en mente solo abarcaría la Ciudad Condal y ahondando en el "desgaste" de Colau y en la desmovilización del nacionalismo. Con todo, son muchas piezas las que tienen que encajar, pero los primeros contactos han tenido resultados.
