La CEOE también se aprieta el cinturón después del recorte del 20 por ciento en la subvención pública que recibe tal y como ha pasado con sindicatos, partidos políticos y fundaciones de los partidos. En su caso, las medidas de austeridad comenzaron ya hace dos años, en 2010, cuando congelaron el sueldo de su plantilla y comenzaron a reducir ésta de los 157 trabajadores que había en 2010 a los 99 con los que quieren terminar este año. En total, un 36 por ciento de reducción de personal laboral dentro de la central de la organización empresarial. Es más, la idea declarada por el presidente de la CEOE, Joan Rosell, es ir hacia un presupuesto sólo sostenido por las propias cuotas de los socios y de las organizaciones que se amparan bajo el paraguas de la Patronal, aunque admiten excepciones para otros usos específicos como los cursos de formación.
Así, la CEOE sigue la estela de partidos que como el PSOE, la fundación Ideas o los sindicatos mayoritarios, se ven abocados a abordar expedientes de regulación de empleo, tal y como ha adelantado Vozpópuli. Eso sí, la organización representativa de los empresarios españoles aún mantiene una hiperestructura de 9 vicepresidentes y 38 vocales, a pesar de la disminución de su cúpula directiva. De hecho, Rosell anunció ayer durante su intervención en la Asamblea General de la CEOE que tras el verano abordarán una reorganización "empezando por los Estatutos, para adaptarnos eficazmente a la nueva realidad".
Pero esas políticas de austeridad las hizo extensivas Rosell ayer a las administraciones públicas y a los políticos. La CEOE defiende la reducción de los más de 22.000 organismos públicos que hay en España (sólo los ayuntamientos tienen más de 5.000) y también el número de políticos. Eso sí, cree que si bien es conveniente que haya menos deben estar "mejor pagados". Ya de paso, aludió, en presencia del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, a los casos de corrupción bajo el argumento de que "no vamos a ser nosotros quienes hagamos una crítica a todos los políticos, pero sí exigimos un impecable comportamiento, pues cualquier desliz parece una enfermedad generalizada, aún siendo sólo puntual".
Rosell quiere que, como en el Congreso de los Estados Unidos, se explique "pormenorizadamente y con todos los protagonistas" a situación de la banca
Entiende el máximo responsable de la CEOE que España necesita "muchas dosis de confianza" y que parte de ella se consigue "recuperando la fe en los políticos pues ellos ocupan un lugar central en la búsqueda de soluciones. El silencio, muchas veces interesado o acomodaticio, de otros muchos es prueba evidente". En definitiva "es hora de políticos valientes, arriesgados. Más que nunca ya no vale hacer lo que siempre se ha hecho".
Así, Rosell puso como ejemplo de esa valentía que reclama de los políticos que se den nuevas vueltas de tuerca a la reforma laboral. Dijo de ésta que era "un buen paso", pero que "habrá que mejorar". Recordó en este sentido que entre los años 2003 y 2006, gobernando Gerard Shröder en Alemania se abordó una reforma laboral en cuatro fases. "Así deberíamos hacerlo aquí --propuso-- poco a poco, que la legalidad se acomode a la realidad del día a día de la empresa".
Hubo otra reclamación al presidente del Gobierno. Si bien cree que es necesaria una reestructuración del sistema financiero, después de llevar varios años de retraso con respecto a los países de nuestro entorno, consideró que "eso sí, habrá que explicarlo pormenorizadamente y con todos los protagonistas. Algo parecido a lo que se hizo en el Congreso de los Estados Unidos". Así, el presidente de la CEOE se suma a los que reclaman una investigación parlamentaria sobre lo acontecido en nuestro sistema financiero, con la comparecencia de todos aquellos que hayan tenido algún papel en este despropósito. Y lo de "pormenorizadamente" era una de las pocas palabras subrayadas de su discurso.
