La deuda pública valenciana suma ya 59.569 millones de euros, según los datos del Banco de España a fecha del pasado 30 de junio, lo que supone el doble del importe global de los Presupuestos para 2025 que el Gobierno autonómico presentará a final de este mes y que, por primera vez, puede superar los 30.000 millones de euros.
La cifra no ha causado sorpresa (la segunda más alta por detrás de Cataluña con 88.952 millones), ya que el desfase entre ingresos y gastos desde que se aplica el actual modelo de financiación autonómica es estructural.
Con la reunión del próximo viernes en el Palacio de la Moncloa entre Pedro Sánchez y Carlos Mazón en el horizonte, lo cierto es que las fuentes consultadas por Vozpópuli en el Gobierno valenciano insisten en que sin la reforma del modelo y la percepción de un fondo de nivelación de 1.782 millones de euros anuales hasta que se aborde esa reforma, el crecimiento seguirá imparable.
Reducción del déficit
El primer año del Gobierno de Carlos Mazón ha registrado una reducción del déficit de 500 millones de euros –de 3.860 millones de euros a 3.358– y sin esa rebaja por un gestión más eficiente el crecimiento de la deuda hubiera sido aún más destacado.
Para el ejercicio de 2025 esa rebaja se espera que sea de otros 300 millones adicionales y que el déficit supere por poco los 3.000 millones de euros, tal y como el propio Mazón ha verbalizado en su última comparecencia pública.
La deuda de la Comunidad Valenciana ha subido un total de 2.320 millones de euros respecto a junio de 2023 (un 2,7% más) y en relación al Producto Interior Bruto su peso es ya del 41,1%, la más elevada de España en este capítulo.
Intereses que ahogan
La insostenibilidad de esta situación se puede comprender al comparar los recursos que se van a necesitar para financiar el coste de esa deuda y que en 2025 superará los 1.100 millones de euros en el pago por capital e intereses.
Comparando esa cifra con la que obtendrán en los Presupuestos del año que viene varios departamentos del Gobierno valenciano, son varios los que quedarán por debajo del importe necesario para financiar la deuda. Presidencia, Agricultura, Justicia o Hacienda son algunos de los que no alcanzarán la cifra necesaria para pagar la deuda.
Principal acreedor: el Estado
Otro apartado que demuestra que la Comunidad Valenciana sufre un problema de ingresos y no de gastos es que el principal acreedor de ese endeudamiento es el propio Estado.
La Generalitat debe 52.783 de los 59.569 millones de euros de su deuda a cargo del Fondo de Liquidez Autonómica que el Gobierno creó para solucionar los problemas de infrafinanciación de varias autonomías como la valenciana, la murciana, la andaluza, o la castellano-manchega, especialmente.
Pese a las cifras incuestionables Carlos Mazón no llega a la cita con Pedro Sánchez con la unanimidad en las reivindicaciones por parte de patronal, sindicatos y partidos políticos valencianos, ya que el PSPV rompió el consenso el pasado viernes.
Los socialistas valencianos no quieren que se aplique el fondo de nivelación transitorio, pese a que hace un año sí lo hacían. Se centran sólo en la condonación de parte de la elevada deuda.
Mazón tiene claro que ese fondo es necesario para solucionar el déficit de ingresos que lastra la prestación de los servicios sociales básicos (educación y sanidad fundamentalmente) sin tener que recurrir a financiarlos.
La oferta de Sánchez
Los datos suministrados ayer por el Banco de España hacen prever que la Comunidad Valenciana tendrá muy difícil cumplir con el objetivo de déficit marcado para las Comunidades Autónomas que aún está por determinar –porque el Gobierno no tiene el apoyo suficiente en el Congreso de los Diputados para establecerlo– pero que oscilará entre el 0,1% y el 0,3%.
La reunión del próximo viernes se antoja por ello como muy importante para saber cuál será el rumbo a seguir en materia de obtención de recursos del Estado para la Comunidad Valenciana. No habrá negociación bilateral porque es una cuestión que ya han acordado los barones territoriales del PP, pero sí se pueden desvelar cuáles son las intenciones de Pedro Sánchez al respecto y qué oferta tiene que realizar.
Los precedentes en la reunión con otros presidentes autonómicos con problemáticas similares como el andaluz, Juan Manuel Moreno, no son halagüeños, ya que no consiguió ningún avance ni arrancó el compromiso de Sánchez de convocar una Conferencia de Presidentes y un Consejo de Política Fiscal y Financiera para abordar la reforma del modelo de financiación.