A juicio de los expertos en demoscopia que trabajan para el Gobierno, hay poderosas razones de fondo que pueden contribuir a que la formación de Pablo Iglesias pierda el aura ganado en el último año y medio. Algunas de ellas quedan reflejadas en el barómetro del CIS de octubre dado a conocer este miércoles.
- PSOE e IU deben cambiar su estrategia. Pueden ser, con diferencia, las dos formaciones más perjudicadas por el auge de Podemos, formación que muerde en mucha menor medida el espacio del PP. Tradicionalmente, los dos grandes partidos han sumado el 70% de los votos. Sin embargo, en el CIS de octubre, la suma del PP y del PSOE no supera el 52%, foto que demuestra la reconfiguración de los espacios electorales. Podemos irrumpe con el 22,5% de los apoyos y, en opinión de los expertos que asesoran al Gobierno se debe, sobre todo, a los errores cometidos por socialistas e Izquierda Unida. En el primer caso, porque Pedro Sánchez ha empezado a escorarse a la izquierda para conseguir dos objetivos muy difíciles de alcanzar al mismo tiempo: mantener la hegemonía dentro de la propia izquierda y ganar las próximas elecciones generales absorbiendo voto de centro. En caso de IU, porque la formación de Cayo Lara ha ‘canibalizado’ el discurso de Podemos. En la medida que el PSOE corrija el tiro e IU reconduzca su estrategia, Pablo Iglesias puede ver frenado su ascenso.
- La ley D´Hondt favorece al PP. Podemos se coloca en el sondeo del CIS a solo 1,4 puntos del PSOE en estimación de voto. La media de las encuestas que maneja el Gobierno sitúan a la formación de Pablo Iglesias solo unas décimas a la izquierda de los socialistas. Cuando la distancia entre la segunda formación política y la tercera es tan estrecha, el reparto de escaños que impone la aplicación de la ley D´Hondt siempre favorece al partido más votado. En este caso, el PP se coloca en cabeza con el 27,5% de los apoyos sobre voto válido, una vez hecha la ‘cocina’ del CIS a partir de la intención directa de voto, el voto más simpatía y el recuerdo de voto.
- A mayor popularidad de Pablo Iglesias, más sobreexposición. En el Gobierno se tiene la certeza de que el líder de Podemos empieza a mostrarse desbordado por la sobreexposición a la que se ha visto sometido en el último año y medio. Los estudios de los que dispone el Ejecutivo demuestran que ha llegado un momento en que la aceptación de Pablo Iglesias entre los ciudadanos sube cuando éste permanece un tiempo callado y se reduce o, al menos, se frena, cuando éste inunda ciertas televisiones y responde con frases hechas a interrogantes de calado. Su celebridad le puede conducir a morder el polvo porque pronto puede verse sobrepasado por los acontecimientos, se afirma en el Ejecutivo.
- Activación del voto del miedo. El resultado de las próximas elecciones generales puede estar condicionado por numerosas variables, entre ellas la habilidad que tenga el PP para estimular el voto del miedo. El mensaje puede ser muy sencillo: PSOE+Podemos equivale a Frente Popular. En la medida en que desde el Gobierno y desde el PP se identifique el posible triunfo de los socialistas en las próximas legislativas con el riesgo de inestabilidad política, el votante de centro, que es el que siempre ha terminado inclinando la balanza hacia uno u otro lado, puede acabar escorándose masivamente hacia posiciones conservadoras.
- Débil anclaje en la sociedad española. Según los expertos en demoscopia que asesoran al Gobierno, Podemos no solo está todavía sin estructurar como fuerza política sino que dispone de un anclaje muy débil entre los ciudadanos, a pesar de que en intención directa de voto aparece como la organización que, en estos momentos, contaría con mayores apoyos. Tiene un voto muy transversal, no solo compuesto por personas jóvenes y de extrema izquierda, y, además, es altamente probable que haya tocado techo. Su suelo todavía está sin explorar, mientras que el del PP se demuestra mucho más estable que el del PSOE, a pesar del fuerte desgaste sufrido por el Gobierno como consecuencia de la crisis económica.
Para entender la importancia y la fiabilidad del CIS hay que tener en cuenta que la fórmula magistral con la que el Centro convierte la intención directa de voto que el ciudadano exterioriza en las encuestas en estimación de voto, ha sido tradicionalmente un misterio para el gran público. Sin embargo, el algoritmo que se utiliza para cocinar los sondeos tiene su importancia pues de él depende su posible grado de manipulación o de error, teniendo en cuenta también que la demoscopia no es una ciencia exacta, sino probabilística. El propio CIS suele advertir que la aplicación a los mismos datos de otros modelos podría dar lugar a estimaciones diferentes.
Los sondeos de contenido electoral recogen las preferencias explícitas de los entrevistados, es decir, la intención directa de voto. A quienes la ocultan, se les pregunta sobre su afinidad política y de esta forma se obtiene el denominado voto más simpatía. En dichas encuestas se pregunta también por el voto emitido en las últimas elecciones (recuerdo de voto). Los expertos toman como punto de partida ese sesgo y mediante un algoritmo transforman el voto más simpatía en la estimación final de voto, que es el importante. De todo ello se concluye la importancia relativa que tiene el voto directo, en el que Podemos se ubica como primera fuerza por delante del PSOE y del PP, por este mismo orden.