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El comité del Metro pide la dimisión del general de seguridad por no frenar a los grafiteros

Dos recomendados del PP han ocupado este puesto técnico que tiene un presupuesto de 30 millones de euros para los próximos años

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Un general del Ejército del Aire retirado manda en la actualidad en la seguridad del suburbano madrileño. Su antecesor, hermano del exjefe Superior de Policía de Madrid, era responsable de seguridad de una gran empresa y tenía un curriculum parecido al del general para poder dirigir el departamento: es decir, ninguno. Eso sí les unía una recomendación de jefes del PP.

El general habrá sido, sin duda, un gran militar, y el hermano del Jefe Superior de Policía un magnífico escolta. Pero ninguno de los dos sabía del Metro y de las dificultades que tiene la red. Desde carteristas a saboteadores rondan por los cientos de kilómetros que recorren Madrid bajo tierra.

El segundo de los enchufados se fue a una empresa más grande cuando empezaba a enterarse de qué iba el asunto. Dejó mal a la que le había recomendado, Cristina Cifuentes, entonces delegada del Gobierno. El general llegó vía María Dolores de Cospedal, cuando la exsecretaria general del PP era ministra de Defensa y mandaba mucho.

Muchas personas se preguntaban en la empresa si el aterrizaje de estos recomendados tiene su origen en que los dos eran considerados personas incorruptibles, más que en su condición de enchufados o por sus conocimientos en seguridad.

Con un contrato de 30 millones de euros sobre la mesa y los antecedentes de la corrupción en el suburbano madriñeño (nunca investigada), el PP parecía que prefería que les llamaran malos gestores antes que ladrones.

Los ataques

El Metro ha tenido estas últimas semanas ataques de incontrolados que usan los trenes para pintar sus peligrosas obras de arte. Además han agredido a trabajadores y viajeros.

El diputado de la Asamblea de Madrid, Daniel Viondi (PSOE) denunció el pasado jueves la incapacidad del general para hacer frente a los comandos artísticos, a pesar de tener un presupuesto de 30 millones de euros para los próximos años.

Viondi dio un dato que luego han confirmado los sindicatos. No se ha producido comunicación de la seguridad del Metro con la Policía hasta bien entrados los ataques, a pesar de que la Policía Nacional tiene una brigada especializada en el suburbano.

Los sindicatos, que conocen bien la empresa, han ido más allá. Salieron escandalizados tras la última reunión con la empresa en la que participó el general como responsable de Seguridad. Dicen que el director reconoció encontrarse superado por la situación “y no mostró ninguna capacidad de reacción”. Lo catalogó -dicen- como un problema de ‘orden público’ contra el que no tienen medios con los que luchar.

Metro alega que han aumentado en un 20% las horas de vigilancia y que según las encuestas ha mejorado la seguridad. UGT ha pedido la dimisión del general, pero también la reestructuración del departamento en el que dicen tiene más poder un informático y un becario que los técnicos. Teo Piñuela, secretario de UGT, afirma que la grave situación proviene de los ceses que se produjeron por una denuncia de un grupo gay hace unos años tras un asunto de homofobia.

El Director de Seguridad cesó a los responsables del departamento nombrando en su lugar a personas no cualificadas

“El Director de Seguridad -señala-cesó a los responsables del departamento nombrando en su lugar a personas no cualificadas y sin ninguna o con muy poca experiencia en el departamento”. Piñuela señala que toda esta inexperiencia en la gestión se vio incrementada con un nuevo nombramiento ‘a dedo’ de un general del aire retirado como nuevo director de seguridad, con la misma nula experiencia que tenían los responsables recién designados.

“Todo esto -añade- hace que sea un caldo de cultivo perfecto para que proliferen los incidentes de seguridad, agresiones a viajeros y empleados, daños en las instalaciones, etc., “. El representante de UGT afirma que los responsables del departamento de Seguridad, con su director a la cabeza, gestionan ‘un ejercito’ de más de 1.500 vigilantes y no saben tomar medidas.

“Dice no saber o no poder solucionar el problema, tirando la pelota de la responsabilidad sobre el tejado de la Policía, lo que sólo demuestra la poca experiencia, escasos conocimientos de seguridad y nula gestión de los recursos propios que tiene el departamento y que Metro mantiene y sostiene”.

"Vendedor de humo"

CCOO dijo en un comunicado tras la reunión con el general, al que califica de “vendedor de humo”, que echó balones fuera “sobre cuáles son sus competencias y cuáles no, y llegamos a la conclusión de que Metro no está preparado para este tipo de sucesos, lo que nos crea la preocupación de si en vez de ser ataques de grafiteros fueran de otro tipo, cuál será la respuesta”.

El comité de empresa también ha exigido la dimisión del general “que ha comprometido a otros directivos en su afán de echar balones fuera”. Personas independientes de los sindicatos señalan que Metro de Madrid tiene un Área de Seguridad con tres coordinadores y un Director General que cobra más de 100.000 mil euros al año y resulta que “la única medida que han tomado, es informar (tarde) de los incidentes a la Policía Nacional y Delegación de Gobierno”.

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