El secesionismo consuma una venganza simbólica contra una de sus bestias negras: Josep Borrell. El paseo que llevaba su nombre en la Pobla del Segura, localidad en la que nació el Alto representante de Exteriores de la UE y vicepresidente de la Comisión Europea, ya no exhibe la placa alguna. La retirada tiene lugar después de que el Ayuntamiento organizase un referéndum el 12 de marzo de 2023 para preguntar a la población si deseaba que permaneciese su nombre o cambiarlo por el de 1 de octubre —fecha del plebiscito secesionista ilegal—.

En la votación, ganó el veto a Borrell con un 78% de votos afirmativos, si bien solo participaron 322 personas en una población con 3.000 habitantes —y en el que el derecho al sufragio se rebajó a los 16 años—. Los motivos esgrimidos para eliminar definitivamente cualquier referencia al exministro socialista —las letras del paseo ya habían sido eliminadas en 2017 pero aún se conservaba la placa— fue un símil que pronunció ese mismo año y que desde entonces es recordado con frecuencia por el separatismo.

En concreto, Borrell le señaló al a la sazón líder del PSC Miquel Iceta —partidario de los indultos— que antes de “coser las heridas hay que desinfectarlas, si no, se pudren”. El secesionismo interpretó que Borrell no se refería a juzgar a reparar los estragos del procés sino a “desinfectar” Cataluña de independentistas. En cualquier caso, la hostilidad de parte del separatismo con el dirigente socialista se remontaba a otras declaraciones pretéritas, como cuando en 2016 negó en TV3 frente a Junqueras que Cataluña padeciese un “expolio fiscal” —intervención que se convirtió en viral—.

Aunque la nueva placa con el nombre 1 de octubre aún no se ha colocado, el consistorio ya ha comunicado el cambio al Instituto Nacional de Estadística, Correos y la Generalitat. Mientras, la federación del PSC en las comarcas de Lérida, Pirineo y Arán han mostrado su conformidad resaltando que Borrell es “uno de los políticos con más trascendencia del país”.

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