La exconsellera de Bienestar Social bajo el mandato de Francisco Camps en el Gobierno valenciano, Alicia de Miguel, ha declarado hoy en la Audiencia Nacional –como acusada– que "nunca tuve nada que ver con las facturas y contrataciones" a empresas de la trama Gürtel y "jamás recibí órdenes o insinuaciones de Francisco Camps para que lo hiciera".
De Miguel ha mantenido un agrio intercambio de pareceres con la representante del Ministerio Fiscal durante algo más de una hora lo que ha obligado al presidente de la Sala a reconducir algunos momentos de tensión. La que fuera consellera de Bienestar Social entre 2003 y 2007 ha recalcado que su funciones eran "políticas" y tenía que desarrollar el programa electoral del PP en materia social.
La responsabilidad de las contrataciones la ha circunscrito a un numeroso grupo de personas "desde las direcciones generales, hasta la subsecretaría, la secretaría general y el jefe de gabinete". "A mí sólo me llegaban los actos cuando estaban cerrados y la intervención general de la Conselleria se encargaba de fiscalizar los pagos y ver que todo estaba correcto", ha explicado.
Enrique Navarro miente vilmente para salvaguardar su puesto de trabajo como funcionario llegando a un acuerdo con la FiscalíaAlicia de Miguel
En cualquier caso, Alicia de Miguel ha cargado duramente contra el que fuera su jefe de gabinete, Enrique Navarro, quien la semana pasada declaró que contrató con empresas de Álvaro Pérez 'El Bigotes' por la "proximidad" de éste con Francisco Camps y la amistad con el entonces secretario general del PPCV, Ricardo Costa. La exconsellera ha acusado a Enrique Navarro de "mentir vilmente" y de cambiar su testimonio una vez que fue imputado "para salvaguardar su puesto de trabajo como funcionario llegando a un acuerdo con la Fiscalía".
Para demostrar esta cuestión De Miguel ha citado el testimonio de Navarro en sede judicial en Valencia –entre las protestas del ministerio Fiscal– donde decía lo contrario de lo que explicó la semana pasada. "A él lo elegí porque trabajaba bien y porque tenía experiencia en organizar actos y sabía mucho más que yo de todo eso. Era el responsable de certificar que todo estaba correcto en los actos en los que yo participaba como consellera", ha indicado.
En los actos todo estaba correcto
Además, ha explicado que Navarro "ha vuelto a trabajar a la empresa privada, con una a las que contrataba en los actos" y ha asegurado que en los tres actos sobre los que le preguntaba la fiscal "todo estaba correcto, la megafonía, la carterlería, las luces...".
Ha insistido que Navarro era quien "certificaba que todo aquello se había hecho y las facturas de que eso se había hecho. Y en el protocolo de la contratación menor de la Conselleria eso pasaba luego al área de contratación, jurídica e intervención. Cuando todo eso estaba conforme es cuando se enviaba a la Tesorería para que se pagara con el Presupuesto del departamento".
La exalto cargo del Gobierno de Camps ha lamentado "los nueve años de horror que lleva mi familia y la carrera política que se la ha cortado a mucha gente que hacía las cosas bien". También ha negado conocer las siete empresas de Francisco Correa que supuestamente tuvieron trato de favor de la Generalitat entre 2004 y 2009 por valor de 1,8 millones de euros porque "entonces Gürtel no existía y no había ninguna de estas empresas demonizadas ni teníamos advertencia de ningún funcionario o la Policía. Eran empresas como otras cualquiera".
Sin reparos por un posible fraccionamiento de contratos
También ha negado que le llegara en algún momento algún reparo administrativo a las facturas de esos tres actos por posible fraccionamiento de contrato. "Jamás me llegó nada" y ha explicado que entre las facturas aportadas por Enrique Navarro a la causa destacan algunas como el pago a una misma empresa "el mismo día, el mismo acto, y con cinco facturas diferentes".
En su caso, la Conselleria de dirigía contrató en tres ocasiones Orange Market, que estaba liderada por Álvaro Pérez, para la celebración de tres actos relacionados con las políticas sociales del Gobierno valenciano por un importe cercano a los 70.000 euros. De Miguel ha recordado que el peso de estas contrataciones era del "0,00035% respecto a los 2.100 millones de euros de presupuesto" que se manejaron en esos años en el departamento de la que era responsable.
A mí el señor Álvaro Pérez me importa un bledo
Respecto a sus encuentros con "El Bigotes", Alicia de Miguel ha asegurado que "sólo estuvo una vez en mi despacho para presentarse y las siguientes veces que lo vi fue en actos del partido". El hecho de recibirlo lo ha circunscrito a que "recibía a todo el mundo, a empresarios, asociaciones, personas que tenían problemas..., y a Álvaro Pérez lo recibí como un empresario más'. Más allá de eso ha negado mantener ninguna otra conversación con él porque "entre otras cosas ni él tiene mi teléfono móvil ni yo el suyo. A mí el señor Álvaro Pérez me importaba un bledo".
'El Bigotes' era bravucón y sacaba pecho de cosas que no eran ciertas. Tuvo capacidad y habilidad de engañar a muchísima genteDavid Serra
En la sesión de hoy también ha declarado el que fuera secretario autonómico de Deportes entre 2004 y 2007, David Serra. Al igual que Alicia de Miguel ha declarado que ni recibió ninguna indicación para contratar con empresa de la trama Gürtel “ni del señor Camps ni de ningún miembro del Gobierno valenciano porque aquella era una Administración seria”.
En cuanto al perfil de Álvaro Pérez, Serra lo ha descrito a 'El Bigotes' como alguien “bravucón” que “sacaba pecho de cosas que no eran ciertas”, y ha considerado que la relación que pudo tener con Camps es “superflua”. Serra –que ha reconocido que comió con él en varias ocasiones y recibió regalos suyos– ha advertido que “el señor Pérez tuvo capacidad y habilidad de engañar a muchísima gente”.
