Ada Colau ha regresado de sus vacaciones culpando de la crisis de seguridad a una campaña orquestada por los medios de comunicación y la oposición. "Es una auténtica campaña de ataque político", afirmaba este pasado lunes. Para después asegurar que es "una preocupación real y legítima de los vecinos".
Tras las diversas reuniones entre vecinos y partidos políticos durante el mes de agosto, una de las primeras medidas pedidas al Ayuntamiento era la instalación de cámaras de seguridad en las calles de la Barcelona más conflictiva, como la zona del Raval. Según han asegurado vecinos presentes en reuniones con representantes del Ayuntamiento, el Consistorio se ha negado a instalar nuevas cámaras de seguridad durante todo el mandato, y especialmente durante el último año, pese a las constantes peticiones de vecinos y de sindicatos de la Guardia Urbana.
"Con Colau no se ha instalado ninguna nueva cámara de seguridad en Barcelona", han afirmado desde CSIF a Vozpópuli. "Colau no ha hecho nada", ha puntualizado, al tiempo que ha considerado que la alcaldesa de Barcelona ha permitido esta "epidemia" pese a tener todas las competencias de seguridad, tal y como establece la Carta Municipal de Barcelona.
Según han denunciado los vecinos, algunas de las cámaras instaladas en "zonas conflictivas no funcionan" y están solo como adorno, aunque "también disuaden a algunos delincuentes que desconocen esta circunstancia". "Es necesario más cámaras de vigilancia", ha afirmado a Eugenio Zambrano, de CSIF de la Guardia Urbana, en declaraciones a Vozpópuli.
El plan tiene como objetivo "revertir" la situación de inseguridad que se palpa en Barcelona, y para ello pide la colaboración de "todos los agentes ciudadanos"
Ahora, Colau rectifica y valora "positivamente" el plan estratégico Barcelona Ciudad Segura, presentado por la Generalitat, para atajar el problema de la delincuencia violenta, con trece muertes desde enero, la última de ellas esta misma semana con el apuñalamiento de una joven, Sara, de 26 años, y el incremento de los robos en la Ciudad Condal, un 37% más en el segundo trimestre.
Colau, que se ha había opuesto a las peticiones de los vecinos, asegurando que era un problema de "percepción", ha mostrado su disposición a realizar "la máxima colaboración entre las dos administraciones en materia de seguridad" tras reunirse con la Generalitat.
El plan tiene como objetivo "revertir" la situación de inseguridad que se palpa en Barcelona, y para ello pide la colaboración de "todos los agentes ciudadanos", es decir, de la Guardia Urbana destinada a la prevención y vigilancia.
El Consistorio de Colau ha propuesto un paquete de medidas a corto plazo, mientras que el teniente de alcalde, Jaume Collboni, considera que los resultados no se verán antes de un año para solucionar el problema.
La principal medida es "el trámite de autorización para instalar cámaras de videovigilancia", más cuando la alcaldesa se ha opuesto a instalarlas en conversaciones con los vecinos.
Agentes privados para vigilar las calles y rechazo a la Policía Nacional
Entre las medidas a tomar será la petición de reformar el código penal en materia de multirreincidencia en cuanto a los delitos leves, una petición que han realizado todos los grupos de la oposición, para implicar al Estado en el problema, pese a que se aplican las mismas leyes en todo el territorio español, sin excepción.
También facilitará la tramitación de denuncias, con una nueva oficina de denuncias conjunta ubicada en el centro de la ciudad, una forma de evitar la saturación de determinadas comisarías de policía, la mayoría situadas en estas zonas conflictivas. Colau también aboga por la integración de los servicios municipales en los sistemas de emergencias 112.
Al tiempo que en vez de pedir la actuación de la Policía Nacional, Colau considera más oportuno "la autorización de servicio de vigilancia privada en puntos sensibles", una propuesta que difiere con las presentadas por PP y Ciudadanos, que han pedido que sean estos agentes, con experiencia y potestad para actuar, quienes patrullen las calles. Habrá más agentes de los Mossos, unos 300 más, para desplegarse por la ciudad.
Tsunami vecinal aglutina ya 20 barrios y suma a agentes de la Urbana
Los vecinos, por su parte, continúan con las protestas y preparan una gran movilización para el próximo 14 de septiembre, donde confluirán con 20 barrios bajo la plataforma 'tsunami vecinal', que han recibido numerosos apoyos en las últimas semanas.
Sindicatos de la Guardia Urbana, también se han apuntado a la manifestación, con la condición de mantenerse bajo la pancarta.
"Este movimiento se debe a que desde hace tres años toda la delincuencia estaba concentrada en El Raval y la Barceloneta. Ahora se mueven a otros barrios", ha asegurado.