España

Las claves del 'caso Asunta'

Los padres de Asunta Basterra Porto, de 12 años, denunciaron su desaparición el 21 de septiembre de 2013 y su cadáver fue hallado un día después en una cuneta. Ambos fueron condenados por asesinato

Rosario Porto y Alfonso Basterra, los padres adoptivos de la niña Asunta, que murió en el año 2013, fueron condenados a 18 años de prisión por el asesinato de su hija. Tras pasar siete años en tres centros penitenciarios distintos, Porto ha sido hallada sin vida en la prisión de Brieva (Ávila).

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia confirmó en 2015 que la sección sexta de la Audiencia Provincial de La Coruña, con sede en Santiago, condenaba a ambos por un delito de asesinato con la concurrencia de la agravante de parentesco. El 11 de octubre de 2016, el Tribunal Supremo confirmó la condena. Pero, ¿cuáles son las claves de este caso?

Desaparición de Asunta

Los padres de la menor Asunta Basterra Porto, de 12 años, denunciaron su desaparición el 21 de septiembre de 2013 y su cadáver fue hallado al día siguiente en una cuneta del municipio coruñés de Teo, próximo a Santiago de Compostela.

En concreto, dos personas hallaron el cuerpo en una pista forestal de la parroquia de San Simón de Ons de Cacheiras, a tan solo cinco kilómetros de la casa de campo de sus padres.

Detención de los padres de Asunta

El día 24 de septiembre, la madre, Rosario Porto, fue detenida e investigada por un presunto delito de homicidio, algo que ocurrió un día después con su padre, Alfonso Basterra.

Los padres de la menor Asunta Basterra: Rosario Porto y Alfonso Basterra, escoltados por la Policía.

Pistas del 'caso Asunta'

La detención de ambos se debió a varias pistas que apuntaban a los padres adoptivos de la niña. En primer lugar se encontraron una serie de cuerdas en la propiedad de la madre similares a las empleadas para atar el cadáver de Asunta.

Además, apareció el medicamente ansiolítico lorazepam en cantidades tóxicas en la sangre de la niña y, tanto el ordenador portátil y como segundo móvil del padre desaparecieron al iniciarse la investigación.

Ambos dispositivos aparecieron de nuevo en su piso más tarde, tras manipular el disco duro.

Juicio del 'caso Asunta'

El juicio comenzó a principios de octubre de 2015 en la Audiencia Provincial de La Coruña, con un total de 84 testigos y 60 peritos.

A finales de ese mes, el jurado popular determinó, por unanimidad, que la abogada y el periodista eran culpables del asesinato de su hija adoptiva.

El jurado consideró probado que tanto Alfonso Basterra como Rosario Porto suministraron de común acuerdo y repetidamente a Asunta, durante al menos tres meses antes de su muerte, un medicamento que contenía lorazepam y que el padre fue el encargado de comprar este fármaco, al menos en tres ocasiones entre julio y septiembre.

Alfonso Basterra y Rosario Porto, durante el juicio por la muerte de Asunta.

Del mismo modo, apoyaron el hecho de que ambos, "puestos de común acuerdo para acabar con la vida de su hija", le suministraron una cantidad tóxica de este medicamento el día 21 de septiembre de 2013 en el transcurso de una comida familiar y que, después de las 18.15 horas, Asunta fue hasta la vivienda de Montouto (Teo) en compañía tanto de Rosario Porto como de Alfonso Basterra.

Los padres de Asunta fueron condenados por un delito de asesinato con la concurrencia de la agravante de parentesco. El 11 de octubre de 2016, el Tribunal Supremo confirmó la condena de 18 años.

https://youtube.com/watch?v=3nqB2S6ULic

En la cárcel

Porto y Basterra fueron encarcelados en el penal coruñés de Teixeiro prácticamente desde el inicio propio de la investigación, muy pocos días después de la muerte.

Ambos, durante su declaración en esta vista oral, se esforzaron en transmitir que ellos no habían tenido nada que ver con el desenlace de esta menor, que era lo que más querían, y en decir que no sabían quién le pudo administrar lorazepam.

Rosario Porto

Asismismo, ambos se declararon inocentes y repitieron, una y otra vez, que la pequeña era lo que más querían en el mundo. Los dos declinaron, en la última sesión del juicio, hablar en el alegato final y, en el caso de Alfonso Basterra, rechazó tal opción con un tajante "nada que decir".

Causa de la muerte de Asunta

Asunta Basterra murió entre las 16.00 y las 20.00 horas del 21 de septiembre de 2013 por asfixia, sofocada con un objeto "blando y deformable", según recogió la autopsia, que determinó también que no había sido agredida sexualmente -una de las hipótesis que se barajó en un principio-.

En el momento de su muerte, además, tenía en su organismo una dosis "tóxica" de lorazepam -principio activo del Orfidal- que anuló su capacidad de defenderse.

Los análisis toxicológicos permitieron determinar que Asunta había sido sedada de forma continuada con dos benzodiacepinas en los tres o cuatro meses anteriores a su muerte, en los que registró varios episodios en los que acudió a clase con síntomas de somnolencia.

https://youtube.com/watch?v=3rigGJyYP6k

El jurado popular consideró probado que los padres de Asunta la "asfixiaron" en la vivienda de Montouto.

Rosario Porto se suicida

Este miércoles, la abogada, que había cumplido siete años en tres prisiones -A Lama (Pontevedra), Teixeiro (A Coruña) y Brieva (Ávila)- ha sido hallada ahorcada en la cárcel.

Ya había intentado quitarse la vida en otras ocasiones. El 12 de noviembre de 2018 se enroscó un cordón alrededor del cuello estando en la ducha y llamó a voces a su compañera de celda alertándola de lo que estaba haciendo, por lo que los funcionarios acudieron de inmediato y el episodio terminó ahí.

Aunque no quedó acreditado que quisiera acabar con su vida, a partir de ese momento se intensificó el protocolo de prevención de suicidios y se le asignó a otra interna de confianza.

Mural en recuerdo a la niña Asunta

Previamente también había tratado de autolesionarse y el 24 de febrero de 2017 fue ingresada en el hospital tras ingerir un medicamento que tomaba habitualmente por prescripción médica.

Protocolo antisuicidio

Precisamente por ello, en los distintos centros penitenciarios por los que ha pasado se le han aplicado protocolos antisuicidio en diversas ocasiones, tres meses en A Lama y tres en Teixeiro.

De hecho en la cárcel de Brieva ha estado en la enfermería acompañada siempre por una reclusa mientras se le aplicaba también dicho protocolo.

Fuentes penitenciarias precisan, no obstante, que no se puede estar aplicando estas medidas de forma indefinida porque supone estar en la enfermería la mayor parte del tiempo además de un castigo añadido a la propia privación de libertad.

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