Joan Canadell presidirá la Cámara de Comercio de Barcelona. Eines de País, la candidatura de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), le ha escogido para este cargo desde el que tratará de romper con el Ibex 35 y las oligarquías actuales. Además del presidente se han elegido a los representantes de los otros 11 cargos del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Barcelona.
Los independentistas escogen así al propietario de Iniciatives Canadell SLU, fundador de Petrolis Independents y del pequeño Círculo Catalán de Negocios (CCN), una entidad dedicada a difundir las principales tesis económicas de los independentistas. En esta disputa también se había presentado el presidente de la metalúrgica Recam Laser, Pere Barrios.
"Desconexión" con el Ibex 35
Canadell tendrá ahora que cumplir con el programa de Eines de País, como postrar la institución al "servicio de la república, sin sumisión a los intereses de oligopolios y empresas con sedes no catalanas", en definitiva "desconexión" con el Ibex 35 y "poderes fácticos centralizados".
Eines de País quiere acabar con la llamada cultura del "Palco del Bernabéu", y tratará de impulsar infraestructuras clave en Cataluña, incluso insistiendo en la gestión del aeropuerto, puerto, trenes, energía y comunicación, así como el Corredor Mediterráneo y una mejora de las conexiones con el levante español y las Baleares.
El elegido tendrá que dar su cara para impulsar un banco propio en Cataluña, pese a los nefastos ejemplos dejados durante la crisis y antes -CaixaCatalunya y Banca Catalana-, con la premisa de divulgar el modelo de "éxito" catalán y vender Cataluña como un país independiente.
Con estos cambios dará comienzo una nueva etapa, rompiendo con el mandato de Miquel Valls, que lleva al frente desde 2002
Con estos cambios dará comienzo una nueva etapa, rompiendo con el mandato de Miquel Valls, que lleva al frente desde 2002. Los empresarios independentistas quieren ahora unir todos los esfuerzos en favor de las pequeñas y medianas, con transparencia y sin otorgar privilegios a las grandes compañías, que podrían perder las llamadas "sillas de plata", 14 asientos del pleno de la Cámara que se otorgan por un precio mínimo de 75.000 euros.
Los independentistas tienen claro que "comprar sillas no es democrático. Este sistema no es propio del siglo XXI". En cuanto a la pérdida de ingresos no han mostrado preocupación debido a la buena salud financiera de la que goza ahora la Cámara de Barcelona. "Hay que levantar las alfombras todavía para poder anunciar el plan", han considerado.