Carlos Mazón ha arrancado la legislatura con una idea clara como es la de gestionar sin complejos la Administración autonómica y caminar hacia una mayoría absoluta en 2027 que le permita tener las manos aún más libres.
El presidente valenciano ha definido su forma de gobernar como "a la valenciana" y ha empezado a ejercer una fuerza centrípeta sobre la gestión de la Generalitat que capitaliza los asuntos de más calado.
La convivencia de Mazón con los tres consellers de Vox está siendo bastante plácida. Hay dos cuestiones que han sobresaltado esta unión en el Gobierno valenciano como es la de la nomenclatura sobre la violencia machista –de la que Vox recela– y también el grado de enfrentamiento con la Academia Valenciana de la Lengua para que recupera el "valenciano de la calle" y huya de la influencia del Instituto de Estudios Catalanes.
Como Moreno y Marín
Salvadas esas cuestiones, la imagen de Carlos Mazón con el vicepresidente primero, Vicente Barrera (Vox), se asemeja a la que vivieron en su día el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y su entonces escudero en el Gobierno autonómico, Juan Marín (Ciudadanos).
El modelo que Mazón quiere seguir, no obstante, es el de Isabel Díaz Ayuso. Fagocitar a los compañeros de viaje en el Gobierno hasta poder alcanzar la mayoría absoluta y lograr una proyección en temas nacionales.
Elevar el perfil nacional
Mazón está luchando por elevar su perfil nacional, según las fuentes consultadas por Vozpópuli, para confrontar con Pedro Sánchez y relegar a Ximo Puig al papel de un 'subalterno'.
La ampliación del Puerto de Valencia que han puesto en solfa los grupos independentistas catalanes como Junts y ERC en su negociación con Pedro Sánchez (como desveló este medio) es uno de esos ejemplos.
La estrategia del PP en este asunto ha sido atacar con todo su arsenal dialéctico al presidente del Gobierno y no se ha quedado en la parte autonómica.
Como hizo Francisco Camps, confrontando con el presidente del Gobierno del momento, José Luis Rodríguez Zapatero, Mazón quiere dejar patente una voz valenciana en los grandes problemas para la Comunidad: agua, inafraestructuras, inversiones o financiación, entre otros. A Camps le condujo a una mayoría absoluta de 55 diputados.
El momento actual tiene otros desafíos y Mazón va a entrar de lleno en ellos. Ya ha defendido la institución monárquica como "fundamental" para la España que conocemos en la actualidad y sobre la hipotética Ley de Amnistía que Pedro Sánchez pueda promover para los que participaron del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 en Cataluña también ha sido frontal y beligerante contra su impulso.
El jueves en el Senado
La sesión del próximo jueves en el Senado registrará la participación de Carlos Mazón y su intervención irá en ese sentido contraria a una posible Amnistía. Las fuentes del Gobierno valenciano consultadas por Vozpópuli explican que dejará a las claras que no se puede desandar un camino democrático a cambio de mantener la Presidencia del Gobierno.
A Ayuso no le ha ido nada mal ese estilo y ha pasado tener en las elecciones de 2019 un total de 30 escaños (por debajo de los 37 del PSOE) y gobernar de la mano de los 26 diputados de Ciudadanos y los 12 de Vox; a ser la más votada en 2021 con 65 diputados y apoyada por los 13 de Vox; hasta llegar finalmente a la mayoría absoluta el pasado 28 de mayo con 70 diputados y logrando la desaparición de Ciudadanos y el retroceso a 11 escaños de Vox.
Punto de partida: el más votado
El punto de partida de Mazón es mejor que el de Ayuso porque ha entrado directamente a la Presidencia de la Generalitat como candidato de la fuerza más votada (40 diputados) y ha necesitado el apoyo de los 13 diputados de Vox.
El problema es que el PP valenciano ya ha fagocitado casi todos los apoyos de Ciudadanos que se ha quedado en 37.000 votos. Por lo tanto, Mazón se centra en ensanchar la base del PP autonómico por el flanco de antiguos votantes que se han refugiado en Vox –que tiene 310.000 votantes– y también por los más centrados del PSOE valenciano.
Ayuso fue la figura más destacada del PP que arropó a Mazón durante su investidura como presidente valenciano y a finales de noviembre o principios de diciembre celebrarán una cumbre bilateral en Madrid (adelantada por Las Provincias) para reactivar las relaciones de ambas autonomías después del 'enfriamiento' y de varios enfrentamientos durante el Gobierno de Ximo Puig.
La fiscalidad de Ayuso
El expresidente valenciano y actual líder de la oposición chocó con el modelo fiscal de Ayuso, mientras que ahora Mazón lo alaba y apuesta por la competencia fiscal entre las diferentes Comunidades Autónomas.
La capacidad de Mazón de convivir con otras formaciones políticas se pudo comprobar en la pasada legislatura en la Diputación de Alicante que presidió con el apoyo de Ciudadanos.
Su objetivo ahora es mayor, como supone no tener cortapisas en su gestión ni voces disonantes como ahora provocan las críticas de Vox (desde el ámbito del partido, no del Gobierno valenciano) en algunos asuntos donde querrían ir "más allá" de lo que lo hacen los representantes del PP.
Los estrategas que rodean a Mazón también recuerdan que este tipo de gestión con decisiones fiscales, inversoras y de economía liberal de "amplio espectro social" suele dar buenos réditos.
Y al ejemplo de Isabel Díaz Ayuso –que es la principal estela que sigue Mazón– unen el del presidente andaluz Juanma Moreno que perdió las elecciones en 2015 contra Susana Díaz; en 2019 logró presidir Andalucía con sus 26 diputados y con el apoyo de los 21 de Ciudadanos y los 12 de Vox (desalojando al PSOE del poder 36 años después).
Y después de anticipar elecciones en 2022 (algo que también hizo Ayuso en 2021) alcanzó la mayoría absoluta con 58 diputados, con la desaparición de Ciudadanos y el crecimiento moderado de Vox que pasó a 14 diputados.
Llegar a 1.300.000 votos
José Luis Martínez-Almeida, el alcalde de Madrid, es el otro ejemplo que explican las citadas fuentes. En 2019 se convirtió en alcalde gracias a sus 15 concejales y con el apoyo de los 11 de Ciudadanos y los 4 de Vox (en unas elecciones donde Manuela Carmena fue la más votada).
En la convocatoria del pasado 28 de mayo logró la mayoría absoluta con 29 ediles, frente a los 5 de Vox y la desaparición de Ciudadanos del hemiciclo municipal.
Mazón tiene entre ceja y ceja aglutinar el máximo de votantes del espectro de la derecha y del centro izquierda y alcanzar o rozar 1.300.000 votos que le darían una clara mayoría absoluta y volver al umbral que bordeó en 2007 y 2011 Francisco Camps con más 1.200.000 votos en cada convocatoria.
El PP obtuvo en las últimas elecciones autonómicas 881.893 votos por lo que el presidente regional del PP valenciano tiene que recorrer un camino al alza de 400.000 votantes.