Este lunes se ha batido la cifra récord de llegada de inmigrantes a España en un solo día por vía marítima, contabilizando los 5000 marroquíes que según la delegación del gobierno en Ceuta han llegado a la ciudad autónoma.
Una vez más, el gobierno marroquí presiona a España a través del control migratorio de la frontera sur de Europa. En este caso, el desencadenante ha sido la hospitalización por covid en Logroño de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario.
Esta hospitalización, que tuvo lugar el 18 de abril, suscitó las críticas del ministerio marroquí de Exteriores, que advirtió el 8 de mayo de que España debía "extraer las consecuencias" de su actitud "premeditada" con su recepción a Brahim Ghali en suelo español, y añadió que el gobierno de Madrid no debía minimizar "el impacto grave" del caso en las relaciones bilaterales.
Marruecos: Provocación de España
Ese mismo día, nueve partidos políticos marroquíes, de la mayoría y de la oposición, firmaron un comunicado conjunto criticando a España, en el que calificaron de acto "inaceptable y provocador" la hospitalización de Ghali.
"Esa recepción es un acto inaceptable y condenable, y supone una provocación explicita al Reino de Marruecos, en contradicción flagrante con la calidad de las relaciones bilaterales entre los dos pueblos y países", precisa el texto firmado por las nueve formaciones, que muy raramente se coordinan en posturas comunes.
Laya: "No es fruto del desencuentro"
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha asegurado este lunes que no le consta que lo ocurrido pueda ser una medida de presión de Marruecos por la hospitalización de Ghali.
"No puedo hablar por Marruecos. En todo caso, puedo decirle que nos han asegurado hace unas horas es que esto no es fruto del desencuentro" señaló Laya
Sobre la presencia del líder del Polisario, la ministra insistió en que España "ha sido muy clara y detallada de lo específico" de este caso. "Se trata de una cuestión humanitaria, a una petición de ayuda humanitaria de una persona con situación sanitaria muy frágil", subrayó la ministra, al tiempo que recalcó que no concibe que se pueda "poner en riesgo la vida de menor en el mar" como "respuesta a una acción humanitaria".
Supera a la crisis de los cayucos
El anterior récord de llegada de inmigrantes se había alcanzado en noviembre del año pasado, cuando en un solo fin de semana arribaron a las costas de las Islas Canarias 2.188 emigrantes a bordo de 58 pateras o cayucos; de ellos, 1.461 llegaron en una sola jornada, cifra esta última que ha sido prácticamente duplicada hoy.
Ni en 2018, año que supuso un "pico migratorio" con 57.500 entradas irregulares en todo el territorio nacional, se alcanzó esa cifra en un solo día, ni tampoco en 2006, en la conocida como "crisis de los cayucos", que llevó a Canarias a 32.000 emigrantes.
Otro momento crítico se vivió en agosto de 2014: en la sola jornada del día 12, 920 personas llegaron a las costas del sur de España, procedentes de las de Tánger y a bordo de 94 pateras, aprovechando que en ese día hubo "ciertas disfunciones", como dijo entonces el ministro marroquí del Interior, Mohamed Hasad, y que se tradujeron en la desaparición de la vigilancia de los agentes marroquíes de sus costas.
Aquellas "disfunciones" se debieron, según reconocieron fuentes diplomáticas españolas en su momento, al enfado que produjo al rey Mohamed VI el encontronazo que había tenido con una lancha de la Guardia Civil española en aguas cercanas a Ceuta un día antes; al parecer, un agente español exigió al rey identificarse por su presencia a bordo de una moto náutica en aguas de Ceuta, lo que enojó al monarca.