España

Arrimadas evita dimitir y avanza una “refundación” de Cs con cambio de marca

En el seno de Ciudadanos hay quien pide la cabeza de Inés Arrimadas y quien aboga por una refundación más pacífica que rearme el partido sin esquilmarlo de los efectivos que aún permanecen en la formación

  • Inés Arrimadas con Edmundo Bal. -

Ciudadanos es una olla a presión. El mazazo de las elecciones andaluzas ha sido un revés demasiado duro para un partido al que ya no le quedan asideros. Voces internas consultadas por Vozpópuli exigen a la líder de Cs, Inés Arrimadas, que reaccione cuanto antes. Esta reacción, apuntan, no tiene por qué ir en la vía señalada por el exdirigente naranja Ignacio Aguado, que exigía en su cuenta de Twitter la dimisión "inmediata" de toda la Ejecutiva, la convocatoria de un Congreso extraordinario y la conformación de una gestora hasta su celebración.

En declaraciones a Onda Cero, Inés Arrimadas ha señalado que hay un plan, "el mismo que han hecho otros partidos liberales en Europa". La líder de Cs apunta a una renovación profunda del partido, insinuando que cambiará la marca, pero ha evitado hablar de dimisiones.

"Estoy muy triste hoy. En días como este hay que hacer de tripas corazón y dar la cara. Creemos en este proyecto, en este espacio político. La marca está muy castigada y no somos capaces de reconectar con la gente", ha admitido. La dirigente de Ciudadanos ha lamentado que Juan Marín no haya querido continuar en política, pero ha afirmado que sigue "contando con él".

La marca está muy castigada y no somos capaces de reconectar con la genteInés Arrimadas

En cualquier caso, el mensaje que trasladan distintos diputados del partido es claro: "Algo ha de pasar porque la situación es insostenible". Otras fuentes de Ciudadanos manifiestan, más concretamente, que si bien hay que rearmar el partido, "eso no pasa por desarmarlo". Hay por tanto, dos vías de discusión abiertas en el seno de la formación naranja. Una dirige su mirilla directamente a la Ejecutiva actual y, principalmente, a la líder Inés Arrimadas. Otra se muestra más cauta y cree que es mejor aprovechar a los efectivos disponibles aunque deban cambiarse estrategias.

Lo cierto es que a Ciudadanos no le queda mucho de donde tirar para rehacer el partido desde cero. La marcha de Juan Marín hace que pierda a uno de los pocos baluartes territoriales que le queda tras los últimos trompazos electorales. Ahora mismo, solo mantienen una destacada visibilidad territorial Francisco Igea, en las Cortes de Castilla y León, y Begoña Villacís, en la Vicealcaldía de Madrid.

En el Parlamento Europeo y el Congreso de los Diputados sigue manteniendo algunos nombres propios como Edmundo Bal, Miguel Gutiérrez, Luis Garicano, Jordi Cañas o Maite Pagazaurtundúa. En todo caso, el banquillo naranja se está quedando cada vez más vacío. Además, como empieza a ser cada vez más habitual tras cada tortazo en las urnas, se han producido sonadas bajas.

La exdiputada de Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña Carmen de Rivera y el ex miembro del Comité de Garantías Fernando Sánchez-Contador han cursado este lunes su baja en la formación alegando diferencias con la dirección. "El sacrificio que supuso arrancar el partido y dedicar estos más de diez años como diputada, se truncan por las reiteradas y nefastas decisiones de su dirección. Ciudadanos ya no existe, hasta siempre", ha indicado De Rivera en su cuenta de Twitter.

Por el momento, la dirección de Cs ha mantenido este lunes una reunión para analizar la situación y ha convocado al Comité Ejecutivo nacional para la semana que viene. Será en este último cónclave donde se pondrán todas las cartas sobre la mesa.

Las lágrimas de Marín

Las lágrimas de Juan Marín son la mejor prueba de que en Ciudadanos no vaticinaban un resultado tan catastrófico en Andalucía. Ganar un escaño en esa plaza era clave para que el partido fuese poco a poco ganando oxígeno y pudiera renacer, siguiendo el camino marcado por Igea en Castilla y León. En el partido se pensaba que ya se había tocado fondo con la desaparición de sus representantes de la Asamblea de Madrid, y confiaban en que la senda de Castilla y León se extrapolase a Andalucía.

Ahora, suenan tambores de "refundación" en una sede, en la Calle Alcalá de Madrid, con cada vez más despachos libres. El exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha mantenido su silencio habitual. Quien sí se ha manifestado es otro ex peso pesado de los naranjas, Toni Roldán, quien ha vuelto a señalar el error de Rivera en 2019 de no pactar con el PSOE de Pedro Sánchez. Roldán habla de "fin de ciclo", pero no en Ciudadanos, sino en la política española en general, cada vez más abocada a la reedición del bipartidismo.

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