El catedrático de Derecho Constitucional por la Universidad de Valencia, Carlos Flores Juberías, será el candidato de Vox a presidir la Generalitat Valenciana, después de que su nombramiento haya sido aprobado por la dirección nacional de Vox. Licenciado en Ciencias Políticas, Flores es un conocido tertuliano y columnista en diversos medios de comunicación valencianos.
De esta forma, se despejan las dudas al respecto de quién cogería la responsabilidad de ostentar la candidatura autonómica de la formación que preside Santiago Abascal. Nombres como el de Ignacio Gil Lázaro, José María Llanos o la actual portavoz en las Cortes Valencianas, Ana Vega, quedan así descartados y Carlos Flores Juberías tiene por delante cinco meses para dar a conocer su proyecto.
La ventaja de su nombramiento para Vox es que se trata de un rostro muy conocido en la sociedad valenciana, aunque menos en la alicantina y castellonense, por lo que su posicionamiento mediático será rápido. Esa puede haber sido una de las razones que han decidido a Abascal a decidirse por él frente a José María Llanos, que fue la propuesta de la organización provincial de Vox en Valencia, o Ana Vega, que fue la elegida por las agrupaciones provinciales de Castellón y Alicante.
Carlos Flores no ha ocupado hasta la fecha cargo público alguno y tendrá el reto de aumentar el número de diputados en las Cortes Valencianas de Vox que es en la actualidad de 10. Las encuestas vaticinan un crecimiento de esta formación, aunque hace unos meses llegó a estar en previsiones de 18 y ahora estaría entre los 13-14.
El perfil de este catedrático de Derecho Constitucional hace pensar que si el PP de Carlos Mazón (principal alternativa de Gobierno) consigue una cifra suficiente de escaños para gobernar junto a Vox, Carlos Flores no será un impedimento para que se dé esa situación.
Pabloperez
Pues si VOX pacta con el PP sin exigir, como mínimo, que se reconozca la libertad de elección de lengua vehicular en la enseñanza, además de respetar el derecho a que la Administración autonómica y local se relacionen con el ciudadano en la lengua oficial que este prefiera, incluida la rotulación y la señalización bilingües (incluido el reconocimiento de la oficialidad de los topónimos en ambas lenguas oficiales), pues se irá la garete este partido, y resulta que el criptonacionalista Feijoo jamás aceptará que se instaure tal política lingüística. Veremos pues, si es que PP y VOX suman mayoría absoluta.