María José Catalá va ganando terreno en el PP valenciano a la vista de la confección de las listas electorales del partido para el próximo 28-M. Su posición orgánica como secretaria general del PP le ha permitido aumentar la influencia y sin que tenga cortapisas del líder regional, Carlos Mazón, quien se ha unido a la figura de Catalá para tratar de sumar apoyos en la ciudad de Valencia (casi el 20% del voto autonómico saldrá de la capital del Turia) en su aventura para conseguir llegar a la Presidencia de la Generalitat.
"No competimos para nada", aseguran las fuentes consultadas por Vozpópuli en el PP valenciano, en referencia a esa entente que mantienen Mazón y Catalá. Lo cierto es que Mazón no se ha empeñado en confeccionar unas listas para las Cortes hechas exclusivamente a su medida, sino que ha dejado hacer a Catalá y también ha dado su espacio a los presidentes provinciales de Valencia y Castellón, Vicente Mompó y Marta Barrachina, respectivamente.
La labor que ambos han realizado a nivel orgánico ha sido recompensada con la integración de algunos de sus colaboradores en las listas de ambas circunscripciones, aunque no está previsto que Mompó y Barrachina lleguen a recoger el acta de su escaño sino que, en principio, se centrarían en su labor en las Diputaciones provinciales donde aún está por ver si podrán tener la presidencia o la jefatura de la oposición.
Mazón mete a los suyos en Alicante
Mazón –que sí se ha fortificado en la lista por Alicante con su círculo de personas más cercanas como Juanfran Pérez, José Antonio Rovira, Eduardo Dogón o María Gómez, entre otros– ha recuperado también a algún diputado nacional como Vicente Betoret, cercano al exsecretario del PP, Teodoro García Egea, para la lista autonómica de Valencia, donde también figura una estrecha colaboradora del presidente regional como Verónica Marcos.
Ha apostado por unificar el centroderecha con gestos como el de colocar en puestos de salida a la exportavoz de Ciudadanos, Ruth Merino y a la vicepresidenta de la Diputación de Alicante y también ex de CS, Julia Parra.
Catalá, por su parte, ha crecido en su ámbito de influencia en cuanto a futuros cargos públicos del partido. En las Cortes Valencianas se puede decir que, al margen de ella misma que encabeza la circunscripción de Valencia, están situadas personas de su confianza o con las que mantiene una relación fluida. Es el caso de Elena Bastidas, Paqui Bartual, Laura Chuliá y Dolores Roch.
Catalá, protagonista en el grupo parlamentario
Además, la que ha sido portavoz del PP en las Cortes esta legislatura, mantiene una buena relación con el abogado Pablo Broseta –a quien Mazón ha convencido para que figure como independiente en la lista de Valencia–.
Serían 6 los diputados autonómicos (porque todos ellos están en puestos de salida) los que tendría Catalá bajo su órbita y a los que habría que sumar al expresidente de la Generalitat y cabeza de lista por Castellón, Alberto Fabra, a quien ayudó a recuperar (también con el visto bueno de Mazón) para que ayude a dar un empujón en la provincia y en la capital de la Plana donde aún tiene cierto reconocimiento.
A la confección del futuro grupo parlamentario Catalá ha podido ir sumando piezas desde la secretaría general del partido y así tendrá a alcaldables de su órbita en disposición de coger la vara de mando. El más significativo es el de Juan Carlos Moragues, exconseller de Hacienda y exdelegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana que es el candidato a la alcaldía de Gandia, la tercera ciudad de la provincia.
Su nombramiento dejó a Víctor Soler sin futuro local y éste ha sido recuperado por Catalá y Mazón para la lista autonómica por Valencia donde ya ocupó escaño en el pasado.
También en Alzira una de sus personas de confianza como es Elena Bastidas ha situado al candidato a la Alcaldía, José Luis Palacios, y tendrá así en su área de influencia a la sexta ciudad de la provincia si consiguen el vuelco electoral.
Las citadas Paqui Bartual y Laura Chuliá, candidatas locales en Xirivella y Benetússer, se suman a ese ramillete personas que están en sintonía con la número dos del PP valenciano como el también candidato y actual alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara.
Diputación y lista municipal
La Diputación de Valencia tendrá igualmente representación de personas próximas a la secretaria general. En la actual composición de la corporación provincial el concejal Juan Giner es quien fue designado por Catalá para ser diputado mientras que Adsuara lo está en virtud de su presidencia de la gestora provincial cuando se creó el grupo y a quien luego sustituyó Mompó tras el congreso provincial del partido.
La 'representación' de Catalá en la Diputación puede crecer a partir del 28-M si, según las encuestas, los números en Valencia ciudad le otorgan convertirse en la primera fuerza con seguridad. Ello le llevará a la posibilidad de designar a más personas por el partido judicial de Valencia que en esta legislatura ha contado con cuatro diputados provinciales.
Juan Carlos Caballero es otra de las personas que se ha sumado al proyecto de Catalá en el Ayuntamiento y deja las Cortes para ser el número dos de la lista municipal. El presidente de Nuevas Generaciones en la Comunidad Valenciana conformará junto a Catalá; los actuales ocho concejales; la exconcejal y diputada provincial de Ciudadanos, Rocío Gil; y un grupo de técnicos de diversas áreas como José Marí Olano, Jesús Carbonell y José Luis Moreno los puestos de salida de la candidatura del PP local.
Opciones de gobernar y el aviso de Feijóo
Las opciones de María José Catalá de ser alcaldesa de Valencia son reales, ya que será la lista más votada según todos los pronósticos y no necesitaría gobernar con Vox. Joan Ribó y Sandra Gómez son el obstáculo para lograrlo y quizás unos pocos miles de votos decidan la mayoría absoluta (fijada en 17) a favor del bloque izquierdas o de derechas.
A un mes y diez días de las elecciones la apuesta del PP valenciano ya está hecha y Mazón sabe que si consigue ser presidente de la Generalitat –con capacidad de designar a casi 300 altos cargos y asesores del Gobierno valenciano e influir directamente en las Cortes y las tres diputaciones provinciales– todos los que van en listas acabarán siendo de él. El pegamento del poder.
Para lograr el objetivo confía en esa especie de UTE con Catalá, que aparece en los sondeos con un grado de conocimiento cercano o superior al 70%, para lograr el vuelco político en la Comunidad Valenciana.
Sobre ambos pesa el aviso hecho en Valencia por el presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, en el que recordó que el PP es un partido hecho para gobernar no sólo para ganar. Vencer sin conseguir la gestión no tendrá premio de la dirección nacional.