El presidente del PP de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ya ha comunicado a Alberto Fabra que le gustaría que encabezara la lista autonómica por Castellón, a lo que el actual senador ha contestado de manera afirmativa. La presencia de Fabra en las listas autonómicas se destapó hace unas semanas –en un movimiento que causó sorpresa fuera y dentro del partido– y que finalmente se va a concretar.
Con esta aceptación de Fabra que, como explicó en su día a Vozpópuli, está "para lo que disponga mi partido", se completa el cartel de primeros espadas para las elecciones autonómicas en las tres circunscripciones electorales de la Comunidad Valenciana, ya que el propio Carlos Mazón encabeza la lista por Alicante, y la secretaria general del PPCV y candidata a la Alcaldía de Valencia, María José Catalá, liderará la de Valencia.
La vuelta de Fabra al escenario autonómico –después de su dura salida de la presidencia de la Generalitat con unos resultados en 2015 que arrebataron el poder municipal, provincial y autonómico al PPCV– es producto de la coyuntura. Desde su salida rumbo al Senado, Alberto Fabra ha ido reintegrándose en la vida orgánica del partido, primero de la mano de Isabel Bonig, y ahora de la de Carlos Mazón y, especialmente, de la de María José Catalá.
La petición de Mazón se hace a vista de encuestas, concretamente las que se refieren a la ciudad de Castellón de la Plana donde Fabra fue alcalde entre los años 2005 y 2011. Allí, la candidata del PP local, Begoña Carrasco, está en una dura pugna con la actual alcaldesa socialista, Amparo Marco por acceder a la vara de mando y la presencia de Alberto Fabra puede suponer un acicate para recuperar la alcaldía en esta capital de provincia.
En pie de igualdad con el PSPV
Las encuestas que ha monitorizado el equipo de Mazón sitúan al PP 'ligeramente' por delante en la carrera por la Alcaldía de Castellón con 10 ediles, los mismos que el PSPV, y con una posible suma con Vox (4), mientras que Compromís (3), no podría sumar con los socialistas. La mayoría absoluta está situada en los 14 escaños. No obstante, hay una cierta tendencia a la recuperación de los nacionalistas y los de Santiago Abascal parecen desinflarse en las últimas semanas.
Ese empate técnico es lo que se quiere deshacer con la presencia de Fabra en la lista autonómica y poder así hacer tándem con Carrasco si finalmente las elecciones autonómicas y municipales son el mismo día. Alberto Fabra tiene intención de compatibilizar su escaño de senador territorial (la ley lo permite) con su nuevo desempeño hasta que se convoquen las elecciones.
El día después de las elecciones es algo que también han contemplado Mazón y Fabra, ya que sería 'raro' que quien ha sido presidente autonómico del PPCV y presidente de la Generalitat se quedara de diputado raso. Es por ello, que las dos salidas más factibles para el actual senador son la de convertirse en presidente de las Cortes en función de los resultados o regresar a la capital de España.
Presidencia de las Cortes o Madrid
La Presidencia de las Cortes puede resultar difícil de abordar si el PP, como todo apunta, no tiene más remedio que pactar con Vox si quiere tener opciones de 'recuperar' la Generalitat. La segunda autoridad de la Comunidad Valenciana sería, muy probablemente, la moneda de cambio que Vox exigiría para llegar a ese pacto. En la formación de Abascal también manejan la posibilidad de reclamar la Alcaldía de Valencia pero la gran distancia que muestran las encuestas entre PP y Vox en la capital del Turia hacen que esa petición no tenga 'legitimación'.
Por eso, la opción más factible si no fructificara la Presidencia de las Cortes sería la vuelta a Madrid –donde Alberto Fabra tiene ahora organizada su vida personal– pero no al Senado. El presidente nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, querría que Fabra le acompañase en el Congreso merced a la buena relación que ambos mantienen desde hace más de una década.
Ahora, sólo falta que Mazón verbalice su elección que podría demorarse algún tiempo, probablemente hasta enero o febrero del próximo año, cuando el líder de los populares valencianos tiene también previsto abordar la confección del próximo grupo parlamentario popular del que ahora no forma parte. No obstante, si Génova decide adelantar los plazos Mazón se adaptaría a ese calendario.
La vuelta de Fabra, no obstante, también tiene un reverso de la moneda para las filas populares como es la fractura que se produjo en sus filas bajo la presidencia del hoy senador a cuenta de las líneas rojas contra la corrupción, el cierre de la radiotelevisión autonómica o la reducción del sector público instrumental de la Generalitat. Son cuestiones que pesarán en la balanza en un sentido u otro pero la dirección del PPCV ya tiene decidido que la vuelta de Alberto Fabra tendrá más pros que contras.
