En 1987, el entonces todopoderoso president de la Generalitat, Jordi Pujol, creó el cuarto escalafón administrativo que se sumaba al Estado, la Generalitat, los ayuntamientos y a las diputaciones: los consejos comarcales. El objetivo según aquel gobierno de CiU era el de garantizar la gestión de los servicios en aquellas zonas con escasa población en Cataluña y competir con las diputaciones provinciales, heredadas del franquismo. Sin embargo, con el paso de los años y ante el progresivo aumento tanto del gasto público como de la deuda de Cataluña –el año pasado la deuda de la Generalitat superó los 64.200 millones bajo la gestión de CiU y ERC-, se ha vuelto a abrir el debate de la supresión de los consejos comarcales que suponen un coste de 500 millones al año.
Así lo ha reclamado la entidad cívica no independentista Convivencia Cívica Catalana, que se ha sumado a las reiteradas peticiones sin éxito del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, de suprimir estos órganos locales. Rivera ha expresado a Vozpópuli en Barcelona que si Ciudadanos es decisiva para decidir el próximo gobierno catalán que salga de las autonómicas del próximo 27 de septiembre impondrá la supresión de los consejos comarcales en Cataluña.
El coste de mantener esta capa administrativa es superior, por ejemplo, a los recortes en sanidad del gobierno catalán
Convivencia Cívica Catalana también solicita la supresión de los consejos comarcales en Cataluña y ha aportado cifras concluyentes que demuestran el gasto que soportan los catalanes al año por la gestión de estos consejos, gobernados en su gran mayoría por CiU y sus socios independentistas de ERC que no quieren suprimir estos consejos para reducir el gasto público.
El coste de mantener esta capa administrativa es superior, por ejemplo, a los recortes en sanidad del gobierno catalán. La entidad considera difícil de justificar “ante los ciudadanos y menos en un momento de recortes en los servicios públicos esenciales el incremento de cargos públicos que superpone muchas de sus funciones a las diputaciones y las mancomunidades de municipios”, argumentan.
CiU y ERC no quieren suprimirlos porque los controlan
Cabe destacar también el elevado número de representantes de CiU y ERC en estos consejos. Entre ambas formaciones tienen a más de 700 cargos políticos colocados en este nivel administrativo. Éstos asignan a su vez a cargos de confianza y personal nombrado para diferentes comisiones y funciones de los consejos. En total, según ha analizado la entidad, más de 2.500 personas están en nómina como personal adscrito a los consejos comarcales en Cataluña.
Tras las elecciones municipales, un total de 1.067 cargos políticos en Cataluña están integrados en estas entidades administrativas. Por partidos políticos, dos formaciones destacan y aglutinan la mayoría de los consejeros comarcales: CiU, con 417 y ERC con 292. Entre ambas suman 709 cargos colocados en este nivel administrativo.
CiU y ERC acaparan 709 cargos colocados en este nivel administrativo. En total hay 1.067 cargos en estas entidades
Los partidos nacionalistas e independentistas, sobre todo CiU y ERC, suman más del 66% del total de consejeros a pesar de disponer de menos del 38% de votos de los ciudadanos catalanes en las últimas municipales, lo que subraya “la influencia de los partidos nacionalistas en perjuicio de las formaciones no nacionalistas o independentistas”, según la entidad.
Cuatro niveles administrativos en Cataluña y sobresueldos
A la estructura habitual en otras comunidades autónomas (gobierno autonómico, diputaciones y municipios), Cataluña añade un cuarto nivel, los 41 consejos comarcales, cuya actividad y funciones escasamente delimitadas se solapan con diputaciones y mancomunidades de municipios. Se trata de entidades de gobierno de elección indirecta que emana de las elecciones en los municipios. Albert Rivera afirma que su propuesta de supresión de estos consejos es rechazada por parte de CiU, ERC y PSC porque “los alcaldes y concejales cobran cuantiosas dietas por acudir a los plenos por los que la mayoría de los partidos dotan a sus cuadros de un sobresueldo”, aseguran en Ciudadanos.
Hay consejos comarcales en Aragón, Asturias y Castilla-León
Cataluña no es la única autonomía con consejos comarcales. Aragón y Asturias también los tienen. Y el Bierzo se ha convertido en comarca de Castilla-León. Pero es en Cataluña donde este aparato administrativo subprovincial está más desarrollado. Un ejemplo: el Consell del Alt Penedés cuesta más de 180.000 euros en órganos de gobierno de los que 101.000 son para cargos de confianza y 5.300 euros de dietas a cargos electos. En opinión de Albert Rivera, “muchos de estos organismos carecen de sentido porque nacieron como un contrapoder convergente a las diputaciones que controlaba el PSC”.
Duplicidad administrativa en Barcelona
Barcelona y sus alrededores como la comarca del Baix Llobregat tienen la paradoja de que la duplicidad es mucho más evidente, ya que existe el Área Metropolitana de Barcelona, que da servicios a más de cuatro millones de habitantes, lo que deja con un sentido más que dudoso a organismos como el Consejo Comarcal del Barcelonés. Rivera asegura que “no es la única unidad administrativa intermedia que se debería liquidar. De la misma manera, deberían eliminarse las diputaciones, porque son otro nivel administrativo que tampoco puede justificarse”, concluye Rivera.