La reunión de los empresarios valencianos con Ximo Puig del pasado viernes apunta a un cambio en la relación, ya que desde el empresariado aseguran a Vozpópuli que ya no se ve suficiente el "talante moderado" del presidente valenciano y exigen "cambios" si el candidato socialista logra la reelección. La intrahistoria de ese encuentro con Puig –que la Asociación Valenciana de Empresarios va a mantener con todos los candidatos autonómicos– tiene un calado importante.
Los principales dirigentes empresariales valencianos mantienen una relación cordial con Puig de quien las fuentes consultadas afirman que es una persona con "buena predisposición al diálogo". Ahora bien, más allá de las consideraciones personales sobre Puig, los empresarios van a elevar el listón de exigencia respecto a quien acceda a la Presidencia de la Generalitat, previo paso por las urnas el próximo 28 de mayo.
La actitud de estos encuentros organizados por AVE es la de "escuchar" las propuestas que tienen que realizar los candidatos, tal y como expresó su presidente, Vicente Boluda. También es cierto que en esos encuentros que inauguró Puig los empresarios formulan sus quejas y el listado va creciendo.
Malestar con la presión impositiva
Públicamente el propio Boluda ya pidió que se resuelva lo antes posible lo que considera como "una presión impositiva mayor" que la registrada en otras Autonomías, pero las fuentes consultadas confirman que dentro hubo un indisimulado malestar de los empresarios por esta cuestión.
Ximo Puig se defendió con la aprobación de la reforma fiscal en el tramo final de la legislatura pero al empresariado valenciano le pareció a todas luces "insuficiente", según han apuntado a este medio.
La falta de avances en la reforma de la financiación autonómica, los recortes en la llegada de agua o los problemas en la gestión sanitaria también forman parte de las reivindicaciones que Puig escuchó en la sala y ante lo que se comprometió a mejorar si tiene la posibilidad de capitanear un nuevo mandato.
Todas forman parte del cruce dialéctico público entre empresarios y Gobierno valenciano durante la actual legislatura, al igual que la ejecución de infraestructuras como el Corredor Mediterráneo de cuyos retrasos los empresarios "exculpan" a Ximo Puig y responsabilizan "al Gobierno de España".
Lo que no se abordó es la ampliación del Puerto de Valencia, ya que ambas partes asumieron que hasta que no pasen las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo, no habrá novedades ni avances en su finalización.
Trabas burocráticas
Otras cuestiones, por ser más técnicas, o de menor impacto mediático, no forman parte tanto del día a día en la relación entre el colectivo empresarial y el presidente valenciano. Las quejas por la lentitud burocrática de la Administración autonómica fueron elevadas y se pidieron soluciones a Puig.
Esta falta de agilidad afecta, y mucho, a la actividad de las empresas en sectores como la industria, la educación o las energías renovables y Puig se fue con la cartera llena de 'deberes' para la próxima legislatura.
La "paz social, los buenos datos económicos y la estabilidad" que Ximo Puig destaca que ha conseguido en la presente legislatura (sin ir más lejos repitió esta frase ayer en la Cámara Business Club de Alicante) contrasta con la percepción de los empresarios que empiezan a ver estancamiento, trabas de la Administración y apreturas en diferentes sectores de la actividad económica.
El lastre de los socios
La relación de la patronal con Ximo Puig está, además, "lastrada" por los socios de Gobierno a juicio de las fuentes consultadas. El presidente de AVE, Vicente Boluda, fue quien semanas atrás lo definió de manera más gráfica al asegura que "no podemos depender de partidos pequeñitos si queremos avanzar".
Esta cuestión también se insinuó durante el encuentro del pasado viernes pese a que por cortesía la actitud de los empresarios fue la de escuchar los planes de Puig al respecto de las cuestiones que se plantean en estas charlas. Precisamente esta semana acudirá a la reunión con AVE el candidato de Compromís, Joan Baldoví, quien tendrá también trabajo para convencer a los empresarios de su proyecto.
A Compromís se le atribuyen algunos de los retrasos más importantes en materia de adjudicaciones para la utilización de energías renovables, por culpa de un enfrentamiento interno de la coalición nacionalista al respecto de cuál es el mejor modelo para ello.
Podemos contra Roig
Ese lastre es aún mayor con Podemos. Y Héctor Illueca, candidato de la formación morada a la Generalitat, deberá utilizar sus dotes de persuasión porque tiene al colectivo francamente en contra por sus aceradas críticas a Juan Roig y a las supuestas prácticas de "capitalismo salvaje" con la que han definido a los grandes grupos de distribución alimentaria. Esta cuestión ha escocido mucho en AVE donde Juan Roig es la figura empresarial de mayor referencia.
Los empresarios consultados por Vozpópuli asumen que han de "trabajar con cualquier Administración" tenga el color político que tenga, aunque en estos momentos el buen 'feeling' que había con Ximo Puig en su primer mandato, se ha ido diluyendo en este segundo y, si hay un tercero, exigirán "grandes cambios".
Mazón recupera
A la espera de que este deterioro se evidencie de manera más expansiva se encuentra el candidato del PP, Carlos Mazón. El líder de los populares valencianos ha recorrido el camino inverso al del PSOE y ha pasado de la frialdad de la relación con los empresarios, bajo el mandato de Isabel Bonig, a un resurgimiento de la sintonía desde que la sustituyó en el cargo.
La bajada de impuestos que propone seduce más a los empresarios quienes también encuentran más similitudes con Mazón en lo que reclaman en cuanto a colaboración público-privada. En esta cuestión, las mismas fuentes destacan que Ximo Puig ha mantenido ese canal de colaboración "entreabierto" pero Compromís recela de la presencia privada en la gestión pública y Podemos pide directamente su desaparición. Otro lastre para el presidente valenciano que hay que ver si acaba teniendo o no incidencia en las urnas.
