Ciudadanos volverá a la palestra electoral en las elecciones europeas de 2024. Sin embargo, la forma en la que concurrirá aún está por determinar, y según ha podido confirmar Vozpópuli por fuentes del partido, existen varias posibilidades sobre la mesa. Una de ellas es que la formación se presente a la cita electoral de Bruselas con una nueva marca, construida para albergar también a gente de fuera del partido.
Fuentes de la formación explican que esta vía forma parte del abanico de opciones que la cúpula está estudiando. Hace un año, precisamente, los naranjas analizaron de cambiar la marca de Ciudadanos por otra, una forma de hacer olvidar los tropiezos del pasado. Uno de los que más sonaba con más fuerza era 'Liberales'.
En aquel momento, el ala catalana del partido se mostró reticente a cambiar de nombre dados los lazos sentimentales que les unían a la vieja marca y porque consideraban que no tenían nada de lo que esconderse. "No somos una formación salpicada por la corrupción", decía uno de los miembros del Comité Nacional. Sin embargo, también se escucharon voces que defendían que cambiar a 'Liberales' les permitiría alienarse con el centro liberal europeo.
Otra de las estrategias que se está analizando es la de firmar acuerdos con otros partidos para presentar listas conjuntas, al estilo de las pactadas en su día en Navarra con el PP y UPN (Navarra Suma). La decisión la deberán tomar los órganos de dirección en su debido momento.
Ciudadanos sabe que en Europa es fuerte. Las formaciones liberales tienen un peso en la Unión Europea mayor que en España, y el grupo del que forma parte CS (Renew) goza de gran influencia. Sin ir más lejos, el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, forma parte del grupo parlamentario de Ciudadanos y mantiene una buena relación con su secretario general, Adrián Vázquez.
Cultivar esta relación es clave para frenar la ley de amnistía que Sánchez y Puigdemont tanto desean. Reynders tiene en sus manos la capacidad de aplicar el mecanismo de condicionalidad de los fondos europeos (y cerrar el grifo a España si se amnistían casos de corrupción o malversación de fondos), examinar la calidad del Estado de Derecho de nuestro país e, incluso, poner una demanda contra España en el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
En la formación consideran que los números dan para contar con representantes en Europa, lo que supondría un golpe de oxígeno fundamental para garantizar la subsistencia de una alternativa de centro en nuestro país.
El partido liberal español se está haciendo fuerte en Europa, que aspira a ser el último dique de contención de los anhelos y ambiciones de Pedro Sánchez, capaz de cualquier concesión a los independentistas con tal de seguir en el poder.
"Es imprescindible de dar voz en esas elecciones a todos los españoles descontentos con la situación política actual, y a todos esos reformistas y liberales que no se sienten representados por el actual Congreso de los Diputados y que buscarán en la cita europea la mejor herramienta para defender a España y a la UE", apuntó la Comisión Permanente de CS en su última reunión.
Su no concurrencia a las elecciones europeas dejaría en manos del Partido Nacionalista Vasco (PNV) la única representación española en el grupo liberal europeo. Un PNV que está lejos de oponerse a una ley de amnistía como la presentada por los socialistas -y que habría que estudiar qué tiene de liberal-. La presencia de Ciudadanos en Europa es clave para frenar y monitorizar las presentes y futuras concesiones de Sánchez a Junts y ERC.
Por lo pronto, Adrián Vázquez, como responsable de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara, sigue encabezando el proceso para suspender de empleo y sueldo a Carles Puigdemont. Entre sus labores al frente de dicho organismo está la de validar el acta de sus señorías, cosa que en el caso del líder de Junts no es posible llevar a cabo al incumplir la ley electoral española, que obliga a jurar la Constitución antes de hacer posesión del asiento en Bruselas (no lo hizo por estar ya fugado de nuestro país).