El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, no tendrá finalmente la foto de 'despedida' que tanto anhelaba. El rey Juan Carlos ha suspendido en las últimas horas por sorpresa su asistencia mañana a los actos de conmemoración del Bicentenario del Tribunal Supremo (TS) donde iba a compartir protagonismo con un Dívar en los últimos días de su mandato al frente de los jueces españoles. El motivo alegado por el monarca ha sido un viaje sorpresa a Yeda (Arabia Saudí) para expresar las condolencias a la Familia Real Saudí por el fallecimiento del Príncipe Heredero, Nayef bin Abdulaziz, según han informado fuentes de la Casa del Rey.
La Casa Real veía con recelo la foto del monarca con Dívar en los actos del Bicentenario
Ante la ausencia del monarca, será el Príncipe Felipe quien presida el acto. Insuficiente consuelo para el presidente del CGPJ, que en los últimos días había maniobrado para permanecer en su cargo hasta que se celebrasen dichos actos. De hecho, ayer consiguió in extremis que los vocales del Consejo le permitieran mantenerse como presidente de la institución hasta después de los mismos con el compromiso de dimitir el jueves siguiente. Sin embargo, como ya adelantó Vozpópuli, la Casa Real, que veía con recelo la foto con Dívar del monarca, cuya imagen quedó muy afectada por su viaje de caza a Botsuana.
De hecho, la web oficial de Zarzuela esperó hasta el viernes pasado para confirmar la presencia del rey en el acto. Ayer sábado el propio Tribunal Supremo aún informaba de la asistencia del monarca en los fastos. Sin embargo, el viaje sorpresa a Arabia Saudía, anunciado este domingo por la mañana, ha dejado a Dívar sin su principal 'invitado' al Bicentenario. De este modo, el gran apoyo presencial para el máximo representante de los jueces este lunes serán los dos miembros del Gobierno que ya han anunciado que estarán, la vicepresidenta Soraya Sáinz de Santamaría, y el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
La presencia de Gallardón es significativa, no tanto por su condición de ministro de Justicia --también acudirá el número 2 de su departamento, el secretario de Estado, Fernando Román-- que le obliga a ello, sino por la pública defensa que ha hecho de Dívar desde que saltó el escándalo y, sobre todo, después de que la Fiscalía intentase cerrarlo en falso al asegurar que no había indicios de malversación en los gastos particulares que había cargado a los presupuestos del CGPJ. Entonces, Gallardón aseguró que daba por zanjado el caso y en todo momento se mostró contrario a que el presidente de los jueces acudiera al Congreso a explicarse, como le terminaron exigiendo casi todos los grupos políticos de la oposición. Dívar era, de hecho, uno de sus grandes apoyos dentro de la judicatura para sacar adelante las polémicas reformas que ha anunciado.
El caso de Soraya Sáenz de Santamaría es diferente. La presencia de Mariano Rajoy ese día en la reunión el G-20 en México ha puesto a la vicepresidenta en la tesitura de tener que asistir en su lugar a este acto protocolario que los acontecimientos de las últimas semanas han añadido un importante plus de simbolismo. Hasta ahora, la vicepresidenta se había mantenido en un segundo plano en toda la polémica, aunque en los últimos días había realizado gestiones en la sombra para mantener a Dívar en su puesto al considerarle el mayor aliado del Gobierno dentro de la judicatura.
Villalobos y, tal vez, Aguirre y Botella
La presencia del PP, el único partido junto a CiU que ha mantenido una actitud de defensa del máximo representante de los jueces durante todas las semanas que ha durado el escándalo, no se limitará a estos dos representantes del Ejecutivo. También se espera, aunque ayer sábado aún no estaba confirmado, la asistencia de Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, y de la alcaldesa de la capital, Ana Botella. Además, por el Congreso, su principal representante será otro político conservador, aunque no su presidente, Jesús Posada, sino la integrante de la Mesa de la Cámara Baja Celia Villalobos.
También se espera una nutrida representación de las Cortes Supremas iberoamericanas, aunque seis países -- Costa Rica, Cuba, El Salvador, México, República Dominicana y Venezuela-- ya han anunciado que no enviarán ninguna delegación. Otros dos, Argentina y Bolivia, estarán representados por sus embajadores en España. El caso de las autoridades de Buenos Aires, el desplante era esperado, reconocen desde el propio Consejo. El CGPJ anuló una visita oficial a este país sudamericano tras la nacionalización de YPF y las tensiones diplomáticas posteriores. Ahora Argentina devuelve el desplante. Un mar menos para un Dívar que ha obtenido la pírrica victoria de presidir el Bicentenario del Supremo antes de tener que dimitir o, como dijo ayer él, tomar "una postura rotunda y contundente".